Las explotaciones lácteas han atravesado dos años críticos en el 2015-16, aunque la ligera recuperación del 2017 está permitiendo que las ganaderías retomen el pulso y afronten nuevos proyectos de ampliación. Analizamos la situación con el subdirector xeral de Caixa Rural Galega, Gabriel Guijarro, que ve positivos estos pasos, siempre que se tomen desde “criterios económicos sostenibles”.
– Comencemos hablando de la situación atípica que se está viviendo a nivel financiero, con unos muy bajos tipos de interés. ¿Qué repercusión está teniendo este escenario general en el caso concreto de Caixa Rural Galega y de sus clientes?
Los inversores de los dintintos sectores (primario, industrial, de servicios, familias… ) vienen de una situación pasada de mayor endeudamiento, y tuvieron como prioridad en los últimos años bajar o reajustar deuda, alargando plazos, aprovechando precisamente esos tipos bajos y el exceso de dinero (liquidez) en el sistema financiero, todo ello con el fin de conseguir una situación financiera más cómoda y de cierta tranquilidad. Solo es ahora cuando algunos inversores se deciden de nuevo a invertir, pero los pequeños crecimientos de la demanda tampoco animan a hacer grandes inversiones.
«La mayoría de sectores tuvieron estos años la prioridad de reducir o reajustar su deuda»
Caso distinto es el del sector ganadero. El incremento en el precio de la leche de esta última campaña está haciendo que se demande crédito para aumentar la cabaña ganadera y hacer nuevas inversiones en maquinaria y en mayor capacidad.
Mientras, para Caixa Rural Galega, los tipos bajos reducen significativamente el margen financiero, con lo cual se ve obligada a incrementar volúmenes y productividad para mantener un nivel de beneficio que posibilite seguir creciendo poco a poco. El factor positivo es que la morosidad se va reduciendo y permite recuperar parte de las dotaciones efectuadas en su día.
– ¿Hay perspectivas de una elevación próxima de los tipos de interés? ¿Qué recomendaciones le transmitís a vuestros clientes a nivel crediticio y de ahorro?
– Se lleva tiempo hablando de que los tipos de interés van a subir, pero lo cierto es que siguen bajos. A nivel crediticio, les recomendamos que se financien a tipos fijos, pues tal y como está el precio de la Deuda Pública, sobre todo con la reciente mejora del rating de España y la bajada de la prima riesgo-país, hoy es posible cerrar tipos a largo plazo más bajos que nunca. No sabemos cuanto tiempo se mantendrá esta situación, así pues creemos que es un magnífico momento para endeudarse, siempre con criterios económicos sostenibles.
A nivel de ahorro, lo que podemos recomendar es no invertir en productos a largo plazo, esperando ese rebote de tipos. Quizás los fondos son hoy la mejor alternativa, pues permiten movilizar los ahorros de un producto a otro sin peaje fiscal.
– Pasemos al trabajo específico de Caixa Rural Galega con el sector agrario, que continúa siendo uno de los pilares de vuestra actividad. El sector lácteo viene de dos campañas marcadas por los bajos precios, que no acabaron de recuperarse este año, como se esperaba, en tanto el sector de la ganadería de carne está viéndose este año afectado por la sequía. ¿Cómo valoráis la evolución de la situación financiera de las explotaciones?
– Los años precedentes fueron muy duros para las explotaciones lecheras, que vieron recortada de forma drástica su margen. Pudieron subsistir estos años, con mucho esfuerzo, por la capacidad del ganadero gallego para vivir del autoconsumo, prácticamente sin asignarse un salario, un factor unido al buen comportamiento de las materias primas y a las mejoras de productividad en las ganaderías en los años precedentes, gracias a los planes de mejora, así como al alargamiento de los plazos de pago.
«Dos retos importantes de las ganaderías son aumentar base territorial y lograr más poder de negociación ante las industrias»
Afortunadamente, la pequeña mejora actual en precios cambió el escenario de pérdidas, y está posibilitando un respiro para todo el sector, que esperemos se mantenga o incluso mejore. En este sentido hay que seguir trabajando en la búsqueda de tamaño (base territorial y nº de cabezas) y en organizaciones de productores que permitan cierto poder de negociación frente a la industria, con el fin de que los precios en Galicia no sigan siendo los más bajos de todo el Estado.
