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José María Bello, durante su intervención en el congreso celebrado el año pasado
José María Bello, Chema, es apicultor y delegado de AGA en la comarca de Morrazo. Nada más llegar la velutina a su zona, él y otros compañeros fueron de los primeros en enfrentarse a ella, una labor desinteresada muchas veces insuficientemente valorada.
Personas como Chema tuvieron que lidiar en sus inicios con la falta de medios (“recuerdo matar los nidos el primer año colgado en los árboles con una cuerda atada a la cintura”, cuenta) y con el desconocimiento sobre una plaga nueva.
Con el paso del tiempo, se fueron probando distintos métodos y perfeccionando la técnica para matar y retirar los nidos, y la Xunta asumió directamente esta labor, que encargó a la empresa pública Seaga.
La Xunta se desentendió del problema en sus inicios y la plaga se extendió por toda Galicia
La dimensión que alcanzó el problema de la velutina, con más de 50.000 avisos al teléfono 012 el año pasado, requiere poner en marcha actuaciones contundentes y coordinadas que se enfoquen en la prevención (captura de reinas en primavera y retirada temprana de nidos primarios).
Aunque la velutina afecta a otros sectores agrícolas como el de la fruta o la viticultura, los apicultores siguen siendo la vanguardia en la lucha contra la plaga. Muchas veces mediante ensayo y error, son quienes lideran la verdadera investigación aplicada.
Dentro de las técnicas empleadas, en los últimos años ha cobrado protagonismo el llamado control remoto. Es un sistema habitual al que recurren los apicultores cuando la carga de velutina y el asedio a las colmenas es tal que las bloquea por completo. Sin embargo, es un método que no cuenta con respaldo legal.
El envío de troyanos se está generalizando pero no cuenta con respaldo legal ni metodología establecida
El envío de troyanos con veneno permite eliminar nidos sin necesidad de localizarlos, con cantidades de insecticida muy inferiores a otros sistemas. En Italia y Francia también se utiliza, y en Asturias el Principado ya está trabajando en un protocolo estandarizado sobre cómo realizar el control remoto.
Estos avances y experiencias centrarán el Simposio Internacional que se celebrará el sábado 9 en Chantada. Desde AGA, la entidad organizadora, que volverá a reunir a todos los colectivos de apicultores gallegos, piden a la Xunta que apueste también por el control remoto en la estrategia de lucha contra la velutina.
– ¿Qué pretendéis lograr con este Simposio Internacional sobre la velutina?
– Lo que queremos es poner a disposición de la Administración las herramientas que realmente puedan ser efectivas para provocar un cambio de rumbo, un giro en la situación actual. Buscamos la unidad en el sector y también demandamos que haya una unidad en las Administraciones, porque la velutina es un problema de todos.
Hemos pasado de estar descentralizados y actuando de un modo algo anárquico a un sistema centralizado que no es todo lo eficiente que debería
Debe liderar esa lucha la Xunta, pero también debe implicar a otras administraciones, y debe hacerlo con medios materiales y económicos. Se necesita coordinación, es lo que falta, y apoyo a otras entidades de ámbito inferior. Ese es uno de los talones de Aquiles, un problema grave que hay en Galicia. Pasamos de estar descentralizados y actuando de un modo un poco anárquico a un sistema centralizado que no es todo lo eficiente que debería, desaprovechando la labor de mucha gente muy valiosa que hacía un trabajo de voluntariado desinteresado muy importante.
– El año pasado, tras el encuentro celebrado también en Chantada, todas las asociaciones gallegas de apicultores remitieron un escrito de peticiones a la Xunta. ¿En qué ha quedado?
– El año pasado se puso la primera piedra para tratar de unirnos las distintas asociaciones apícolas de Galicia e invitar a otras entidades del noroeste, como Asturias, Castilla y León o Cantabria, con el objetivo de compartir experiencias para tratar de salvaguardar nuestra actividad.
En Asturias, por ejemplo, se lo tomaron más en serio desde hace años y avanzan en una dirección más acertada. El Gobierno asturiano actúa de un modo diferente, es más receptivo hacia las demandas y peticiones del sector; aquí, la Administración no nos hace caso a los apicultores, en Asturias sí. Allí, en los comités técnicos de control de la velutina están los apicultores; aquí no, no cuentan con nosotros.
Deberíamos estar en esa mesa. Esa fue una demanda que hicimos de forma unánime el año pasado porque podríamos ayudar mucho. Nos prometieron que este otoño nos incluirían en la Mesa, pero de momento aún no nos han citado.
– Este año la incidencia de la plaga ha sido menor. ¿A qué se ha debido?
– A la climatología. Los años que son excepcionalmente húmedos, la velutina no alcanza niveles elevados. Desde que llegó aquí se da esa circunstancia. Por el contrario, los inviernos secos y las primaveras cálidas y poco lluviosas favorecen mucho a la velutina.
