El Banco de Terras empezará a vender fincas y reducirá a 3 meses el proceso para alquilarlas

Esta herramienta, empleada por propietarios y productores interesados en mantener aprovechada la tierra, lleva casi 12 años operativa. Abordamos algunas de las claves de su funcionamiento como los tipos de arrendamientos, los precios de la tierra o las novedades que se esperan

El Banco de Terras empezará a vender fincas y reducirá a 3 meses el proceso para alquilarlas

En la actualidad, el Banco de Terras maneja un total de 10.570 fincas.

El Banco de Terras comenzó a funcionar en 2007 y actúa como un mediador entre los productores que precisan de tierra y aquellos propietarios que no la están aprovechando y la quieren arrendar de una manera oficial. La principal ventaja de este organismo son las garantías que ofrece tanto a la hora de cobro del arrendamiento, así como del uso de la tierra sin posibilidad de cambios de cultivos, o que la tierra se devuelva en iguales condiciones o mejores de las que se arrendó.

Los precios de la tierra es otro de los atractivos de este sistema, mientras que la dilación de las tramitaciones ha sido  uno de sus lastres en estos años. Este es uno de los aspectos en el que llevan tiempo trabajando y que esperan suponga unas de las novedades más destacadas. En este sentido, la semana pasada comenzó a ser operativa la posibilidad de tramitar las peticiones de tierra de manera telemática. Ahora queda pendiente que también se puedan hacer por esta vía las incorporaciones de tierras.

Los arrendamientos pueden llegar a un máximo de 70 años y deben ser al menos por 5 años sin opción de prórrogas

Las tierras se arrendan por un máximo de hasta 70 años, en el caso de los terrenos forestales; y de 15 años en los predio agrarios. Aunque también hay excepciones, como ocurre en terrenos de viñedo donde a pesar de no ser un cultivo forestal los contratos superan los 15 años para que puedan ser aprovechados.

Como mínimo las fincas deberán arrendarse por 5 años y no hay posibilidad de prórrogas de los contratos. «Este es un aspecto que muchas veces se ve como injusto por parte de los implicados pero busca precisamente ser justo y ofrecer la posibilidad a otros interesados de poder optar a emplear esa tierra», concreta Alejandro Sánchez de Dios, subdirector de Movilidad de Tierras.

¿Qué tipo de tierras gestiona el Banco de Terras?

La mayor parte de los predios que gestiona el Banco de Terras son de carácter público, y representan casi el 85% de las propiedades, aunque también cuenta con tierras privadas. Las tierras de carácter público suponen en la actualidad unas 9.000 fincas después de que en los últimos años se llevara a cabo un proceso de depuración de estas parcelas que ascendían a 12.000 y que estaban a ralentizar las gestiones, como aseguran desde la entidad. A estas fincas públicas se suman casi unos 2.000 predios privados.

El 85% de las fincas del Banco de Terras son de carácter público y buena parte proceden de masas comunes de las parcelarias

Ahora, la mayor parte de las tierras públicas son masas comunes resultantes de los procesos de concentración parcelaria pero antes de esta reorganización contaban con tierras en las que se incluían parcelas para las que no cabía ningún tipo de aprovechamiento privado, como podían ser bienes protegidos, como castros, o incluso construcciones públicas, como cementerios o hasta una casa consistorial. «Lo que se hizo fue devolverle a las administraciones locales todas aquellas parcelas sobre las que tenía competencias y responsabilidades», apunta Sánchez de Dios.

Las zonas donde más actividad está teniendo el Banco de Terras son aquellas en las que se llevaron a cabo estos procesos de ordenación del territorio. La mayoría de los terrenos gestionados a través del Banco de Terras se concentran en el interior de Galicia que coinciden, además, con las zonas de producción lechera. Así, las zonas del interior de la provincia de A Coruña, Lugo, Pontevedra y Ourense son las que más oferta y demanda acumulan. «También es cierto que en aquellas zonas donde hay fincas clasificadas como forestales, con un bueno tamaño, tuvieron y siguen teniendo una importante demanda», especifica Sánchez de Dios.

Desde 2018, a través del Banco de Terras se arrendaron más de 700 parcelas que suponen unas 440 hectáreas

Desde comienzos del 2018 y hasta inicios de este mes de octubre, a través del Banco de Terras se arrendaron unas 738 parcelas que suponen unas 441 hectáreas. «En las zonas con mayor demanda, las mejores fincas procedentes de masas comunes y que sirven para un aprovechamiento agrario ahora mismo están arrendadas y van quedando los predios de menor tamaño», explica.

Total de fincas no Banco de Terras. Datos actualizados do 15 de agosto 2019.

En Galicia, el Banco de Terras tiene arrendadas actualmente unas 1.731 fincas que abarcan unas 1.464 hectáreas, siendo la provincia de Lugo en la que mayor cantidad de parcelas se han arrendaron (642) y en las que más quedan disponibles (566).

Distintos arrendamientos para cada tipo de tierra

En función del tipo de tierra, los arrendamientos pueden ser de tipo forestal o agrario-ganadero. También se llegaron a formalizar arrendamientos ambientales, centrados en tierras sobre las que se llevaba a cabo un programa de custodia del territorio, para su protección y desarrollo, aunque están comenzando a descartar los arrendamientos para estos casos.

