El gran incendio de Verín pone en evidencia el abandono del rural gallego

El gran incendio en la comarca de Monterrei calcinó hasta este domingo unas 1.360 hectáreas. Hablamos con viticultores, técnicos forestales y vecinos para conocer porqué en esta zona, el Distrito Forestal XIV, es donde más monte arde de Galicia.

El gran incendio de Verín pone en evidencia el abandono del rural gallego

La autovía A-52 tuvo que ser cortada por el incendio. Foto: Antonio Rodríguez/La Región

El Distrito Forestal XIV, que abarca a los concellos ourensanos de Verín, Monterrei, Laza, Cualedro, Oimbra, Viana do Bolo, A Mezquita, Vilardevós y A Gudiña, es el que más incendios registra de Galicia, y también los más de mayor gravedad.

Basta echar mano de la hemeroteca para comprobar que en la última década se registran en esta comarca, y de forma cíclica, los incendios más devastadores de Galicia: unas 1.600 hectáreas de arbolado y monte bajo calcinadas en 2010 en el gran incendio de Laza, más de 3.000 hectáreas devoradas por el fuego en Cualedro en 2015, otras 300 hectáreas el mismo año en Viana do Bolo y A Mezquita, son solo algunos ejemplos. El último fue fue el registrado el pasado jueves en Verín y Vilardevós y que arrasó hasta este domingo 1.360 hectáreas de arbolado y de monte bajo.

¿Cuales son las causas de fondo de esta catastrófica actividad incendiaria que, a parte del daño medioambiental, consume cada año cientos de miles de euros de recursos públicos en extinción y en medidas de repoblación forestal? Hablamos con viticultores, ganaderos y técnicos forestales de la comarca para conocer los problemas estructurales de fondo que provocan que los medios de extinción siempre resulten insuficientes.

Asunción Rodríguez, viticultora: “Hay una cultura de utilizar el fuego para limpiar el monte y las alimañas”

Asunción Rodríguez Zarraquiños dirige la bodega Crego e Monaguillo y fue presidenta del Consello Regulador de la Denominación de Origen Monterrei. Sus viñedos resultaron dañados por el fuego tanto el pasado año como la pasada semana en otro incendio forestal entre Vilaza y Alvarellos.

Su diagnóstico es claro: “El problema es de abandono del rural y, fundamentalmente de mentalidad, de seguir utilizando el fuego como una forma de limpieza del monte y de las alimañas”, una cultura del fuego que “desgraciadamente sigue existiendo en mucha gente, aunque las nuevas generaciones cada vez está más concienciadas”.

El abandono también lleva a que, según Asunción, “no se le de valor al monte”. “En los últimos años ha habido gente en la comarca que a apostado por el rural con plantaciones de viñedo, de castaños y también de olivares, que son auténticos cortafuegos naturales, pero nunca seguiremos estando fastidiados mientras siga habiendo esa cultura del fuego y esa complicidad social”, concluye esta bodeguera.
Luis Vaz, ganadero de Verín Bioocop: “En las 5.000 hectáreas que pastan nuestras vacas no hay incendios”

José Luis Vaz es gerente de Verín-Biocoop, una cooperativa de ganaderos de la comarca que produce carne ecológica de vacas de razas autóctonas en pastoreo extensivo.

Coincide en que “es cierto en que habrá los incendiarios de turno”, pero advierte que el problema de fondo va mucho más allá del terrorismo incendiario”.

“Los incendios se apagan en invierno con limpieza y desbroce de los montes. Antes eso lo hacía el ganado pero se ha abandonado y ahora hay una enorme masa vegetal en los montes que crea las condiciones objetivas para estos grandes incendios”, explica.

“La administración tiene que cambiar el enfoque e invertir en prevención en invierno”

Como contrapunto, pone el ejemplo de las alrededor de 5.000 hectáreas de monte bajo y de pastos que manejan los ganaderos de VerínBiocoop: “No arde ni una sola porque la gente quita un rendimiento de este ganado autóctono, que realiza una labor agroambiental excepcional, desbrozando y creando riqueza”.

“La administración tiene que cambiar el enfoque. Pueden gastar en repoblación forestal miles de euros pero al cabo de unos años esto volverá a pasar si no se realiza prevención en invierno”, subraya José Luis Vaz.

Francisco Dans (Asociación Forestal de Galicia): “Es inconcebible que en esa zona cada año sigamos pagando miles de euros en repoblaciones”

El director de la Asociación Forestal de Galicia, Francisco Dans considera “inaudito que desde hace 25 años en esa comarca haya grandes incendios cada 4 años y no se castigue a los responsables, mientras que los ciudadanos tenemos que seguir pagando miles de euros públicos en extinción y repoblaciones forestales”.

Francisco Dans reconoce que “los montes en esa zona están bien dotados de cortafuegos y se ha plantado pino porque los terrenos son poco productivos y no admiten frondosas”. Sin embargo, considera “inaudito” que no se pidan explicaciones por estos incendios recurrentes prácticamente cada año.

Xosé Alfredo Pereira (Montes Comunales): “Obligar a que las comunidades tengan que reinvertir el 40% de sus ingresos no ayuda”

Por su parte, el presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes Vecinales en Mano Común, Xosé Alfredo Pereira, considera que los últimos cambios normativos de la Xunta para las comunidades de montes no ayudan a la prevención de incendios forestales. En concreto, se refiere el decreto que obliga a las comunidades de montes vecinales a reinvertir por lo menos el 40% de sus ingresos anuales en la mejora y protección de su superficie forestal, y que en caso de ingresos derivados de saca de madera por incendios, la reinversión en el monte se eleva al 100%.