La situación de la velutina este año es que hubo mucho menos que en otros años, tanto en la costa como en el interior. El año pasado llegó a sitios desfavorables del interior, donde este año fue anecdótica. Pero eso no quiere decir que no haya. Empieza a presionar ahora, la presión durante el verano fue escasa y soportable porque la primavera de este año 2024 fue muy desfavorable climáticamente para ellas.
Otro factor que influyó es que en 2023 se eliminaron muchos nidos, y se eliminaron a tiempo. Cuando la velutina avanza rápidamente, los nidos se localizan pronto. Cuando va más retrasada, como este año, cuando se ven ya es tarde en muchos casos.
Este es el año ideal para llevar a cabo una campaña de control remoto y reducir la velutina a niveles mínimos, de hace 10 años
– Defienden abiertamente el uso de los llamados troyanos.
– Actualmente las medidas de control no son suficientes para contener la expansión y la incidencia de la velutina tanto en los colmenares como en las producciones agrícolas (viñedo, frutales, etc.). El año pasado reunimos experiencias del noroeste peninsular y este año quisimos abrirnos a otros países donde tienen este mismo problema y donde también están buscando soluciones, y todas ellas en este momento pasan por el control remoto.
Aquí la palabra troyano es un tabú cuando ahora mismo es la solución
En Italia se están llevando a cabo iniciativas y proyectos científicos que claramente podrían suponer un cambio radical en la lucha contra la avispa velutina. Es un caso bastante excepcional porque se trata de un proyecto de un centro de investigación público junto con una asociación apícola que desarrollan de modo científico el control remoto. Ya no es algo que hagan los apicultores de forma desorganizada y sin saber el alcance, las consecuencias y la dimensión.
En Asturias también lo están haciendo a nivel de comunidad autónoma, pero no cuentan con la autorización del Ministerio. Los italianos, sin embargo, tienen la autorización del Gobierno y el apoyo de la comunidad científica. Los datos de eficiencia de ese sistema son tremendamente buenos, y sobre esas herramientas queremos llamar la atención de la Administración. Aquí la palabra troyano es un tabú, y fabricarlos es ilegal o alegal, cuando ahora mismo es la solución.
El control remoto tiene la ventaja de que elimina los nidos que no se ven y alcanza distancias importantes
Por eso hacemos una petición a la Administración para que contemple estos sistemas, pero queremos que se haga bien, mediante la autorización de un producto específico (es complejo pero está en manos de la Administración) y capacitación para las personas que lo vayan a utilizar, porque los productos que potencialmente se usen requerirán formación.
Debe haber mecanismos para que se pueda autorizar legalmente. En Francia ya se comercializa un producto para fabricar troyanos. Gilles Fert nos contará qué están haciendo allí, donde también llevan a cabo control remoto.
– ¿Cuál es el nivel de afectación en esos dos países?
– Francia está colonizada al 100% a día de hoy. Este año también tuvieron menos, porque la primavera de 2024 fue el año más lluvioso de la serie histórica desde 1991. Esa es la razón y la explicación.
El primer lugar donde apareció la velutina fue en Francia, y de ahí descendió al sur y se extendió por la cornisa cantábrica española y por Italia. A Italia el problema llegó más o menos al mismo tiempo que aquí. En Francia avanzó mucho más rápido hacia el sureste, hacia la zona de Niza y hacia España, porque la climatología era más favorable que hacia el norte, pero hoy en día ya está por el norte también.
– Desde los ámbitos ecologistas ven con reticencias este sistema por los riesgos medioambientales que conlleva. ¿Qué les diría?
– La velutina es un depredador tremendo en el ecosistema para muchísimas especies, tanto de insectos como de pequeñas aves y pequeños animales. Tiene una capacidad de obtener recursos de muchísimas especies animales y eso provoca una pérdida de biodiversidad en el medio natural. No es solo un problema económico, sino también ecológico.
Las velutinas afectan al equilibrio del ecosistema. Además de atacar a las abejas y otros polinizadores, generan problemas incluso en la ganadería extensiva, ya que son atraídas por el costro de las vacas y pican a las vacas en las ubres. La consecuencia es que las madres tienen las ubres inflamadas y doloridas y no dejan mamar a los terneros.
“La Administración va muchos años por detrás de los apicultores, pero hay avances”
Trampa distribuida por la Xunta esta primavera a los apicultores
– ¿La Xunta puso en marcha este año una campaña de trampeo? ¿Ha sido eficaz?
– Después del año catastrófico de 2023, la Xunta se dio cuenta de que había que hacer algo, porque era inviable gestionar la cantidad de nidos que aparecieron en 2023. Se gastan recursos, pero el trabajo es poco eficiente porque en realidad no hay interés ni una decisión firme para buscar soluciones eficaces.
La Administración va muchos años por detrás de los apicultores, aunque hay avances. Las cosas mejoran, pero a un ritmo muy lento. Este año Seaga comenzó a usar carabinas en lugar de marcadoras de paintball. El trampeo fue otro paso que se dio, pero lo hicieron sin suficiente preparación.
