El tiempo inestable retrasa la siembra del maíz en Galicia

Excepto en A Mariña y Xallas, donde se comenzó a labrar hace 15 días, en otras zonas productoras de leche están pendientes de ensilar la hierba para poder preparar las tierras y solo se han podido sembrar algunas fincas que quedaron paradas en invierno

Un dos tractores de Comercial Agropres traballando esta semana na sementeira na zona da Mariña e o occidente asturiano

Uno de los tractores de Agropres trabajando esta semana en la zona da Mariña e el occidente asturiano

La siembra de maíz acumulará este año un retraso de más de 15 días a respecto de las fechas habituales de siembra en las distintas zonas de Galicia. El tiempo revuelto de las últimas dos semanas, con lluvias frecuentes y temperaturas relativamente bajas, no ha permitido comenzar a labrar y en muchas zonas está aún pendiente hacer el último corte de hierba para poder luego preparar las tierras y echar el maíz.

Lo fuerte de la siembra, de este modo, se retrasará este año a partir de mediados de mayo, lo que influirá en la variedad y el ciclo del maíz escogido para que la fecha prevista de ensilado no se vea comprometida. La humedad y el estado de la tierra también condiciona su laboreo y la manera de trabajarla. Son todas estas cuestiones (preparación de la tierra, elección de la variedad, fecha y condiciones climatológicas de labrado) algunos de los factores determinantes para el éxito del cultivo del maíz, puesto que el rendimiento final que se obtenga en las parcelas depende al 50% del momento de la siembra.

Hablamos con ganaderos, cooperativas y empresas de servicios de distintos puntos de Galicia para conocer cómo está la situación en su zona y las perspectivas para la campaña de este año del principal cultivo forrajero de las explotaciones de leche gallegas.

Comercial Agropres (A Mariña y Asturias): «Recomendamos sembrar siempre el ciclo más largo que se pueda»

Una de las zonas de Galicia que más madruga a la hora de echar el maíz es siempre la comarca de A Marina lucense. Allí la siembra ya empezó a mediados del mes de abril. «El fuerte de la campaña aun no comenzó porque el tiempo no está ayudando, pero hemos estado sembrando de manera continuada desde el día 14. De las fincas que estaban vacías no quedan muchas hectáreas por labrar. El lío está en las que están con hierba, ya que va con retraso el ensilado», cuenta José Portela, responsable técnico y de semillas de Comercial Agropres, la empresa de servicios asentada en el polígono industrial de Barres, en Castropol, y que trabaja en la zona de A Mariña y el occidente asturiano, donde cosechan 900 hectáreas de maíz para ensilado, que emplean después en la mezcla húmeda que suministran a 60 explotaciones de Galicia y Asturias.

Al mal tiempo se añadió este año la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, que complicó la siembra al obligar a extremar las precauciones y modificar la manera habitual de trabajar. «Los servicios agrícolas tenemos que seguir funcionando porque las cosechas hay que echarlas pero tratamos de reducir los contactos entre la gente al mínimo imprescindible con medidas como que un chófer ande siempre, en la medida del posible, en la misma máquina, y generalizamos el uso de mascarillas, guantes y desinfectante», explica.

Lo fuerte de la campaña aun no comenzó porque el tiempo no está ayudando, pero hemos estado sembrando de manera continuada desde el día 14. De las fincas que estaban vacías no quedan muchas hectáreas por labrar. El lío está en las que están con hierba, ya que va con retraso el ensilado

Además de las 900 hectáreas que Agropres echa a maíz para la planta de mezcla húmeda, donde no trabajan con silo de hierba, siembran otras 300 hectáreas para otras explotaciones a las que realizan los trabajos agrícolas como empresa de servicios externos, por lo que la cantidad total de tierra trabajada en esta campaña rondaría las 1.200 hectáreas sembradas (unas 1.700 contando abonado y aplicación de fitosanitarios).

José recomienda «sembrar siempre, por una cuestión de simple rentabilidad, el ciclo más largo que se pueda, adaptado a las fincas, a su altitud y a como venga el tiempo cada año, pero los costes de implementar el cultivo son los mismos y la diferencia de rendimiento es notable», asegura.

