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En Galicia, hay parroquias donde la noticia del verano sería que no hubiese incendios. Otras llevan décadas sin ver un fuego. El sector forestal se dio cuenta ya hace años de una realidad que se suele cumplir cada verano. La mayoría de los incendios forestales ocurre siempre en los mismos sitios, en tanto el resto del territorio de Galicia permanece sin daños. La ola de fuegos de agosto siguió ese guión, con pocas sorpresas.
Si se analizan los 37 incendios de los que informó la Consellería de Medio Rural entre el 1 y el 18 de agosto, se comprueba que 25 -dos de cada tres- se registraron en el Eje Atlántico. Otros 7 se declararon en la provincia de Ourense, en tanto Lugo sólo tuvo 3 y uno de ellos, el de Cervantes, fue con toda probabilidad uno de los pocos de origen no intencionada, pues surgió a partir de los relámpagos de una tormenta.
El mayor incendio del verano fue en una parroquia, Mourentán (Arbo), que ya había registrado 35 fuegos en el último lustro
Comarcas conflictivas
Gran parte de los incendios del Eje Atlántico se ha concentrado en zonas de tradicional conflictividad, como Condado-Paradanta (4), comarca de Pontevedra-Terra de Montes (7), Barbanza-Arousa (5) y Costa da Morte (4). Cinco de ellos se declararon además en parroquias de alta actividad incendiaria (Paai), así catalogadas por la Xunta por la reiteración de fuegos y/o por la dimensión que alcanzan.
Fue el caso del mayor incendio del verano, el de Mourentán (Arbo), que calcinó más de 1.700 hectáreas. Esa parroquia ya había registrado 35 fuegos en los últimos 5 años y llevaba más de 2.000 hectáreas quemadas desde hace una década. Cenizas sobre cenizas. En la misma circunstancia se encuentra también una parroquia vecina, la de Arbo (Arbo), que acumula 38 incendios en el último lustro y que este agosto suma uno más a la lista, con 100 hectáreas calcinadas.
Otros tres focos en la franja occidental de Galicia tuvieron como escenario una parroquia de alta actividad incendiaria: Soutomaior, Carreira (Ribeira) y A Ameixenda (Cee). ¿Qué explica este alto número de fuegos año tras año en las mismas parroquias o en las mismas comarcas?
«Si tuviésemos puntos negros en las carreteras y no hiciésemos nada para corregirlos, ¿qué diría la sociedad? (Francisco Dans, AFG)
Multicausalidad
El sector forestal -asociaciones de propietarios, investigadores y colectivos profesionales- considera que cada zona tiene sus propias causas. Puede ser -dicen- que haya una tradición de uso del fuego para la gestión del territorio (limpieza del matorral), pueden ser conflictos locales, solventados vía mechero, pueden ser casos de personas concretas con desequilibrios u otros factores. El abanico de posibilidades es múltiple, pero hay coincidencia en la necesidad de abordar el problema caso por caso.
“Si tuviésemos una serie de puntos negros localizados en las carreteras gallegas y no hiciéramos nada para corregirlos, ¿qué diría la sociedad?”, se preguntaba Francisco Dans, de la Asociación Forestal de Galicia (AFG), en una entrevista que le hicimos el verano pasado.
La Administración parece coincidir en ese análisis y comprometió en el Plan de Defensa contra Incendios (Pladiga) 2016 un estudio sobre los usos del territorio en las parroquias con alta actividad incendiaria. Trata así de concretar qué factores puede haber detrás de los fuegos para buscar soluciones.
Si no hay fuegos en donde el monte da dinero, ¿no será que el abandono es un factor clave en los incendios?, razona el sector
Parroquias de alta actividad incendiaria
En Galicia hay catalogadas 67 parroquias como de alta actividad incendiaria. El 60% (42) está en la provincia de Ourense, que este mes de agosto mantuvo un ‘perfil bajo’, con sólo 7 fuegos de dimensión superior a las 20 hectáreas.
La antítesis de los tradicionales puntos negros se encuentra en la Mariña lucense, una comarca que pasa verano tras verano sin apenas problemas de relevancia, a pesar de la dimensión de su arbolado, con decenas de miles de hectáreas de eucalipto.
El sector forestal se pregunta si no será precisamente esa valorización forestal del monte, unida a un clima más favorable, la que explique la escasez de incendios en la Mariña. Si no hay fuego donde el monte da dinero -razonan-, ¿no será que los incendios se producen donde hay un mayor abandono de la actividad agrícola, ganadera y forestal?.
«El monte productivo no arde si no va alguien a ponerle fuego un día de 30 grados y viento fuerte» (Jacobo Feijoo, Asefoga)
“El monte productivo no arde si no va alguien a prenderle fuego un día de 30 grados y viento fuerte” -valora Jacobo Feijoo, de Asefoga, colectivo forestal vinculado a Unións Agrarias-. “Esos días, propicios para el avance de las llamas, el monte arderá, sea raso, con eucaliptos, con robles o con castaños. El incendio atravesará entonces incluso cortafuegos y sólo se podrá parar en prados y tierras de labor. De ahí la importancia de la ordenación del territorio. Los fuegos son más un problema de desarrollo rural que de política forestal”, concluye.
Reunión de la conselleira do Medio Rural con afectados en Porto do Son.
Reuniones de Medio Rural en las zonas afectadas
La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, está programando encuentros con los alcaldes, comunidades de montes y asociaciones ganaderas de las zonas afectadas por los incendios. Días atrás mantuvo una reunión en Porto do Son y para hoy tenía previsto un encuentro similar en la provincia de Pontevedra.
La Consellería acometerá actuaciones de ‘mulching’ para prevenir la erosión y quiere agilizar la corta de madera en las zonas quemadas
El objetivo de la Consellería pasa, en primer lugar, por diseñar acciones inmediatas en aquellas cuestiones más urgentes, como puede ser la prevención de la erosión y del arrastre de cenizas por las futuras lluvias. Para evitar esa erosión, se acometerán en las zonas con mayor peligro actuaciones de mulching, que consisten en el esparcido de paja sobre las cenizas.
En segundo lugar, Medio Rural pretende agilizar la tala de la madera quemada para impulsar lo antes posible la repoblación de los montes afectados. En Porto do Son hubo además compromisos para el restablecimiento de los cierres para el ganado extensivo y para ayudar a los apicultores, que sufrieron también daños en las colmenas y que perdieron buena parte del área de alimento de las abejas.
Ayudas
La conselleira ha confirmado también una nueva línea de ayudas para restituir los daños, “tanto los sufridos por las personas como por los montes afectados”. Estas aportaciones vendrán de fondos de Vicepresidencia, Facenda, Medio Ambiente y de la propia Consellería de Medio Rural.
ACTUALIZACIÓN (20/8/2016)
Medio Rural mantuvo ayer una reunión del Comité de Coordinación PoliciaL Antiincendios, tras la que desveló que la pasada semana hubo 400 focos incendiarios en Galicia. La mayoría se dio controlado antes de que se transformaran en fuegos de dimensiones. En lo que va de año, las fuerzas de seguridad detuvieron o investigaron a 41 personas por su presunta relación con los fuegos. La Consellería señaló que el esfuerzo policial se enfocará hacia las zonas en las que se están concentrando más incendios.
De otro lado, tras la reunión mantenida también ayer con alcaldes de la provincia de Pontevedra, la conselleira, Ángeles Vázquez, informó de que en lo que va de verano se quemaron 4.000 hectáreas en la provincia, de las cuales 3.300 eran productivas y estaban ordenadas, según la valoración de la Consellería.
