Unións Agrarias celebra el desbloqueo de las transferencias de los primeros 4 millones de euros de la anualidad 2024 de los fondos del Ministerio de Transición Ecológica para la gestión del lobo en Galicia, y anima a que se pongan igualmente a mayor brevedad a la disposición del sector las anualidades de 2022 y 2023, aún retenidas por el conflicto abierto entre el Gobierno y la Xunta de Galicia, al negarse esta última a firmar el “Plan de gestión del lobo”, actualmente recurrido por las Comunidades Autónomas de la Cornisa Cantábrica y Castilla y León.
Se da la circunstancia de que a pesar de los recursos de estas Comunidades, Galicia era la única de ellas que tenía los fondos retenidos, al ser también la única Comunidad Autónoma de las recurrentes que, además de presentar recurso, se negó a firmar el Plan ministerial, que incluía la inclusión del lobo en el listado de especies en protección especial (Lespre).
Unións Agrarias entiende que es tiempo de dejar las luchas partidistas, a favor de un objetivo común: alcanzar la convivencia de las poblaciones crecientes del lobo con la ganadería profesional y de autoconsumo.
Entre los principales retos, la organización enumera los siguientes: “conseguir reducir el número de ataques y bajas en la cabaña ganadera gallega, en un entorno de manejo del ganado cada vez más extensivo y en régimen ecológico, garantizar la supervivencia del caballo gallego, alejar las manadas de lobos de los entornos habitados y disminuir el número de muertes en perros de guardia y compañía”.
Unións Agrarias advierte de que es preciso que la Xunta dote adecuadamente las líneas de ayudas para medidas preventivas e indemnizaciones de los daños del lobo, al tiempo que demanda una gestión real de los problemas del lobo en el rural, formando agentes especializados que puedan hacer seguimiento en cada comarca de los problemas específicos de la misma (número de ejemplares en la zona, estructura de las manadas, tipo de ganado amenazado, época más sensible a los ataques, riesgo para la población) y en su caso proponer las medidas idóneas de gestión para control de la población, riesgos y daños.
Acciones de caza puntuales
“Para ello, hay que despejar mediante un protocolo de actuación, cuándo, dónde, cómo y quien podrá aplicar las medidas de caza puntual, que de manera quirúrgica y preciso se permiten dentro del contexto del “Plan de gestión del lobo” ministerial, ya que aunque la caza cinegética estará rigurosamente prohibida, no así acciones puntuales de control cuando tras informe técnico, sea recomendado como herramienta para evitar riesgos reiterados a explotaciones o para la población”, valora Unións.