La burbuja que se comenzó a gestar a mediados de este año en el mercado de la madera de pino ha continuado creciendo. La época COVID alteró todos los mercados, aumentando la demanda, y otras causas estructurales como la limitación logística y de transporte actual, favorecieron un incremento de los precios de la madera, principalmente de pino. En menor medida, los precios del eucalipto experimentaron pequeñas mejoras por el aumento del precio internacional de la pasta de papel.
Este otoño arrancó con la pasta de papel por encima de los 900 euros / tonelada, lo que representa una subida de cerca de 400 euros en un año. Esa situación propició una mejora progresiva de los precios pagados por las industrias del papel. En el caso de Ence, sus tarifas contemplan primas de hasta 3 euros / tonelada en escenarios de buenos precios de la pasta de papel.
En pino, «el precio de la madera depende de la calidad del lote, de la accesibilidad y en general de las características que tenga», tal y como explica Xosé Covelo, de la Asociación Forestal de Galicia. En la zona sur de Galicia, en función de estos factores, el precio «pasó de unos 32-36 euros de media en la madera en turno a unos 35-42 euros, por lo que se evidencia un alza en estos meses pasados».
En el caso del eucalipto, Covelo hace alusión a «una mejora progresiva de los precios, que no es ni con mucho tan marcada como en el caso del pino», y que oscila poco en su «rutina anual de subidas y bajadas de los precios, quedando en un promedio de 32-34 euros en el caso de la madera de eucalipto certificada», hablando siempre de precios de madera en pie sin Iva.
«El eucalipto está siguiendo los ciclos habituales de subidas y bajadas con pequeños aumentos, mientras que los precios del pino están pasando por la mejor etapa de los últimos 30 años» (Xosé Covelo)
«Las causas del buen momento de mercado del pino son multifactoriales y alcanzan desde las limitaciones logísticas al aumento de la demanda de grandes consumidores, como Estados Unidos y China» explica Xosé Covelo. Además, existen trabas internacionales en la producción de esta clase de madera: «Portugal no consigue satisfacer las necesidades demandadas, y grandes países exportadores como Rusia, van a restringir las exportaciones porque tienen necesidad interna».
El mercado marca los precios. Así lo afirma Manuel Ángel Fernández, maderero del Deza (Pontevedra), quien a pesar de destacar un aumento de los precios del pino y de su demanda, concibe el mercado como «algo cíclico», en el que «estamos pasando por una fase de expansión de los precios de las coníferas que no se producía desde hace años». Entre las causas que pueden justificar esto, Manuel Ángel destaca el hecho de «estar construyendo con más madera, que trae consigo una demanda cada vez mayor de esta materia prima como material principal».
«Cada vez hay más demanda de madera porque se está utilizando para muchas más funciones, lo que va generando equilibrios en el mercado entre oferta y demanda» (Manuel Freire)
Sus aplicaciones son cada vez más plurales, y las pretensiones de buscar productos sostenibles colocan a la madera como un bien altamente solicitado. «Cada vez va a tener más demanda debido al relevo de materias primas derivadas del petróleo y el plástico» declara Manuel Freire, maderero del Morrazo.
La tendencia de mercado es positiva, pero Xosé Covelo explica que es posible que en un futuro los precios estén influenciados por una «situación cambiante del mercado». Asimismo, sobre la evolución de precios, Covelo pronostica una continuidad indefinida de la situación actual para el eucalipto -debido la regularidad en su demanda- mientras que el pino, y en general las coníferas, se mantendrán un tiempo más en esta expansión, y después pasarán por un ajuste del mercado que, «con un poco de suerte dejará los precios más altos a los previos registrados a este ‘boom’ de las coníferas», según Covelo.
Los mercados de futuros de papel y de madera de China y Estados Unidos están moderando sus cotizaciones, lo que apunta a que el mercado se tranquilizará a lo largo de 2022.
«En una predicción muy atrevida, puede que la tendencia en las coníferas se estire 3 meses más o incluso 6, y después quizás se relaje un poco el precio» (Xosé Covelo)
Aumento de costes
El aumento en los precios va de la mano de un aumento de los costos de producción. Manuel Ángel comenta que «los precios son más altos pero en paralelo también existe un alza en los costos». El incremento de estos costes está vinculado, entre otras cuestiones, al aumento de los carburantes para el transporte. Son aspectos que, en un futuro, también pueden influenciar los precios de la madera.
Organización del monte
De la misma manera, Manuel Freire hace hincapié en la necesidad de organización de los propietarios para «evitar el bajo rendimiento, hacerle frente a las necesidades de producción y evitar riesgos, puesto que si no se planta, se reproduce la vegetación y la maleza del suelo, facilitando la propagación de incendios». Las palabras de Manuel forman parte de sus experiencias como maderero en muchas pequeñas parcelasm que «después de ser cortadas, quedan sin plantar, simplemente con rebrotes o prácticamente abandonadas».
La influencia de la COVID en la situación actual de los precios de la madera
Según el artículo «Perspectivas del comercio electrónico y los hábitos de consumo tras la COVID-19», publicado por el ESI -Instituto Científico Europeo-, las tendencias de compra online aumentaron hasta al punto de condicionar la logística internacional. El eCommerce pasó a formar parte de los nuevos hábitos de consumo mundiales; tal como comentaba Covelo: «la era COVID alteró todos los mercados».
Estos cambios en los hábitos estuvieron vinculados a un aumento de la demanda de madera para todo aquello que las empresas de trasporte necesitan: paquetes, embalajes, palés, y en general, derivados de la celulosa. Esto, al tratarse de un incremento a nivel mundial, tuvo un efecto directamente proporcional sobre la demanda maderera en todos los mercados, incluido el gallego.
El ecosistema de la construcción también supuso un factor de fuerza sobre el incremento de la demanda de madera a nivel internacional. La preocupación por la sostenibilidad de las construcciones lleva a la introducción de la madera como uno de los materiales principales en los sistemas estructurales de casas pasivas.
Las tendencias generadas por la pandemia, según aclaran consultoras del sector de la construcción, como ‘Apliqa’, remarcan un aumento de demanda en el sector de las reformas; un aumento que llega en cadena al sector forestal de Galicia.