Decreto de purines: Galicia decide permitir esparcirlos mediante sistemas de abanico y penalizar la aspersión con cañón

La Consellería de Medio Rural publica las excepciones de Galicia al decreto de purines del Ministerio. Para cobrar la PAC los ganaderos deberán aplicar los purines mediante cisterna con sistema de abanico, el más común en Galicia.

Decreto de purines: Galicia decide permitir esparcirlos mediante sistemas de abanico y penalizar la aspersión con cañón

Esparcido mediante sistema de abanico

La Consellería de Medio Rural publica este jueves en el Diario Oficial de Galicia las excepciones al Decreto de Purines del Ministerio de Agricultura. Galicia se suma así a Asturias y permite que la gran mayoría de los ganaderos sigan aplicando durante este año los purines mediante el sistema más usado: el esparcido mediante sistema de abanico.

En concreto, y solo para aquellos ganaderos que cobran las ayudas de la PAC, a partir de hoy la Xunta establece que “la aplicación de purines o fracciones líquidas de deyecciones no se podrá efectuar con sistemas de aspersión con cañón”. “El resto de aplicaciones de purín con sistemas de abanico, se podrá realizar mientras no se resuelvan los condicionantes que dieron lugar a su excepción”, añade la norma de la Consellería de Medio Rural.

Además, se excluye de la normativa estatal “el enterramiento de los estiércoles sólidos después de su aplicación, exceptuándose de tal obligación cuando el uso del abono se corresponda con las prácticas tradicionales”.

Argumentos de la Xunta para establecer excepciones al decreto de purines estatal

La norma estatal básica en esta materia, el Real decreto 980/2017, del 10 de noviembre, prohíbe para los agricultores y ganaderos que cobran la PAC aplicar purines en las superficies agrícolas, mediante sistemas de plato o abanico o cañones, y, por otra, el deber de enterrar los estiécoles sólidos después de su aplicación, en el menor plazo de tiempo posible.

Pero la normativa del Ministerio de Agricultura también deja margen para que las comunidades autónomas establezcan excepciones temporales a estas restricciones, basándose en sus particularidades, debidamente justificadas.

En este sentido, las alegaciones de Galicia son, por una parte, que “el uso de los purines como fertilizantes es una de las mejores opciones para su aprovechamiento, dado que su aplicación en dosis adecuadas aporta nitrógeno y otros nutrientes, de manera que no presenta riesgos y sí ventajas respecto de la fertilización mineral, ayudando al incremento de materia orgánica del suelo”.

Medio Rural: “El decreto no podría ser asumido por el sector”

A mayores, recuerdan que en Galicia “la distribución de purines en el campo se realizó tradicionalmente mediante lo transporte en cubas con difusor en abanico, de manera que, en lo referente a la tecnología empleada para la fertilización con purines, la práctica contrastada por las oficinas agrarias comarcales y las anotaciones en el Registro Oficial de Maquinaria Agrícola (ROMA), indican el escaso número de sistemas de inyección, tubos colgantes o zapatas disponibles para la aplicación de los purines, sistemas que serían los necesarios para aplicar de forma inmediata la norma estatal”.

“Teniendo en cuenta lo anterior, el importante número de ganaderos y agricultores afectados y la escasa oferta y capacidad de suministro de la maquinaria precisa por el sector industrial, el impacto de esta aplicación inmediata y generalizada en nuestra comunidad, adquiriendo nuevas máquinas o adaptando la práctica totalidad de las existentes, no podría ser asumido por el sector”, advierten desde Medio Rural.

Consecuentemente, subrayan desde el departamento que dirige Ángeles Vázquez que “de aplicarse en la campaña de 2018 la norma estatal de condicionalidad ligada a la aplicación de purines, estos no se podrían utilizar como fertilizantes en el campo gallego, al resultar imposible cumplir con los nuevos métodos de aplicación, lo que podría determinar un perjuicio mayor para el medioambiente que el beneficio que pueda derivar de la aplicación inmediata de la norma estatal”.

La Conselleria considera imprescindible “la realización de determinados estudios y, en todo caso, un período razonable de implantación”

Además, recuerdan desde Medio Rural que los sistemas de inyección, tubos colgantes o zapatas que exige la normativa estatal “no se implantó mayoritariamente en nuestra comunidad, siendo básicamente razones orográficas, climáticas, y socioeconómicas”. “Es por eso que la aplicación de las nuevas prohibiciones estatales exige la realización de determinados estudios y, en todo caso, un período razonable de implantación”, asegura.

“Por las razones expuestas, y mientras no se ultiman los estudios que permitan tener en cuenta las especiales circunstancias de nuestra comunidad y de sus explotaciones agrarias, resulta absolutamente necesario hacer uso de la posibilidad que establece la norma estatal de no aplicar en nuestra comunidad los nuevos criterios de condicionalidad establecidos por el Real decreto”, concluye la justificación de la Consellería de Medio Rural.

Consulta aquí las excepciones de Galicia al decreto de purines.

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