
Maíz tirado por el efecto del temporal en una finca en el municipio de Trazo

Unha das fincas da zona de Mazaricos que xestiona Ganxabar
“Si ahora pasa 15 días tirada, la planta es propensa a morir y tener problemas de hongos”
El mal tiempo de la madrugada y primeras horas de la mañana de este miércoles ha causado importantes destrozos en la zona de Mazaricos, con gran cantidad de maíz tumbado y algunos tallos rotos. Jesús Otero, técnico de Ganxabar, la cooperativa de ganaderos de las comarcas de Xallas y A Barcala que gestionan en conjunto la alimentación de su ganado, alerta ahora de los problemas asociados.
“Si mejora el tiempo y se pudiera entrar, una parte se podría cosechar y recuperar, pero va a depender de que el tiempo mejore. Si no se puede entrar en las fincas, el maíz que está medio tumbado acabará todo arrastrado por el suelo. Si la planta está tirada durante 15 días, ese maíz será propenso a morir y a tener problemas de hongos”, advierte.
La mitad de las 850 hectáreas de maíz que Forxabar sembró para ensilar en sus instalaciones de alimentación en común de Mazaricos aún están sin recoger, y ya auguran una disminución de forraje en comparación con el año pasado.
Ahora mismo, el menor de los problemas es labrar la hierba; lo que duele es ver el maíz tirado
“El coste total de labrar una hectárea de maíz supera los 1.500 euros, y el problema es el forraje que no tienes, porque necesitas esa comida para los animales y, seguramente, este año no va a haber mucho donde comprar maíz para ensilar”, anticipa.

Finca de maíz afectada por el agua y el viento en Ordes
“El año pasado le sobraba maíz a todo el mundo y este año les va faltar a todos”
La zona de Curtis está también entre las más afectadas de Galicia. Es una zona más fría, donde el maíz madura más tarde, especialmente este año, ya que en la mayoría de las fincas fue sembrado con un mes de retraso. Por eso, el temporal sorprendió prácticamente al 100% de las parcelas sin ensilar.
Luis Espiñeira, responsable de maquinaria y semillas de Cusoviame, describe que la afectación fue muy elevada en toda la zona de influencia de la cooperativa. «En los municipios de Curtis, Sobrado, Vilasantar y Aranga, e incluso en otros limítrofes como Guitiriz, hay fincas que quedaron arrasadas. Eso va a haber que fresarlo porque la cosechadora no lo puede recoger. Fue una calamidad», relata.
Hay fincas que han quedado arrasadas y va a haber que fresarlas porque ese maíz no lo recoge la cosechadora. Es una calamidad
«A la hora de ensilar, en esta zona siempre somos los últimos. Aquí todavía está cerca del 100% del maíz sin cosechar, y el problema es que la mitad no se va a poder recoger. El año pasado, a todo el mundo le sobró maíz, y este año les va a faltar a todos», lamenta.
La producción media habitual en la zona se sitúa entre 45.000 y 50.000 kg por hectárea. «El año pasado fue superior, pero este año no sé si llegaremos a los 35.000. Y el problema será peor en calidad que en cantidad, porque el porcentaje de almidón será muy bajo», explica.
Este año, a la hora de sembrar, cambiamos mayo por junio, y la mayoría del maíz fue plantado con un mes de retraso
La mayoría del maíz se plantó en junio e incluso en julio. «Hasta mediados se estuvo sembrando. Retrasamos un mes la siembra, y en algunas zonas aún así quedó estancado. En verano llovió uno o dos días casi todas las semanas, por lo que los suelos tienen un exceso de agua acumulado», cuenta Luis.
Cusoviame no dispone de picadoras en su parque de maquinaria, pero sí de sembradoras, que labran la mayor parte del maíz y de la hierba que se planta en la zona. «Este año andaremos por las 2.300 o 2.400 hectáreas», cuantifica. «Tenemos 50.000 kg de hierba en almacén, y mucha de esa semilla va a sobrar este año», señala.
