El juzgado nº 3 de Siero en Asturias, acaba de desestimar la denuncia por difamación presentada por Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA Food), propietaria de Central Lechera Asturiana o Larsa, contra Unións Agrarias, luego que la organización agraria hubiera criticado «el modus operandi de una industria que ya fue sancionada por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia por pactar precios e incurrir en prácticas anticompetitivas en detrimento de los intereses y derechos de los productores».
En este sentido cuando UUAA califica de «cártel esas prácticas comercias, y que fue motivo entre otros de la demanda, en la propia sentencia se reconoce que «… En cuanto al uso de él término cártel no puede obviarse que, sí bien no fue usada expresamente en la resolución sancionadora dictada por lana Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia en fecha de 11 de junio de 2019 a tal concepto es asimilable la conducta que fue objeto de sanción en la misma por infringir lo dispuesto en el artículo 1 de la Ley 15/2007, de 3 de julio de Defensa de la Competencia…»
Del mismo modo en la sentencia se constata que definir cómo «aparheid» el hecho de que los ganaderos gallegos cobren 5,5 céntimos/l menos por una leche de la misma calidad que los asturianos»no se considera que excedan de el límite admisible para la libertad de expresión». «En el texto se van desmontadando todas y cada una de las acusaciones que CAPSA fue virtiendo contra Unións Agrarias hasta concluir que «lanas actuaciones atribuidas la los demandados se encuentran en el ámbito propio de la actividad sindical de UUAA»·, destacan desde la organización agraria.
Unións lamenta que «la empresa asturiana, lejos de preocuparse por el futuro del sector lácteo gallego y por la base productora del mismo se dedique a amedrentar y frenar la actividad de la organización en la defensa de los intereses de las explotaciones». En este sentido, añaden que «la negociación colectiva es el único camino para conseguir unas relaciones más justas e igualitarias entre productores e industria, lo contrario es la ley del mas fuerte en la que CAPSA no va a salir victoriosa ya que, sin ganaderos tampoco son necesarias las fábricas que procesan la leche, porque ya se encargará la distribución de traer sus propias marcas envasadas».
Finalmente, la organización reitera «el desajuste claro que existe entre el precio que las industrias lácteas pagan a los productores gallegos y a los asturianos. Una diferencia de precio constatable y que, al igual que Unións Agrarias, también ha denunciado públicamente la Consellería do Medio Rural».