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El Sindicato Labrego Galego, tras celebrar una asamblea de productores y productoras de patata en Xinzo de Limia, acordó reclamarle a la Xunta una línea de ayudas para compensar las pérdidas económicas provocadas por las restricciones del estado de alarma para enfrentar la pandemia de la Covid-19.
El confinamiento y el cierre de la hostelería hicieron que quedaran grandes contingentes, unos 5 millones de kilos de patata, almacenada sin salida comercial, nombradamente de la variedad Agria, especial para freír, de la que se suministra la hostelería.
«A pesar de que la Consellaría de Medio Rural intentó dar salida a la patata almacenada a través de la experiencia Mercaproximidade, esta solución no sirvió para muchos agricultores, sobre todo los que no tenían contrato, y que tuvieron que venderla a entre 4 y 9 céntimos el kilo a los intermediarios, los que realmente sí se beneficiaron junto a la distribución del canal Mercaproximidade puesto en marcha por la Consellería de Medio Rural», afirman desde el SLG.
Y es que los agricultores que tenían patata almacenada se vieron en una situación muy comprometida. «Por una parte, la llegada de las buenas temperaturas iba a acelerar el deterioro del tubérculo; pero, además, la nueva campaña comenzaba y se precisaban vaciar los almacenes para comenzar a trabajar con la patata de semilla. De esa situación desesperada se aprovecharon intermediarios y mayoristas, que dieron salida a esa patata con precios miserables a partir de 4 céntimos el kilo que, en el mejor de los casos pudieron llegar a los 8-10 céntimos pero que, en los peores, que los hubo, fueron llevadas sin precio para ser pagadas a posteriori o, simplemente, para librar a los productores y productoras de tener que costear, por encima, la destrucción de la patata que tenían almacenada», denuncia la organización agraria.
Por eso, desde el Sindicato Labrego Galego, reclaman que la Consellaría de Medio Rural incluya el sector de la patata entre los más damnificados por la pandemia del Covid-19 y cree ayudas para compensar las pérdidas sufridas y para garantizar la continuidad de las explotaciones afectadas dentro del «Plan de Reactivación del Campo» presentado en el último Consejo Agrario Gallego.
