Las altas temperaturas registradas este verano están haciendo que los ciclos del maíz se adelanten en muchas zonas. Con todo, en la mayor parte de las plantaciones aún está por criar la espiga. Pese a eso, ya se están produciendo importantes daños del jabalí en distintos puntos de Galicia. En muchas de las parcelas afectadas, aun estando cerradas con hilos del pastor eléctrico, el cerdo bravo está causando igualmente estragos.
La Mariña Lucense es una de las zonas más afectadas por los ataques del jabalí. “El maíz aún casi no tiene espiga con granos y las manadas de jabalís están causando grandes danos”, explican desde la cooperativa Os Irmandiños, integrada en Clun. Precisamente en ayuntamientos como Ribadeo o Trabada están detectándose parcelas arrasadas ya por la fauna salvaje. “Este año los ataques están siendo mucho peores que en otras campañas”, señala José Ramón Loza, responsable del área de cultivos de la cooperativa Os Irmandiños.
“El maíz aún casi no tiene espiga con granos y las manadas de jabalís están causando grandes daños”: José Ramón Loza, de Os Irmandiños
En esta zona ya habían tenido daños del jabalí durante la siembra, aunque puntuales y habían conseguido atajarlos con distintas medidas realizadas por los cotos de caza. Ahora apuntan que están sufriendo daños muy severos.
Más hacia el interior de la provincia, en parcelas de Castro de Rei también están acusando daños provocados por la incursión de manadas de jabalís. En algunos casos, los daños se produjeron en fincas que ya acusaban importantes dificultades por la sequía y que ya dan totalmente por perdidas tras pasar los jabalís por ellas.
En la provincia de A Coruña, en ayuntamientos como Lousame, la incidencia del jabalí dejó daños importantes ya en la siembra y ahora vuelven a tenerlos. Es el caso por ejemplo de Henrique Laranga que en esta campaña tuvo que sembrar de nuevo 4 hectáreas de maíz, con el gasto que eso implica. En algunos casos incluso tuvo que resembrar hasta 4 veces el maíz. “El maíz que no me comió en la siembra es el que está viniendo más temprano y el que me está comiendo ahora. Lleva ya más de 1,5 hectáreas de daños”, apunta el ganadero.
Ganaderos de Lousame tuvieron que sembrar varias veces las parcelas y ahora tienen ya más de una hectárea de maíz nuevamente afectado por el jabalí
Aunque están autorizadas batidas para este fin de semana, apuntan que llegan tarde, ya que hay muchas fincas con muchos daños, en una campaña en la que la producción ya está siendo menor por la sequía. Insisten en que las acciones preventivas deberían llevarse a cabo más ajustadas a los calendarios de las cosechas y siembras, para que resulten más efectivas. “El jabalí está siendo una plaga, aunque no quieran reconocerlo”, valora el ganadero.
También en el Deza están registrándose ya daños en parcelas de maíz, al que aún le falta tiempo para madurar. En Lalín detectaron daños incluso en fincas que estaban cerradas con el pastor eléctrico. Al igual que los ganaderos de la costa lucense, reclaman acciones para controlar la fauna. Esta zona está siendo muy castigada por la sequía y los daños del cerdo bravo reducen una cosecha que ya se espera muy inferior a la de otros años. Solo por la sequía se estima que la cosecha se reduzca en más del 40% en la comarca, a lo que se añaden ahora los daños causados por el jabalí.
Arrasa con las praderas en Os Ancares
Aunque en los meses centrales del verano es habitual que casi no haya daños del jabalí, en la zona de Os Ancares están sufriendo importantes daños en las praderas ya en los últimos meses. José Manuel Rodríguez, ganadero de Cervantes, registró importantes pérdidas en sus prados ya desde junio. “Ya no se esconden nada. Estamos cansados de ver los jabalís junto al rebaño, por entre las vacas”, apunta el ganadero. En los prados donde tiene algo de riego los daños se prolongan todo el año.
“Además de los daños que te hace en la hierba, tuve que segar con la máquina pequeña, con lo que me lleva más tiempo y las vacas no pacen allí por mucho tiempo”: José Manuel Rodríguez, ganadero de Cervantes
Esta campaña, José Manuel tuvo importantes daños en las praderas que tenía para seco, lo que le ocasionó recoger menos cantidad de forraje del que contaba, en un año en el que el aprovisionamiento de forraje es fundamental, dados los altos costes que está teniendo el pienso. Al margen de coger menos hierba, los estragos del jabalí en los prados también llevan parejo mayor carga de trabajo para el ganadero. “Además de los daños que te hace en la hierba, tuve que segar con la máquina pequeña, con el que me lleva más tiempo y las vacas no pacen allí por mucho tiempo”, explica.
José Manuel ya dio cuenta este año de 20.000 metros cuadrados de praderas afectadas, aunque reconoce que es más superficie la dañada. “Muchas veces son daños pequeños en un prado y en otro, y solo acabas por poner aquellas fincas en las que hay más destrozo, pero al final todo suma. Vas reduciendo de un lado y de otro y cuando te das cuenta te quedas con menos hierba de la que precisas”, argumenta el ganadero, que tiene un rebaño de unas 60 cabezas de ganado de carne.
Como él, ganaderos de Os Ancares llevan tiempo reclamando medidas que les ayuden a paliar los daños de la fauna salvaje, dado que muchas acciones de control están limitadas al encontrarse en plena Red Natura y Reserva de caza. “No están haciendo batidas, aunque lleguen a estar autorizadas y los que pagamos siempre somos los ganaderos. Cada vez quedamos menos y de este modo no va a quedar nadie con ganado”, señala.
Instalación de jaulas-trampa
Desde organizaciones como Unións Agrarias apuntan que está habiendo una mayor sensibilidad y entendimiento entre cazadores, ganaderos y agricultores, lo que está dejando una mayor colaboración a la hora de organizar batidas por daños en aquellas zonas afectadas. Con todo, desde Uniones siguen insistiendo en la importancia de contar con más medidas para el control de la fauna salvaje, tal y como habían recogido en la Iniciativa Legislativa Popular que habían presentado al Parlamento Gallego y que fue rechazada por el gobierno autonómico.
En este mismo mes, desde Unións remitieron de nuevo a la Consellería de Medio Ambiente una petición para el uso de jaulas-trampa para el control de los jabalís en aquellas zonas con mayor incidencia. Solicitan cambios en la gestión de este método, ya que en la actualidad es el ganadero o agricultor quien debe hacerse cargo del animal que cae en la jaula, lo que está suponiendo un importante gasto para los productores, al tiempo que limita su uso “Mientras obliguen a los ganaderos a asumir la gestión de los animales que caen, no se utilizarán. La tutela de estos animales debe ser de la Xunta y debe haber unos protocolos estrictos del manejo de este método, por lo complejos que son para que resulten efectivos”, señala Jacobo Feijoo, responsable de Desarrollo Rural en Unións.
Tal y como señalan desde Unións, el empleo de jaulas-trampa está siendo un método empleado en zonas como Extremadura para reducir los daños en plantaciones y con el que están logrando resultados exitosos al conseguir eliminar las manadas de esa zona.
Desde Uniones también temen que la incidencia de los fuegos forestales provoque movimientos de las manadas de jabalís y que puedan incrementarse los daños en zonas que en otras campañas tenían una menor carga de esta fauna.