“De esta forma se está potenciando el ciclo perverso de repoblar y en esa comarca tienen mucho poder en la gestión de los montes comunales las empresas privadas de gestión forestal”, advierte Pereira.

Por el contrario, defiende que para frenar el abandono del monte “se debería dejar a los titulares ponerlo en valor según su criterio y únicamente debiera obligarse a reinvertir lo que marque el plan de ordenación forestal”.

Hugo Rodríguez (Empresa de gestión forestal): “A nadie en el sector forestal le interesa comprar madera quemada”

Una de las comunidades de montes más afectadas por el gran incendio de la pasada semana fue la de Osoño-A Bemposta, en el ayuntamiento de Vilardevós, a la que el fuego arrasó con un pinar de 60 años que iba a ser talado.

En este sentido, Hugo Rodríguez, delegado de zona de Servitecma, la empresa que realiza la gestión forestal a esta comunidad, considera que las razones que llevan a que esta comarca sea el punto negro de los incendios forestales en España “son un cúmulo de factores, desde veranos cada vez más secos por el cambio climático, la tradición arraigada en Galicia de limpiar el monte con el fuego, o conflictos con cazadores…, pero sobre todo abandono del monte, que lleva a que se acumule una elevada carga de combustible y si se le suman veranos muy secos como este tenemos un polvorín”.

En cuanto a la obligación de reinvertir el 40%, Hugo Rodríguez recuerda que “es sobre todo para obras de mantenimiento de las infraestructuras de prevención de incendios forestales”.

Por el contrario, replica al presidente de la Organización Gallega de Comunidades de Montes que “no creo que haya ninguna empresa dedicada a la gestión forestal a la que le interesa que arda porque todo son perjuicios”. “De hecho -añade- para nosotros es una ruina que ardiese el pinar de la comunidad de Osoño-A Bemposta porque la comunidad va a cobrar mucho menos por la madera y va a tener menos dinero para reinvertir en los trabajos que hacemos nosotros”.

Alberte Blanco, ex-director general de Montes: “El problema es el abandono de las fincas alrededor de las aldeas”

Alberte Blanco Casal es vecino de Queirugás, una aldea de Verín que fue cercada por el fuego el pasado jueves y de hecho parte del cercado de los frutales de su finca fueron chamuscados por el incendio.

Además de testimonio directo, Alberte Blanco fue Director General de Montes de la Xunta de Galicia entre los años 2005 y 2009, un cargo que le permitió conocer de primera mano las causas estructurales de los incendios forestales en Galicia y en esta comarca.

En este sentido, advierte de que “el problema fundamental en esta comarca es el abandono de las fincas que rodeaban a las aldeas y que se dedicaban a la agricultura”. “La gran cantidad de maleza que acumulan, unido al hecho de que en algunas de ellas se ha plantado de forma ilegal pinos e incluso eucaliptos al lado de las casas, hacen que los incendios pongan más en peligro los núcleos habitados y que, además, se propaguen hacia las zonas de monte”, añade.

Precisamente, el Gobierno Bipartito del que formó parte, aprobó en el año 2007 la primera normativa que obligaba a los propietarios de la fincas a limpiar las fincas en torno a los núcleos habitados en una franja de 100 metros, que el actual gobierno redujo a 50 metros, y al que acusa de dejación a la hora de hacerla cumplir e imponer sanciones.

Alberte Blanco: “Necesitamos un pacto de país sobre el territorio, como hacen los países avanzados”

Además, Alberte Blanco critica la reducción del actual gobierno de la Xunta en los medios de extinción en la provincia de Ourense, como “pasar de 9 a 6 avionetas de carga, suprimir las pick up de vigilancia móvil con 500 litros de agua que hacían un primer ataque a los conatos de incendio, o reducir las brigadas profesionales contratadas por Seaga, que ahora pasan a depender de los concellos y que en algunos casos no son contratadas hasta agosto”.

“Tenemos que lograr un consenso de país sobre el problema de la gestión y ordenación del territorio en Galicia. Es algo que está pendiente desde hace décadas y que debería implicar a todos los sectores y no ser algo partidario. Es lo que hacen los países avanzados y no centrarse solo en medidas de extinción”, concluye el exdirector general de Montes de la Xunta.

Manuela González: “He perdido las 3 hectáreas de olivar que tenía, me han arruinado”

oliveira_verinEl gran incendio de Verín de la pasada semana dejó a su paso un rastro de desolación con cientos de hectáreas de monte bajo y arbolado calcinadas, pero también sotos de castaños, colmenares, viñedos y olivares echados a perder.

Una de las afectadas es Manuela González, una emprendedora en el rural que hace 6 años realizó una plantación de 3 hectáreas de olivar repartidas en varias fincas de la aldea verinense de Queirugás. “Me han arruinado, estos olivares empezaban a estar en producción”, lamenta.

“Mi olivar ardió porque el vecino de al lado no tenía limpia su finca”

Pero denuncia también que “mis plantaciones han sufrido este desastre porque mis vecinos no tenían las limpias fincas colindantes, de hecho alguna tenían acacias de más de 2 metros de altura”.

Sin embargo en las zonas donde los propietarios tenían las parcelas desbrozadas el olivar ha servido de cortafuegos natural contra el fuego. “Siento rabia e impotencia porque la administración no obliga a los propietarios de las fincas a cumplir la ley, y lo acabamos pagando los que apostamos por el rural. “No hay sanciones por no limpiar las fincas y al final se nos obliga a denunciar a nuestros propios vecinos”, critica.

 

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