Hay que echar el ciclo más largo que se pueda por una cuestión de simple rentabilidad porque los costes de implementar el cultivo son los mismos y la diferencia de rendimiento final es notable

En su caso, en sus fincas y dado que no echan raigrás en invierno, procuran sembrar temprano, sobre todo en aquellas zonas más próximas a la costa, donde se dan temperaturas más suaves. «A nivel del mar echamos ciclos 600 y 700 para recoger en un año normal en la última semana de septiembre», explica.

En el caso de clientes que hacen rotación de maíz con hierba en las parcelas, esas serían las fincas que más retraso acumularían este año al retrasarse el ensilado del raigrás. «La gente está esperando a que asiente el tiempo para ensilar y después hay que preparar las tierras y labrar. Normalmente acabamos de sembrar por el mes de junio, porque hay clientes que hacen dos cortes de hierba, por lo que vamos bajando el ciclo hasta finalizar en un 300 o incluso en un 270-280 en algunos casos», añade.

Laboreo y labrado más superficial

Para la siembra en Comercial Agropres cuentan con una máquina de siembra variable de 8 líneas, 1 de 6 líneas sin abono y 2 más de abono localizable, también de 6 líneas. «No usamos tren de siembra, primero va la grade y después la sembradora», indica José.

«En las fincas vacías hacemos una aplicación de herbicida total y nuestra recomendación es siempre arar, a no ser que salga mucha piedra para encima. La profundidad de arado varía en función de la tierra, pero no se debe arar muy profundo porque abajo nada se va a buscar, pero la altura de arado debe permitir que quede lo mejor volteada posible la tierra. Luego se hace un laboreo con rotovátor o con grade rotativa para que quede el mejor lecho de siembra posible y que no queden terrones por arriba, porque eso dificulta hacer la siembra y que trabajen bien los herbicidas», explica.

Este año la humedad que hay en la tierra permite labrar a menos profundidad

En esta empresa asturiana llevan un par de años ensayando con cultivos de invierno para su uso como abonos verdes de manera que les permita que la tierra no apelmace tanto durante el invierno y reducir el uso de herbicidas, aunque están muchas veces condicionados por la disponibilidad de maquinaria y de tiempo a la hora de echar estos cultivos tras la cosecha del maíz, lo que limita muchas veces su efectividad. «En septiembre y octubre tenemos que dedicar todos los recursos que tenemos a la campaña de ensilado de maíz y cuando acaba la cosecha a veces la climatología ya no permite sembrar estos cultivos de invierno. Este año las pocas fincas que tuvimos con nabo no han llevado glifosato. Se suprimió el primer pase de herbicida y también baja la presión de malas hierbas cuando sale el maíz», dice. En estas tierras únicamente pasaron una trituradora, el arado y la fresadora antes de sembrar directamente el maíz. Pero el tiempo en otoño pasado tampoco les permitió hacer el ensayo a gran escala que habían previsto llevar a cabo con nabos y tremocilla para comparar el efecto de estos cultivos de invierno usados como abono en verde.

A ver si este año nos respeta la fauna, porque contra eso no tienes mucha manera de hacer nada

El estado de la tierra en el momento de labrar también condiciona la profundidad de siembra. «La altura cambia en función de la humedad que tenga la tierra, pero muy profundo no puedes meter el maíz porque si llueve mucho puede encostrar y no sale y muy superficial si no llueve la planta puede secar», razona el técnico de Agropres, que añade que «la densidad depende bastante de la variedad y de cuándo estemos sembrando, si es temprano o es tarde. Nosotros cada vez nos fijamos más en las referencias de las casas de semilla para decidir, miramos de las distintas variedades cómo toleran más carga de semilla», explica.

En el momento de la siembra trabajan con Trika, un abono que también tiene efecto insecticida. «Metemos un stárter en el 90% de las hectáreas y en el caso del herbicida optamos por una estrategia de preemergencia con postemergencia en aquellos casos en los que sea necesario. Somos conscientes de que estamos en una zona problemática para las malas hierbas, con mucho ataque de juncia, lo que obliga a hacer un tratamiento de postemergencia en algunas parcelas», indica.

Para finalizar, José espera que en esta campaña «ya que el tiempo no ayudó para labrar, a ver si por lo menos nos respeta la fauna, porque contra eso no tienes mucha manera de hacer nada», concluye.