«Se ha acusado al Banco de Terras de reforestar Galicia y no se permiten los cambios de agrícola a forestal», (Alejandro Sánchez de Dios)

Es la propia entidad la que fija la calificación de cada tipo de tierra en base al Plan General de Ordenamiento Municipal (PGOM) y el uso más adecuado a cada tierra atendiendo a distintos factores. «Si una parcela está arrendada como prado no puede destinarse a un uso forestal. Durante mucho tiempo se acusó al Banco de Terras de servir para reforestar Galicia y no se permiten este tipo de cambios de agrícola a forestal», puntualiza.

Los precios de la tierra

El precio de la tierra es otro de los factores determinantes en el funcionamiento del Banco de Terras. El valor se fija por hectárea en el Consello da Xunta y varía también en función de la situación de la parcela y la calificación que tenga la tierra. «En general, los precios que manejamos son bajos, pero tampoco exageradamente bajos para no ejercer una competencia desleal», indica Sánchez de Dios.

Prezo medio da terra por provincias no Banco de Terras.

Los terrenos se clasifican como monte, labradío o prado (puesto que una misma finca puede combinar el pasto con cultivos como el maíz), terrenos de frutales, tierra en abandono y tierras baldías (aquellas partes dentro de una parcela que no pueden llegar a aprovecharse).

Así, dependiendo de la productividad y de la zona en la que se encuentre, el precio medio por hectárea de un prado es de 140 euros y puede ir desde los 115 hasta los 180 euros. «Hay zonas en las que estamos trabajando donde los arrendamientos duplican ampliamente estos precios por la alta demanda que hay», especifica el subdirector.

La clasificación y revisión del terreno al finalizar los contratos están detrás de las subas que se producen a lo largo de los años y que representan las críticas más repetidas por parte de usuarios. «La gente que cogió una tierra abandonada a un precio, que se ajustaba a cómo estaba esa tierra y que invirtió en los primeros años para hacerla productiva, no valora que después igual estuvo 10 años pagándola como si fuera abandonada y que, si quiere volver a acceder a ella, ya tendrá otro precio», justifican desde el Banco de Terras.

Agilizar el proceso de arrendamiento y abrir la venta

La demora en las tramitaciones es uno de los defectos que arrastra el Banco de Terras lo que hace que los procesos incluso se prolongaran más de 2 años. Esta es una problemática que se vio agravada por la cantidad de tierras de uso forestal que, durante años permanecieron bloqueadas. Una vez se produjeron cambios tanto en la ley de movilidad de tierras como en el funcionamiento del órgano, la demanda de estas tierras, copó las peticiones y los recursos de gestión disponibles. «Llegamos a tener unas 2.000 peticiones en 2 meses, cuando lo habitual en estos períodos es de 500 o 600 solicitudes», concreta Sánchez de Dios.

Prevén agilizar las tramitaciones y que en los procesos sin concurrencia las fincas se puedan adjudicar en 3 meses

Una vez aliviada esta carga de tramitaciones, desde el Banco de Terras se fijan la primavera del próximo año para lograr acortar al máximo posible las tramitaciones. «Agilizar los procesos está siendo una de nuestras prioridades. Pretendemos que, aquellas fincas que no estén en un proceso de concurrencia, se puedan adjudicar en un plazo máximo de 2 o 3 meses», concreta el subdelegado.

Con estos cambios, las fincas quedarían sujetas a un proceso de concurrencia pública de un mes una vez que entran en el Banco de Terras. Luego, podrán ser adjudicadas a la primera petición que se haga sobre ellas y que cumpla las condiciones. Estiman que estas tramitaciones se desarrollen en un plazo máximo de 3 meses en el que se efectúan las comprobaciones y tramitaciones necesarias para garantizar el arrendamiento.

En los próximos meses esperan abrir la posibilidad de venta de predios propiedad del Banco de Terras

Otro de los cambios que se prevé para los próximos meses es permitir la venta de aquellas parcelas públicas, es decir, propiedad del Banco de Terras, que tengan un uso agrícola y un tamaño muy pequeño o aquellas que pudieran mejorar la base territorial de las explotaciones por su cercanía. «Hasta ahora, por la carga de trabajo que había, estábamos priorizando los arrendamientos pero contamos que en los próximos meses se pueda comenzar con las ventas», indica Sánchez de Dios.

La venta se hará bajo un precio fijo que estipulará el Banco de Terras e inicialmente llevarán a cabo la venta de parcelas piloto para detectar los problemas que puedan surgir puesto que legalmente ya se pueden realizar estas ventas.

Por otra parte, en este mes de octubre comienza a ser posible realizar las solicitud de tierras de manera telemática en su totalidad. Ahora queda pendiente que también se puedan ofertar de esta forma las fincas que se quieran incluir en el Banco de Terras. Además, una de las novedades que incluirá la nueva Ley de recuperación y puesta en valor de tierras de Galicia, aun pendiente de su tramitación parlamentaria, abre la puerta a la movilización de tierras de manera colectiva. Por el momento, ya llevaron a cabo distintos proyectos piloto, como el realizado en Cualedro (Ourense), que implicó a varios propietarios y unas 200 hectáreas.

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