La mayoría de los afectados no tiene seguro que cubra los daños ocasionados por el mal tiempo. «Se ha perdido la costumbre de hacer seguros, creo que la inmensa mayoría, alrededor del 80%, no lo tiene. Así que la única posibilidad de recuperar algo sería que la Xunta declarara la zona como catastrófica y pudiera haber alguna ayuda por esa vía», propone.

Una de las parcelas de Casa Carballo en Pol con una parte del maíz tumbado
“Intentaremos recoger el maíz que está tumbado el fin de semana amarrando otro tractor delante para tirar”
En la provincia de Lugo, los daños se han repartido de norte a sur, con mayor incidencia en la zona de la Terra Chá, tanto por el maíz tumbado como por el desbordamiento de ríos y la inundación de fincas, algo común en áreas bajas de los municipios de Cospeito, Vilalba y Castro de Rei. En estos lugares, si no deja de llover, será difícil poder entrar a cosechar el maíz y sembrar la hierba después. «Por aquí no tenemos maíz tumbado, el único problema es que hay muchas tierras y ríos desbordados», comenta Jesús Blanco, de la Granja Xustás SL de Cospeito.
Más hacia Meira, SAT Casa Carballo, en Pol, siembra más de 150 hectáreas de maíz. «Ya hemos recogido casi 100 hectáreas, nos quedan 50 y algo porque estaban más verdes», explica Iago Villamide, que lleva la explotación junto a su hermano José.
Si deja de llover unos días, se secará rápido, pero tiene que parar, y no se espera un tiempo estable
«Nos tumbó algo porque el maíz estaba bastante alto. En algunas fincas, la mitad está tumbada», relata. Hace unos 10 días, la anterior borrasca ya había tumbado algunas parcelas, que ya ensilaron. «Recogimos las zonas que estaban tumbadas, la cosechadora lo recoge bastante bien, pero lleva mucho más tiempo», reconoce.
Con la pequeña mejora del tiempo prevista para el sábado, intentarán ensilar también lo que el huracán Kirk tumbó esta vez. «Esperamos poder hacerlo el fin de semana. No podemos esperar mucho porque parece que el tiempo empeorará la próxima semana. Engancharemos un tractor para tirar del otro con el remolque. Vamos a probar así. Pero si la máquina no puede entrar, no se puede hacer nada. Si está demasiado mojado, que de momento lo está mucho, no podremos ensilarlo, y este año no hicimos seguro», comenta.
Este año, sembrar la hierba va a ser complicado. Aún no hemos sembrado nada, y cuando venga buen tiempo, habrá que trabajar día y noche
Los ríos de la zona de Mosteiro, en Pol, al igual que los de Cospeito, Vilalba y Castro de Rei, se han desbordado, lo que dificultará tanto la recolección del maíz como la siembra de las praderas. «Este año, sembrar la hierba va a estar complicado. Nosotros aún no hemos sembrado nada. Cuando venga buen tiempo, habrá que trabajar día y noche. Tenemos dos máquinas y sembramos con ambas», señala Iago.
Más al sur, en la zona de Lugo, se ha cosechado entre el 30% y 40%, y los daños del temporal de esta semana se suman a los del jabalí, que este año está causando grandes pérdidas en muchas fincas, según indica Álex Castedo, que tiene una empresa de servicios.

En la comarca de A Mariña esta vez el vendaval sólo ha afectado a las zonas altas más desprotegidas
“En el maíz tirado hay un descenso de calidad porque no llega al nivel de almidón que debería tener”
En A Mariña, los vientos del suroeste que trajeron un intenso temporal en la costa no afectaron especialmente a las zonas de tierra en esta ocasión. Solo hubo daños puntuales en parcelas de maíz situadas en áreas altas y desprotegidas, más expuestas al vendaval.
José Ramón Loza, responsable de cultivos de la cooperativa Clun en la zona y encargado del parque de maquinaria de Os Irmandiños, señala que todavía están lidiando con los efectos de la borrasca de la semana pasada, que afectó unas 20 hectáreas.