Millo xa nacido froito das primeiras sementeiras feitas a mediados de abril en fincas a nivel do mar

Maíz ya nacido fruto de las primeras siembras realizadas a mediados de abril en fincas a nivel del mar

Os Irmandiños (A Mariña): «La previsión es labrar unas 850 hectáreas»

También han comenzado a trabajar en A Mariña las máquinas de la cooperativa Os Irmandiños, integrada en CLUN, que cuenta con servicio de mezcla húmeda para alimentación de ganado. Trabajan con dos sembradoras y han previsto labrar este año unas 850 hectáreas, según explica Mauro Louzán.

La cantidad es semejante a la de años anteriores («quizás un poco más», dice) y la programación de fincas también se está viendo condicionada en su caso por la climatología. La estrategia que emplean en Irmandiños para preparar las tierras varía en función de las características de la finca. «Nosotros aramos o pasamos la grade de discos en función de cómo sea la parcela, si tiene muchas piedras procuramos no pasar el arado para no levantarlas para arriba», cuenta Mauro. «Luego abonamos, hacemos un pase de grade rotativa y sembramos», dice.

El Centro de Alimentación de Vacuno de Irmandiños (CAVI), ubicado en la parroquia de Vilamartín Pequeno, en Barreiros, es la mayor instalación de tratamiento y almacenaje de forrajes de Galicia, con capacidad para ensilar en una campaña unas 16.000 toneladas de hierba y otras 24.000 toneladas de maíz forrajero, procedentes de las más de 700 hectáreas de terreno de los socios que gestiona directamente la cooperativa.

Desde el CAVI sirven en este momento la ración diaria con la que alimentar el ganado de 55 explotaciones de A Mariña, A Pastoriza y el occidente de Asturias

En el CAVI cuentan con 14 silos, de los que 6 se llenan con hierba y 8 con maíz. Estos últimos son 6 silos de 14 metros de ancho, con capacidad para 4.000 toneladas cada uno: otro de 18 metros, con capacidad para 5.000 toneladas, y otro de 21 metros, con capacidad para hasta 7.000 toneladas de forrajes.

Desde el CAVI llevan diariamente en este momento la mezcla húmeda para alimentar el ganado de 55 explotaciones de A Mariña y A Pastoriza e mismo sirven la ración a alguna ganadería socia de la cooperativa Campoastur en la localidad de Belén de la Montaña, perteneciente al ayuntamiento asturiano de Valdés.

Ganxabar (Xallas y Barcala): «Normalmente a mediados de mayo ya hemos finalizado, pero este año seguramente se retrase»

En la zona de Xallas y Barcala, labraron ya hace dos semanas, antes de que empeorara el tiempo, las fincas que tenían sin cultivo de invierno. «Tenemos ya unas 150 ó 200 hectáreas labradas, pero aún nos faltarían otras 400. Las fincas que tienen hierba o las parcelas más húmedas aun están sin labrar», explica Adrián Cundíns, gerente de Ganxabar, que integran ocho ganaderías de Xallas y Barcala que comparten recría y gestión de forrajes a través de Forxabar, ubicada en la parroquia de Sano Cosme, en el ayuntamiento coruñés de Mazaricos, la tercera mayor instalación de ensilado de Galicia, después del CAVI de la cooperativa CLUN y de la planta de mezcla húmeda de AIRA en Sarria.

«El tiempo no ayudó a labrar, el 80% de la superficie agrícola que manejamos está a dos cultivos y como no se pudo sacar la hierba no se pudo sembrar. En esas fincas estamos preparando la hierba para ensilar pero toda la tierra que estaba parada la mayoría ya está sembrada», indica.

El 80% de la superficie agrícola que manejamos está a dos cultivos y como no se ha podido todavía sacar la hierba para ensilar no se ha podido sembrar el maíz

Los ciclos del maíz que echan se van adaptando a la época de siembra para que la cosecha venga toda junta. «Empezamos con ciclos 500-600 al principio y acabamos con 300 a mediados de mayo para que venga todo el maíz al mismo tiempo e intentar unificar la recogida», explica Adrián.

