Los principales datos del monte gallego aparecen recogidos en un anuario de estadística forestal que ha presentado hoy la Consellería de Medio Rural. El trabajo, que analiza cuestiones como las talas anuales o la actividad de los montes de gestión pública, ofrece una completa radiografía de los montes vecinales gallegos, que ocupan un tercio de la superficie forestal de la comunidad, 664.000 hectáreas sobre un total de 2 millones de hectáreas. La primera conclusión que dejan los datos es la gran diversidad que existe en los montes vecinales, con una diferencia clara entre las comunidades del Eje Atlántico y las del interior de Lugo y Ourense.
El anuario señala que en Galicia existen 2.994 comunidades que gestionan un total de 3.312 montes vecinales. Cada comunidad maneja un promedio de 221 hectáreas, tiene 44 comuneros y, en el caso de las comunidades que presentan sus cuentas anualmente, generan unos ingresos anuales de unos 44.500 euros. Esa es el promedio, pero si se desglosan los datos por provincias, las diferencias son significativas.
Un 40% de las comunidades incumple la obligación de presentar las cuentas anuales
Actividad real
El primer gran asunto a tener en cuenta es la actividad de las comunidades de montes existentes. La Xunta ha identificado que un 40% de las comunidades de montes incumplen sus obligaciones administrativas, lo que puede ser indicador de carencias de gestión o de la falta de actividad del monte vecinal. El principal problema radica en Ourense, donde más de la mitad de las comunidades de montes, un 52%, incumplen sus deberes administrativos, bien por no presentar sus cuentas anualmente, con indicación de las reinversiones realizadas, bien por no tener comunicada en tiempo la renovación de la junta rectora o el censo actualizado de comuneros.
En Lugo, el porcentaje de incumplimientos es también elevado, de un 46%, en tanto que en el Eje Atlántico, Pontevedra se queda en un 18,3% y A Coruña, la provincia con menor peso de los montes vecinales, en un 27% de incumplimientos.
Relevo generacional
El segundo dato a tener en cuenta es el número de comuneros medio. En Pontevedra es de 83 comuneros, pero en Lugo no llegan ni a una tercera parte, 25; con una situación similar en Ourense, donde el promedio es de 33; estando A Coruña en una posición intermedia con 54.
En Ancares – A Fonsagrada, un Distrito con 284 comunidades, la media de comuneros por monte es de 7
Si la comparación se hace por Distritos Forestales, las diferencias son aún más significativas. En Vigo – Baixo Miño, el promedio de comuneros es de 147, pero en los Ancares – A Fonsagrada, un Distrito con 284 comunidades de montes, el promedio es de 7 personas comuneras.
Entre las 1.790 comunidades de montes que presentan sus cuentas anualmente, los datos medios de ingresos revelan también mayores ingresos en las comunidades de montes de Pontevedra, que llegan a los 77.000 euros de promedio por comunidad, en tanto Ourense y Lugo se quedan por debajo de 30.000 y A Coruña ronda los 20.000, según los datos del anuario de estadística forestal, que se presentó hoy en la Comisión de Agricultura del Parlamento y que estará disponible en los próximos días en la web de la Consellería.
¿Qué futuro le espera a las comunidades de montes del interior gallego?. Es una cuestión por resolver
Perspectivas
Así las cosas, los datos constatan las diferencias entre un interior despoblado y envejecido, con menor actividad económica en el monte, y un Eje Atlántico con mayor actividad y mayor población implicada en las comunidades. ¿Qué futuro le espera a las comunidades de montes del interior gallego?. Es una cuestión por resolver, sobre todo cuando la Xunta tiene intención de abandonar progresivamente la gestión pública que mantiene en parte de los montes vecinales.
La Administración gallega gestiona alrededor de 275.000 hectáreas de montes por medio de convenios que mantiene principalmente con comunidades vecinales, pero su intención a lo largo de los próximos años es ir desvinculándose de buena parte de las comunidades, manteniendo sólo la gestión de unas 100.000 – 120.000 hectáreas, principalmente en comunidades descapitalizadas y con montes protectores, poco productivos.