La Asociación de Criadores de Raza Rubia Galega (Acruga) cerró el pasado año con 2.400 asociados en todo Galicia, un número que supone una ligera subida en relación con ejercicios anteriores. La entidad se muestra satisfecha de estos resultados, si bien está preocupada por los precios de la carne, que se mantiene en unos niveles bastante bajos, lo que reduce el margen de beneficio para los productores y provoca incertidumbre en el sector.
El propio presidente de Acruga, César Dorado, antes de la asamblea anual que se celebró ayer en un hotel de la capital lucense, con la presencia de unos 200 ganaderos, afirmó que la asociación está “creciendo, no hay que olvidar que hay muchos ganaderos que tienen una edad elevada y van cerrando ganaderías, pero también se incorporan otros nuevos, de modo que vamos teniendo un equilibrio”.
Por otra parte, recordó que “la leche ha bajado y es un problema para todos, pero el precio de la carne en estos momentos también está muy bajo, por lo que estamos todos afectados por esa rebaja de precios, de modo que la situación no es mucho mejor en un sector que en el otro”.
Dorado también hizo referencia a la colaboración que mantienen los criadores de raza rubia gallega con Ternera Gallega -a través de la que venden con la marca ‘Ternera Gallega – Carne de Rubia Gallega’- porque según su presidente, está dando resultado para mejorar la presencia en el mercado, no sólo en precios sino también como un vehículo “para dar a conocer la carne” de esta raza, “dentro de la propia Indicación Geográfica Protegida”.
Servicio de comercialización
En su balance anual, Acruga destacó la buena marcha de su servicio de comercialización de canales, puesto en marcha en 2013. Ese año el número de canales comercializados fue 2.241, con una media semanal de 47 canales, procedentes de un total de 316 explotaciones gallegas. En el pasado ejercicio, el 2014, se registró una media semanal de 53 animales a la semana.
Recría de novillas
Por otra parte, el centro de recría que la asociación tiene en Castro de Ribeiras de Lea “está funcionando muy bien”, según César Dorado, y “es la forma de que” la asociación pueda “seguir creciendo”.
“Hay ganaderos que quieren adquirir novillas y nosotros las tenemos en el centro de Castro para poder vendérselas a esos nuevos productores, al igual que a aquellos que ya están trabajando con la raza pero quieren incrementar su cabaña”, precisó.
En ese sentido, subrayó que “el centro de recría es muy importante para la raza y para la asociación”, porque si no estuviese funcionando, Acruga no podría “crecer demasiado”.
“Compramos las novillas cuando tienen sobre nueve meses y las metemos en el centro de recría. Las vendemos cuando están preñadas, a partir de los 20 meses de vida, a un precio asequible, porque no se trata de hacer negocio”, dijo Dorado.
Subastas
En cuanto al trabajo de promoción de la raza, que Acruga realiza a partir de sus centros de recría, la asociación destaca la mejora de la demanda y de la valoración de los animales que ofrece en subastas. En 2014, Acrupa participó en 19 certámenes ganaderos, en los que se adjudicaron 85 animales de los 94 ofrecidos. El precio medio de compra de ejemplares fue de 2.057 euros, nuevo récord anual. En 2013 ya se habían superado por primera vez los 2.000 euros y este año se han mejorado esas cifras.