El retraso acumulado este año en el ensilado de la hierba condicionará la campaña del maíz. «Si las condiciones lo permiten a mediados de mayo hemos finalizado normalmente, pero este año seguramente se retrase un poco por el tiempo», aclara.

Esta unión de ganaderos, que comenzaron trabajando en conjunto a través de una CUMA, echan mano de una empresa de servicios de apoyo en las campañas y compaginan la maquinaria propia con la que aporta la empresa de servicios externa que contratan.

Finca sementada con millo a mediados de abril por Ganxabar

Finca sembrada con maíz a mediados de abril por Ganxabar

Ganadería Iglesias Agra (Santa Comba): «Tenemos todo preparado para enterrar el abono y el maíz»

En la Ganadería Iglesias Agra de Santa Comba no hacen rotación de cultivos de maíz con raigrás. «Empleamos fincas distintas, tenemos fincas para hierba y fincas para maíz, solo hacemos rotación en 5 ó 6 hectáreas, el resto esperan por el maíz», explica Manuel Iglesias.

Eso les permite sembrar el maíz más temprano y lograr muy buenos rendimientos. «El año pasado la cosecha fue muy buena, obtuvimos unos 40.000 kilos por hectárea», indica. En 2019 echaron 41 hectáreas y este año calculan que sembrarán algunas más, unas 45, pero irán sembradas más tarde que el año pasado. «El año pasado echamos primero 38 hectáreas y las otras 3 fueron sembradas más tarde porque son más mojadas, este año pasará lo mismo. En esas el ciclo que echamos es más corto para que venga el maíz todo junto para ensilar», explica.

Tenemos fincas para maíz y fincas para hierba, solo hacemos rotación en 5 ó 6 hectáreas de las 45 que echamos, el resto esperan por el maíz

«Estamos trabajando en la medida de lo posible, pero las lluvias más intensas nos han retrasado. Si hubiera más estabilidad atmosférica ya estaríamos labrando. De hecho, tenemos todo preparado y las tierras listas para enterrar el abono y el maíz y está la empresa de servicios esperando para labrar», cuenta Manuel. Ellos pasan con maquinaria de la propia explotación a grade de discos a las tierras y contratan después la fresadora y la sembradora a través de una empresa de servicios.

SAT Os Penedos (A Pastoriza): «La tierra escasea en esta zona y empezamos siempre a partir del 10 de mayo»

En la zona de A Terra Chá el fuerte de la campaña no comenzó tampoco aún. SAT Os Penedos se encuentra en la parroquia de Álvare, en el Ayuntamiento de A Pastoriza, uno de los más lecheros de Galicia. Es una zona en la que abundan las explotaciones de leche y en la que muchas de ellas están aumentando el número de cabezas.

Eso hace que la tierra escasee y haya que aprovechar bien la superficie disponible haciendo rotación de raigrás y maíz en las parcelas. «Nosotros tenemos ahora a hierba unas 70 hectáreas, hemos ensilado unas 20 y quedarían otras 50 por ensilar ahora a principios de mayo porque la hierba está en su momento, de hecho ya se ha tumbado», explica Manolo Eiros.

En esta zona el maíz se echa siempre a partir del 10 de mayo , aquí sembramos más tarde porque no entras en alguna finca, así que de momento iríamos más o menos en plazo

Una vez hecho el corte de la hierba apuran los trabajos de abonado y preparación de la tierra y en 15 días tienen todo labrado con maíz. «En esta zona el maíz se echa siempre a partir del 10 de mayo, sembramos más tarde porque no entras en alguna finca, así que de momento iríamos más o menos en plazo», dice.

De las 70 hectáreas que tienen a raigrás, unas 12 quedan a hierba para un segundo corte y el resto las aran para echar maíz. Este año sembrarán unas 80 hectáreas en total a maíz, ya que ampliaron la base territorial con 18 hectáreas más en alquiler. Los precios que se pagan en esta zona son de los más altos de Galicia, con rentas que están por encima de los 400 euros anuales por hectárea.

