El monte gallego alberga 6 millones de árboles muertos

El diagnóstico del Plan Forestal de Galicia señala que un 7,3% de la superficie forestal de la comunidad está ocupada por pies enfermos o madera seca, un indicador de las carencias de gestión activa

El monte gallego alberga 6 millones de árboles muertos

Pinos secos en monte. / Archivo.

La presencia de madera muerta en el monte en pequeñas proporciones favorece la biodiversidad, pero la excesiva abundancia de árboles muertos constituye un riesgo de enfermedades y plagas forestales. Tal escenario representa además un indicador de la falta de una gestión forestal adecuada. En Galicia, donde un 7,3% del monte está ocupado por árboles enfermos o muertos, la naturaleza está imponiéndose al manejo activo del bosque, según los datos que refleja el diagnóstico del Plan Forestal de Galicia.

El monte gallego alberga 6 millones de pies muertos (0,9%), dos terceras partes en pinares, en tanto el resto se divide entre masas de frondosas caducifolias (carballeiras, sotos) y eucaliptales. Si se contabilizan también los pies enfermos (4,3%) o muy enfermos (2%), hay que añadir otros 32,6 millones de árboles con serios problemas. El panorama revela las dificultades de gestión que hay en parte del monte gallego.

Galicia tiene una tasa de tala baja, de un 53%, mientras países como Portugal o Suecia superan el 80%

Minifundio
Un factor clave en la dificultad de gestión de la madera muerta o enferma es el minifundio, pues en la comunidad hay un total de 7,8 millones de parcelas forestales, con una superficie media de 0,27 hectáreas. La escasa dimensión dificulta la gestión y agrava la progresiva pérdida de rentabilidad de parte del monte, en especial de los pinares.

Los esfuerzos realizados para agrupar la gestión forestal de las propiedades particulares en sociedades se han saldado hasta el momento con más pena que gloria. El nuevo Plan Forestal, en fase de alegaciones que termina esta semana, se propone nuevamente el impulso de la agrupación de la propiedad forestal, a fin de aumentar el grado de gestión y la rentabilidad del monte.

Tasa de tala
El resultado de la falta de gestión es que en Galicia crece mucha más madera de la que se corta. En la comunidad se talan cada año 53 toneladas de cada 100 que crecen en el monte. En países como Suecia o Portugal, la tasa de tala supera el 80%. El problema principal en Galicia se sitúa en las masas de frondosas caducifolias, con una tasa de tala que ronda el 15%. Desde la Administración autonómica se proponen el reto de duplicar el volumen de talas de madera que se registran en Galicia, una cifra que desde el sector se observa con escepticismo, a la espera de cómo se concretan esos propósitos.

Montes vecinales
En comunidades de montes vecinales, el problema de la falta de gestión también está constatado. La Xunta calcula que un 34% de las casi 3.000 comunidades de montes que hay en Galicia tienen una junta rectora sin actualizar. Peor es el caso en un 10% del total de los montes vecinales, donde ni siquiera hay constancia de que existan estatutos vigentes.

Los retos que se le presentan al Plan Forestal son múltiples. Los problemas de gestión forestal que revelan los datos dejan dos materias pendientes claras: agrupar la gestión del minifundio particular y preservar el funcionamiento y la actividad de los montes vecinales en un contexto de despoblación y envejecimiento del rural interior.

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