En A Mariña, el vendaval de la semana pasada afectó a 20 hectáreas de maíz
«Aún no hemos podido recogerlo, estamos valorando qué hacer con ellas. Intentaremos recoger lo que podamos, aunque llevará más tiempo y causará más averías en los cabezales. Ya hemos tenido varios problemas con máquinas atascadas», comenta.
En las fincas con maíz tumbado, disminuye el rendimiento de las picadoras, pero también la calidad del forraje. «Con el maíz tumbado hay una disminución en la calidad, ya que no alcanza el nivel de almidón que debería. El flujo de nutrientes hacia la espiga se reduce y la planta se centra más en sobrevivir. Además, el suelo queda más cubierto y no ventila, lo que puede causar problemas de hongos y micotoxinas», detalla.
Clun tiene contratada una póliza de seguro que cubre las pérdidas por el maíz que no se pueda recoger en sus fincas de gestión directa
Clun ha cosechado una cuarta parte de las 600 hectáreas que cultiva para el CAVI, el centro de alimentación que la cooperativa tiene en Barreiros, y en torno al 30-35% del total de la campaña en la comarca, que abarca otras 700 hectáreas cosechadas para explotaciones de la zona.
El costo de cultivar maíz este año con el parque de maquinaria de la cooperativa ha oscilado entre 1.200 y 1.400 euros por hectárea, incluyendo laboreo, abonado, siembra y una aplicación de herbicida. Para cubrir las posibles pérdidas en las fincas de gestión directa, Irmandiños trabaja con Agroseguro.
«Hemos contratado una póliza clásica y, en función de lo que quede sin recoger, valorarán los daños. Peritan y pagan por lo que quede en la finca sin recoger. Hay una franquicia, y el importe que abonan normalmente cubre los costos de la siembra y otros gastos», asegura José Ramón.
“La producción va a caer al menos un 20%; gran parte del maíz que está encamado no se va a dar aprovechado”
Kiko Mosquera, responsable de maquinaria de la cooperativa Cobideza, estuvo aprovechando el martes para ensilar hasta que empezó a llover, ya al caer la noche. «El lunes y martes estuvimos metiendo, y en cuanto pase un día sin lluvia, seguiremos», adelanta.
Todavía tienen la mitad de las hectáreas sin ensilar en la zona, pero seguirán con la programación establecida, sin alterarla por los efectos de la borrasca. «Seguiremos en el mismo orden porque todos los socios tienen algo tumbado», argumenta Kiko.
El temporal ha causado daños importantes en la comarca del Deza, con fincas en las que el maíz está completamente tumbado e incluso partido a la mitad. «Lo que está así de encamado no se podrá aprovechar, ni siquiera picándolo de una sola manera, porque se enreda», explica.
La mayor parte de la gente aquí no tiene seguro; empiezan a contratar por el gusano o el jabalí, pero no por el viento
Cobideza todavía tiene trabajo para al menos dos semanas con las cosechadoras. «En un año normal habríamos llegado, como mucho, hasta el día del Pilar, pero este año habrá maíz hasta al menos el día 20. Mucho no estaba listo para recoger porque aún está verde», asegura.
Kiko estima que la producción será un 20% inferior respecto al año pasado. «Este año, en agosto, aquí no cayó ni una triste gota y hubo viento del nordeste. El promedio de lo que hemos recogido hasta ahora es de 30 toneladas, y eso que fue el maíz sembrado temprano», matiza.
La mayoría de los ganaderos de la zona no tienen seguro que cubra los daños causados por el temporal. «Hay quienes tienen seguro por el gusano o el jabalí, pero no por el viento», afirma Kiko.
Esta situación también es confirmada por Suso Montes y Alberte Lamazares, presidente y secretario de la cooperativa O Rodo, otra en la comarca del Deza. «En Rodeiro, quedaba entre el 70% y el 80% del maíz sin recoger, y ha sufrido mucho. La zona norte del municipio es más seca y se puede entrar a recoger más rápido, pero el valle de Camba es una zona más húmeda», explican.
