“El reto ahora es colocar la gran cantidad de leche que produce Galicia”

El fin de las cuotas acaba con los límites a la producción de leche en la UE y se abre ahora un escenario de incertidumbres donde está por ver qué regiones europeas crecen en producción, dónde colocan esa leche y qué impacto tienen esos movimientos en Galicia. Hablamos sobre los desafíos a los que se enfrenta el sector lácteo gallego con el presidente de la asociación Terra e Leite, Xosé Turnes, quien también fuera directivo de Leyma a finales del siglo pasado. Turnes echa en falta el poco peso político del sector y advierte de la debilidad de la estructura industrial gallega. “Con la situación que tenemos, sería precisa de nuevo una gran respuesta social como la que se vivió en Galicia cuando se había negociado la implantación del sistema de cuotas”, compara.

El periodo sin cuotas lácteas que se abre en Europa, ¿hay que verlo como una oportunidad para el sector lácteo gallego o como un problema?
El escenario muy optimista no es, pero tenemos un cierto recorrido posiblemente en escenarios peores. Yo valoro como positivo lo que se consiguió hasta ahora, principalmente porque llegamos a tener un sector productor importante, pero quedan muchas carencias. Para mí, la gran debilidad que tiene el sector es la estructura industrial. El problema es cómo se coloca la gran cantidad de leche que produce Galicia –dos mil millones y medio de litros al año-, en los productos que se consumen, que son leche líquida, queso de alta rotación y productos para regular los excedentes estacionales, como leche en polvo. Ese es nuestro gran problema.

«Que Europa venda sus excedentes en España es una situación normal de mercado. Tenemos que espabilar»

España produce sólo en torno a dos terceras partes de los productos lácteos que consume. ¿Cree que con el fin de las cuotas se puede recuperar parte de ese mercado para la producción estatal?
España es deficitaria, lo sabemos todos, pero es deficitaria en productos que no va a fabricar España, porque por ejemplo, el consumidor que compra quesos franceses va a seguir con ese queso. La gran amenaza sería perder aún más mercado interior porque si en Europa se aumenta la producción de leche, como parece, antes de llevar la leche a Asia no vaya a ser que la vengan a vender en el mercado español, ya que posiblemente les sea más rentable venderla en brik en España o exportar quesos a España que venderla en polvo en China. Estos serían movimientos de mercado corrientes. No podemos protestar por esto ni pensar en conspiraciones. Lo que tenemos es que espabilar y defender nuestro mercado. Primero tenemos que ser líderes en España, aunque sea en leche líquida, antes de pensar en exportar.

En Galicia, el sector industrial destaca en la venta de leche líquida. ¿Está de acuerdo en que la innovación hacia productos de mayor valor añadido es otra línea de trabajo prioritaria?
Ya nos gustaría tener industrias que pudieran vender productos como hace Danone o Nestlé, pero desarrollar un proyecto así es algo que lleva mucho tiempo. Ahora el escenario que tenemos es otro. Las industrias que operan en Galicia dan síntomas de agotamiento o de retroceso; el sector industrial está descapitalizado y el grupo que podría liderarlo, el francés Lactalis, con capacidad de producción y de acceso a mercados, da la impresión de que está aguardando acontecimientos para seguir ocupando espacios, como hizo recientemente con la compra de Puleva. El I+D está muy bien, pero ahora, repito, el gran problema que tenemos es la colocación de la leche. Los ganaderos hasta ahora hicieron su trabajo bastante bien, pero nunca se les ocurrió que su problema podía estar en qué hacer con la leche. Y esta es la situación que tenemos ahora.

«El I+D está muy bien, pero el problema, repito, es colocar gran cantidad de leche en productos de alto consumo»

La integración a nivel estatal de las cooperativas con transformación industrial de la leche, ¿es una posibilidad que mejoraría el escenario?
Yo procedo del mundo lácteo cooperativo y ya me gustaría que fueran mejor las cosas, pero creo que ya nos pasó el sol por la puerta. En Galicia el proyecto de un grupo lácteo gallego lleva acumulado fracaso tras fracaso. El problema está en ser capaces de generar recursos, en definitiva, de ganar dinero para reinvestirlo en el sector y darle salida a la leche. ¿Qué cooperativa puede liderar un proyecto industrial en España? Tenemos cuatro cooperativas, Covap (Andalucía), orientada a producir marca blanca para Mercadona; Iparlat, en el País Vasco, que mueve un volumen de leche limitada; Feiraco, una cooperativa importante pero pequeña en el conjunto del sector, y Central Lechera Asturiana, que podría liderar el sector pero que está estancada y con problemas internos.

«¿Qué cooperativa puede liderar un proyecto industrial en España?. Analizo las que hay y no lo veo»

Ante este panorama, ¿qué caminos cree que se podrían seguir en el ámbito industrial?
No se ven movimientos de las industrias. Los caminos pueden ser muchos. Puede ser que no haya fusiones, pero sí que dos industrias se pongan de acuerdo para defender el mercado peninsular y que trabajen en conjunto para exportar productos fuera con infraestruturas como torres de leche en polvo. Serían decisiones estratégicas de grandes empresas, pero no se ven esos movimientos. A nivel cooperativo, por ejemplo, Central Lechera Asturiana y la portuguesa Lactogal, propietaria de Léete Celta, son las dos cooperativas fuertes de la península. Que se fusionen es complicado, pero sí que se echa en falta un acuerdo estratégico entre las dos para ser capaces de poner un mínimo de reglas de juego. Hay que tomar decisiones y hay que hacerlo ya. Las Administraciones no pueden mirar para otro lado.

«Para que la industria le diga el precio de la leche al ganadero, tiene que saber a cómo lo venderá en la distribución»

El fin de las cuotas llega también marcado por la tensión entre industrias y ganaderos. ¿Tan difícil es que las industrias se sienten a negociar contratos, precios y volúmenes de recogida con los productores?
Yo pienso que hay dos principios básicos. Primero, el ganadero no puede estar vendiendo sin tener idea de a cuánto le van a pagar la leche, hay que romper con eso. Y segundo, para que la industria le pueda decir al ganadero a cuanto le paga la leche tiene que tener una expectativa de a cuánto se la va a vender a la distribución. Si no sabe cómo va a vender esa leche, le damos la vuelta a la tortilla y ponemos a la industria entre la espada y la pared. Aquí hubo una multa de Competencia a las industrias lácteas, que estaban acusadas de pactar precios, pero en el supermercado se puede vender la leche a 50 céntimos sin hacer trampas? No hay que ser especialistas en el sector para saber que no.