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Tras la presentación este miércoles de la plataforma Conta Láctea, pensada para estimar los costes de producción en las ganaderías de vacuno de leche, el Sindicato Labrego Galego (SLG) se muestra cauto ante la efectividad y utilidad de esta herramienta para las granjas en las negociaciones de los contratos con la industria. «Estamos a favor de cualquier instrumento útil para definir con claridad los costes de producción, pues un panorama más claro de la economía de cada granja favorecerá la autonomía en la toma de decisiones, pero tenemos que mostrar nuestra cautela sobre la utilidad de esta herramienta en las negociaciones», valoran desde el SLG.
Desde el Sindicato Labrego apuntan a que la plataforma informática, incluso cuando su uso llegue a ser efectivo y extendido, servirá, en el mejor de los casos, para disponer de información pormenorizada de los costes de producción, pero no garantiza que ese enorme banco de datos vaya a ser útil para que las granjas puedan negociar sus contratos de manera más horizontal con la industria. «Es imprescindible que los costes de producción que se conozcan sean cumplidos por parte de la industria. Y entendemos que, después de realizada una inversión pública en la Conta Láctea, lo consecuente es que la Xunta coloque la voluntad y trabajo político para conseguir que los datos obtenidos a través de esta herramienta sean vinculantes para la industria», reclaman.
Dinero público y gestión personal
Por otra parte, la organización agraria también reprocha que la plataforma fuera llevada a cabo por entidades personales. «Resulta cuestionable que, cada vez con más frecuencia, la Consellería opte por convenios de cuantías ingentes con entidades privadas para sus proyectos y planes estratégicos», afean.
Señalan que esta manera de proceder «puede convertirse en el comodín al que la Xunta canalice dinero público para las tareas que personal y organismos públicos no pueden hacer, precisamente por una política de cortes y desinvestimiento que lleva años siendo denunciada desde el SLG».
Además, apuntan a que la utilización de esta plataforma va a suponer nuevos gastos para las ganaderías, puesto que en la mayoría de casos requerirá ser gestionada por las entidades de asesoramiento u organizaciones de productores lácteos. Echan en falta que la propia administración pública establezca recursos para quien no tenga los conocimientos y habilidades informáticas necesarios para gestionarla.
Cooperación o competición
La organización agraria también afea que no se haya puesto aún en marcha la Mesa Sectorial de la Leche, como un lugar para el debate y la búsqueda de soluciones conjuntas para el sector, y se haya priorizado la plataforma. Al mismo tiempo reivindican que esta plataforma sirva para establecer cooperación entre productores.
«Entendemos la posibilidad de comparar datos, de conocer las realidades de otras granjas y aprender de ellas también en lo económico como un enorme potencial, pero, antes para compartir conocimientos e ideas, desarrollar estrategias conjuntas, organizarse ante problemas comunes, de lo que para ver el resto del sector como competidores», apuntan.