Incertidumbres que deja el temporal: cómo afrontar las pérdidas y la justificación de la PAC
UUAA calcula daños por importe de 65 millones de euros

Castañas tiradas por el viento en Viana do Bolo
Unións Agrarias ha hecho este miércoles una primera estimación de urgencia sobre los estragos causados por el temporal Kirk en varias zonas productoras de Galicia, calculando que las pérdidas en la producción de maíz rondarán los 65,5 millones de euros en toda la comunidad.
«En algunas de las zonas ganaderas más afectadas, como Trazo, Ordes o A Costa da Morte, la producción forrajera es vital para la rentabilidad de las granjas, por lo que el impacto será tremendo, si tenemos en cuenta que el 60% de las parcelas (unas 22.000 ha) que aún no habían sido cosechadas están afectadas«, destaca Óscar Pose, responsable del sector lácteo del sindicato.
En Galicia se siembran 72.815 hectáreas de maíz, según datos de la PAC
UUAA subraya que, en este momento, los ganaderos apenas han recogido la mitad del maíz «y lo que quedó afectado apenas se podrá aprovechar», señalan. «En zonas de Lugo como Cospeito y Vilalba, las parcelas están completamente inundadas, lo que impedirá trabajarlas durante muchos días, provocando la pérdida de gran parte de la producción», asegura el sindicato.
Afectaciones en los castaños
A punto de comenzar la campaña de recogida de castañas en las principales zonas productoras de Galicia, el temporal ha provocado la caída de los erizos, ha roto ramas de los castaños y ha derribado incluso algunos árboles enteros.
«Destaca la pérdida en los castañares de Viana do Bolo, donde se han perdido muchos castaños por la caída de ramas e incluso ejemplares enteros han sido derribados. Los vientos también dañaron los erizos al tirarlos al suelo sin madurar, y arrancaron las hojas de los árboles, lo que complicará la recolección de las castañas cuando estén maduras», explica UUAA.
Pérdidas en el sector de la pataca en A Limia

Una tierra de patacas completamente anegada en A Limia
A Limia, reconocida como la principal comarca productora de patata de Galicia, está sufriendo las consecuencias de las persistentes lluvias de las últimas semanas, lo que ha imposibilitado la recogida de más de 120 millones de kilogramos de tubérculos.
“Dejar en la tierra el 90% de la producción de patata supone afrontar pérdidas de unos 38 millones de euros, a lo que se debe sumar la inversión ya realizada en el cultivo, que ronda los 19 millones de euros, lo que pone en riesgo 57 millones de euros”, calculan desde la Asociación de Empresarios, Ganaderos y Agricultores de A Limia (ADEGAL).
La implantación del cultivo de la patata se ha visto gravemente afectada por la imposibilidad de acceder a las parcelas a tiempo. “En primavera, las tierras de cultivo estaban totalmente inundadas debido a la mala drenaje de las cunetas, los canales secundarios, los ríos y el canal principal de riego”, denuncian.
Los agricultores de la comarca solicitan una reunión con el delegado de la Xunta en Ourense ante la difícil situación que afronta el sector
ADEGAL ha demandado a las Administraciones la limpieza y el mantenimiento de las infraestructuras agrarias, pero “debido a su pasividad, esta problemática recurrente se repite nuevamente en la recolección, con graves consecuencias y pérdidas millonarias”, afirman.
A estas pérdidas en la patata se suman las que afectan al cereal de invierno, que prácticamente se perdió en su totalidad, y los retrasos en la siembra del cereal de primavera, lo que resultó en una disminución de su rendimiento y, por tanto, en menores ingresos para las explotaciones agrarias.
“Si continúan las lluvias, este año tampoco se podrá sembrar el cereal de invierno, lo que genera una gran incertidumbre sobre la viabilidad de las explotaciones agrícolas de la comarca”, advierten.