Las ganaderías de carne tienen también como asignatura pendiente el incremento de tamaño (en base territorial y cabezas), y buscar relaciones estables con los compradores, para conseguir ingresos regulares.
– El IGAPE está lanzando líneas de apoyo a la financiación de las explotaciones. ¿Las veis de interés para el campo?
– Los convenios del Igape para el sector primario se orientan a financiar circulante y a refinanciar pasivos. Nos parecen una buena medida para aquellas explotaciones que están más apuradas, sin embargo desde Caixa Rural Galega siempre apostamos por ayudas ligadas a la mejora de la competitividad, que es lo que le da fuerza al sector a largo plazo, y posibilita que compitamos a nivel mundial, aprovechando además las buenas condiciones climáticas de nuestra tierra para los pastos y otros factores, como la mejora genética y el buen hacer de nuestros ganaderos en el manejo de los animales.
– En cuanto a las nuevas incorporaciones al campo y los planes de mejora de explotaciones que estáis financiando, ¿qué tendencias veis de inversión en las explotaciones?
– Las tendencias son las mismas que en los últimos años: fomentar la incorporación de ganaderos jóvenes a las explotaciones, que valorizan el campo y vienen con nuevas ideas y mucha ilusión a un sector que dejó de ser la pata pobre de la economía. La crisis polibilitó otra perspectiva e hizo que muchos jóvenes vieran en el rural su futuro profesional, donde desarrollar sus capacidades.
«Una tendencia que se consolida son los planes de mejora en el sector avícola, donde hay márgenes interesantes»
Asimismo, se están haciendo muchos planes de mejora para posibilitar incrementos de tamaño, con los que ser más eficientes en producción y recría.
Por último, una tendencia que se consolida en los últimos años son los planes de mejora para el sector avícola (carne y huevos en producción campera y ecológica), donde los márgenes son hoy muy interesantes, y la demanda de estos productos va en aumento.
– De los servicios que le presta Caja Rural Gallega a las explotaciones, ¿qué líneas destacaríais?
– Cubrimos todas sus necesidades financieras, poniendo a su alcance una banca moderna con todas las aplicaciones a través de internet y del teléfono móvil. Pero lo más importante, como siempre decimos, es que somos totalmente permeables al sector: hablamos todos los días con ellos, sabemos de sus problemas, visitamos sus instalaciones, somos conscientes en todo momento de sus necesidades, y sabemos que tenemos que estar al lado de ellos en los peores momentos.
Después, cuando todo va bien, seguimos siendo su banco de referencia por ese mismo motivo. El servicio es integral: desde agroseguros para la explotación, hasta financiaciones específicas, inversiones a largo plazo ajustadas a cada necesidad, financiación de aplazamientos, y todo ello a tipos de interés éticos para ambas partes, como no puede ser de otro modo la relación entre Caixa Rural y sus socios cooperativistas.
– ¿Cómo valoráis los proyectos industriales y de unión cooperativa que se están gestando en Galicia, con los casos paradigmáticos de Aira y de Clun?
– Nos alegra muchísimo que las cooperativas se entiendan y quieran sumar conocimiento, experiencias, mercados, y trabajo. Cuando esto se persigue, tarde o temprano se acaba convertiendo en un referente. Esperemos que enseguida estos proyectos culminen en productos y servicios gallegos de calidad y muy competitivos, que los hagan atractivos en todo el mundo.
Nos gustaría también que junto a estos proyectos de unión, se fomenten iniciativas públicas o privadas para incrementar la concentración territorial, que hoy sigue siendo el principal problema de nuestras ganaderías.
Por nuestra parte, estaremos encantados de aportar nuestro grano de arena para todas estas iniciativas y poder valorizar nuestro entorno agrario, ganadero, forestal y paisajístico.