Somos críticos con muchas cosas porque queremos que se hagan bien y de manera eficiente. Pero debemos reconocer que en Galicia, mal o bien, tarde o temprano, los nidos son eliminados de forma gratuita para la ciudadanía; esto no ocurre en otras partes, como en Cataluña o en Francia, donde el propietario debe pagar por retirar los nidos en su finca.
– ¿Debe mantenerse el trampeo el próximo año?
– La campaña de trampeo de la Xunta, con mayor o menor eficacia, fue un paso adelante. Debe continuar, pero necesita mejoras y realizarse a tiempo, porque este año se hizo muy tarde, especialmente en la costa.
La campaña de trampeo de la Xunta debe continuar, pero debe ser mejorada y hecha a tiempo
Hoy sabemos cosas que hace 10 años no sabíamos. Cruzando los datos meteorológicos de una estación en Cangas con los datos de trampeo (número de capturas cada semana de la primavera), obtuvimos ciertos parámetros y sabemos que la velutina sale de la hibernación con temperaturas mínimas superiores a los 11 grados.
A partir de febrero esto se da en la costa atlántica. Por lo tanto, deberían ajustar la colocación de trampas en función de las previsiones del tiempo y los datos de las estaciones meteorológicas de Meteogalicia, aunque muchas estaciones están en sitios elevados y no reflejan completamente la situación en las zonas de valle cercanas.
Para entender a la velutina hay que tener una visión global, pero para combatirla hay que tener en cuenta las peculiaridades locales
Los municipios del interior tienen peculiaridades, por ejemplo, los de la provincia de Ourense, que tienen una gran amplitud térmica. Si por la noche hay 4 grados pero a las 11 de la mañana ya están a 16, ahí también sale la velutina. Para entender a la velutina es necesario tener una visión global, pero para combatirla hay que considerar las particularidades locales.
Por eso puede ser útil sondear el inicio de la temporada de trampeo con trampas centinela colocadas en todo el territorio para saber cuál es el momento apropiado para iniciar el trampeo masivo en cada zona.
Se debe ser mucho más riguroso en los tiempos de colocación y mantenimiento de las trampas que coloca Seaga
Las trampas que se utilizan tampoco son las adecuadas. En vez de hacer caso a los apicultores para lograr la máxima eficiencia en la captura de velutinas, se prioriza capturar la menor cantidad de moscas posible.
También es necesario mejorar la colocación de las trampas. Si tenemos los datos de dónde se retiran los nidos, ahí es donde deben colocarse, pero hay que elegir mejor dónde se ponen. La diferencia de colocar una trampa en una camelia o en un sauce es que en la camelia se captura 20 veces más. Son cosas que hay que pulir, pero hay que ir dando pasos, y está claro que no puedes multiplicar si aún no sabes sumar.
– ¿Está variando el comportamiento de la velutina a medida que se asienta en Galicia?
– Sí. Hay un factor que se repite: cada vez busca más el abrigo humano. Cada vez hay más nidos que se encuentran en entornos habitados. De los 200 nidos que eliminé este año, menos de la mitad que en otro año, donde ya podría llevar 500 a estas alturas, la mayoría estaban cerca de las casas. También busca los cauces de agua, pero este año los retirados en ríos y arroyos representan solo el 5% del total, mientras que en montes o zonas menos accesibles prácticamente no hubo este año.
– Y fuera de la comunidad, ¿cómo se está produciendo su avance?
– Sigue expandiéndose. En Castilla y León no se lo están tomando en serio y está avanzando bastante. Los ambientes secos y fríos, con grandes oscilaciones en verano, no le favorecen. Esa es su suerte. Por eso no está subiendo con tanta intensidad por el Tajo y el Duero. En Galicia cruzó la frontera con Castilla, pero no le será fácil llegar a Valladolid, aunque sí a Sanabria. Aunque le llevará más tiempo, llegará. De manera fortuita llegará una avanzadilla, y si no se elimina y se deja que se asiente, ya tienes el problema montado.
En Baleares erradicaron la velutina porque se enfrentaron a ella muy temprano, actuaron rápido eliminando los nidos que había, y además las condiciones no le son del todo favorables allí.
En Cataluña está asentada en una zona muy concreta, fundamentalmente en la provincia de Girona, pero le cuesta pasar de Barcelona hacia abajo, hacia Tarragona. Tampoco avanza hacia Aragón porque el centro de Cataluña es una zona hostil, como Lérida, por ejemplo. Su tendencia será recorrer el arco mediterráneo; ese será su modus operandi.
Pero ahora ya tenemos la versión de la velutina especializada en zonas secas, que es la vespa orientalis, asentada ya en Andalucía y Valencia. Esa avispa también entró por los puertos, en este caso por los de Algeciras y Sagunto, que son dos de los de mayor tráfico marítimo del Mediterráneo y que reciben una gran cantidad de mercancías de origen asiático. En Andalucía, se localizó primero en el Golfo de Cádiz y de ahí ascendió hacia el norte.
Control OJD
