La Consellería de Medio Rural acaba de denegar 2.244 solicitudes de ayudas agroambientales y clima y agricultura ecológica, una cantidad inusualmente alta, que afecta especialmente a las explotaciones ganaderas situadas en zonas de montaña y desfavorecidas. La resolución del Fondo Galego de Garantía Agraria fue publicada en el Diario Oficial de Galicia el pasado miércoles.
Según el responsable de Ganadería de Unións Agrarias, Javier Iglesias, “de las aproximadamente 2.000 solicitudes de ayudas que tramitamos a los ganaderos a través de nuestra organización, unas 900 fueron denegadas”. Por su parte, Isabel Vilalba, secretaria general del Sindicato Labrego Galego, denuncia que “por lo que conocemos, en zonas de montaña la Consellería ha denegado hasta el 30% de las solicitudes, y par zonas desfavorecidas hasta el 40%”.
Esta situación según la responsable del SLG “coloca a muchas explotaciones ganaderas de zonas de montaña y de zonas desfavorecidas en una situación muy complicada, ya que las ayudas agroambientales de la PAC llegan a representar hasta el 40% de los ingresos de algunas explotaciones”.
“El problema es que los ganaderos pueden perder estas ayudas para los próximos años”
En este sentido, Isabel Vilalba denunció este viernes en Lugo en rueda de prensa que “la mayor parte de estas denegaciones se deben a un mal funcionamiento de la Consellería en la tramitación que, además, genera indefensión ya que los afectados ni siquiera han recibido una resolución motivada por parte de la Consellería”.
Entre estas deficiencias por parte de la Consellería, la responsable del SLG cita el cambio de categoría en las parcelas en el SIGPAC en medio del proceso de tramitación administrativa de los expedientes; no computar las parcelas con problemas de duplicidade, a pesar de que los propietarios certificaran su propiedad; o el endurecimiento de las condiciones del Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP), entre otras.
Por su parte, desde la Sociedade Galega de Pastos e Forraxes denuncian que “los dos principales motivos de denegación de las ayudas están relacionados con los pastos arbustivos y bajo arbolado”, en concreto de todos los de menos de 0,3 hectáreas de superficie. La reducción de la superficie admitida, tanto por este como por los motivos anteriores, llevó a que buena parte de las solicitudes fueran denegadas por exceso de carga ganadera.
“Estos pastos son parte de la superficie forrajera esencial en las explotaciones ganaderas en extensivo y no tiene sentido que se excluyan de las ayudas agroambientales, que se supone están encaminadas a una ganadería más sostenible en base a pastoreo”, argumentan desde la Sociedade Galega de Pastos e Forraxes.
Con todo, para Isabel Vilalba “lo más grave es que si la Administración no subsana estos errores en el proceso de alegaciones, muchas explotaciones no solo perderán las ayudas agroambientales de este año, sino las futuras”, del todo el período de la PAC 2015-2020.
Ovica: «La legislación europea hay que adaptarla a la realidad gallega, como se hizo con la dehesa andaluza»
En este sentido, Ovica (Asociación de Criadores de Ovino y Caprino de Galicia) lleva advirtiendo durante estos meses de la necesidad de adecuar la normativa europea a la realidad gallega como pasó por ejemplo con la dehesa andaluza, donde se reconoció su aptitud para el pastoreo en régimen extensivo con el ganado.
Por ese motivo, ya en septiembre se adhirieron a la campaña promovida por la Plataforma para lo Pastoralismo y la Ganadería Extensiva con el envío de una carta a la Comisión Europea y un informe científico donde se ponen de manifiesto que existe una serie de especies arbustivas y leñosas que son la base de la dieta de algunas especies como el caprino y caballar y que de este modo quedan condenadas al abandono.
Unións Agrarias confía en que muchas solicitudes denegadas se acaben aprobando en el período de recurso
Ante esta situación, tanto el Sindicato Labrego Galego como Unións Agrarias tienen previsto reunirse próximamente con responsables de la Consellería do Medio Rural.
En este sentido, Javier Iglesias, de UUAA, afirma que “tenemos confianza en que en los recursos que presentamos la Administración corrija muchos de los errores y buena parte de las ayudas denegadas se acaben aprobando”.
De esta forma abre un período de un mes, que finaliza el próximo 11 de marzo, para la presentación de recursos ante el Fondo Galego de Garantía Agraria (Fogga). A partir de ese momento la Consellería do Medio Rural tiene un plazo de 3 meses para responder a los recursos, “que estamos seguros de que va a ser menor y la Consellería lo va a agilizar y resolverlo antes”, asegura Javier Iglesias.
“No tendría que haber problema para recuperar estas solicitudes denegadas, máxime cuando no hay problemas presupuestarios ya que estamos en el inicio de un nuevo período de la PAC”, concluye.
Puedes descargar aquí la carta y el informe científico enviado por OVICA a la Comisión Europea.