La falta de base territorial para forrajes y para dar salida al purín condiciona el crecimiento de las explotaciones en la parroquia de Álvare, lo que hace que los precios que se pagan por la tierra superen los 400 euros por hectárea al año

A las explotaciones que, como Os Penedos, quieren seguir creciendo no les queda más remedio que pagar rentas altas. Esta SAT cuenta en la actualidad con 540 cabezas totales, entre las que se incluye mucha recría porque tenían intención de aumentar a las vacas en producción. «Queríamos hacer una ampliación de la nave e instalar una sala de ordeño rotativa, pero nos denegaron el informe de impacto ambiental porque nos faltarían 22 hectáreas de superficie agraria más, a mayores de las que tenemos, para cumplir con la normativa, así que no podemos ampliar mientras no tengamos más superficie o mientras no monten la planta de tratamiento de purines que la Xunta anunció que iban a hacer aquí en A Pastoriza de las 4 que están proyectadas en Galicia», explica Manolo.

Ganadería Neiras SC (Sarria): «El ciclo 700 este año no va a poder ser»

En otras zonas del interior de la provincia de Lugo están también pendientes aún de poder hacer el ensilado de la hierba. «Aquí ensilaron dos vecinos estos dos días pasados que hizo bueno, y después araron la tierra, pero la mayoría estamos esperando a que mejore el tiempo para poder ensilar. Pienso que van a venir tres días buenos en el fin de semana y yo he pensado en aprovechar para ensilar. Hice la primera corta en marzo, que sí vino bueno, y si hubiese venido buen tiempo ahora ya tendría ensilado hace una semana otra vez porque la hierba vale», cuenta Antonio Valcárcel, de la Ganadería Neiras SC de Sarria.

«Hice la primera corta de hierba en marzo y si hubiese venido tiempo bueno ya tendría ensilado otra vez hace una semana»

«El año pasado sembré el maíz el 8 de mayo pero este año no creo que pueda ir en esas fechas, se va a retrasar mínimo entre 10 y 15 días», lamenta. Eso condicionará inevitablemente el resultado final. «Tengo una finca junto al río en la que siempre labraba el maíz a mediados de abril con un ciclo 700 y obtenía unas cantidades muy grandes de maíz, este año está a hierba que está aún sin ensilar», explica.

Cooperativa Aira: «En la zona de Chantada echaremos unas 2.500 hectáreas, similar al año pasado»

Más hacia el sur las previsiones de la Cooperativa Aira son repetir la superficie de maíz labrada el año pasado. «La previsión es parecida en esta campaña, unas 2.500 hectáreas en total en la comarca de Chantada. El año pasado fue bueno porque llovió y hubo producciones aceptables y la gente queda con ganas y se anima a repetir», explica Jorge Meiriño.

«Estamos en una zona límite ya, hay parcelas muy buenas pero el verano es duro y muchos suelos soy franco-arenosos, así que hay años en los que se dan problemas de sequía que afectan mucho al maíz», añade. Por eso procuran echarlo temprano, para que se desarrolle antes y esa sequía le afecte lo menos posible.

«Tan pronto como levante el tiempo empezaremos a labrar las parcelas que quedaron libres, hemos planificado ya esas primeras siembras, que son entre un 15 y un 20% del total, en fincas vacías o en las que se hicieron cortas tempranas de hierba antes de que viniese el mal tiempo. Este año hubo gente que salió bien con la cosecha del maíz del año pasado y ya no echó raigrás o explotaciones que van ganando superficie y que dejan de hacer dos cultivos en algunas parcelas, que reservan ya solo para el maíz», indica.

Este año hubo gente que salió bien con la cosecha del maíz del año pasado y ya no echó raigrás o explotaciones que van ganando superficie y que dejan de hacer dos cultivos en algunas parcelas, que reservan ya solo para el maíz

«En las primeras siembras nos vamos a un ciclo 400 corto o a ciclos 300 largos y luego vamos reduciendo, más de la mitad del total de hectáreas van con ciclo 280 y siempre hay alguna parcela rezagada que queda para junio y esas van con ciclo corto 150», detalla.

La preparación que hacen tras la corta del raigrás consiste en abonar antes de laborear y luego arar. En esta zona Aira trabaja con entre 3 y 4 sembradoras con equipos combinados de 4 líneas y una sembradora de 6 líneas. «Añadimos el abono mineral y pasamos la grade de discos si vamos con la sembradora de seis líneas y si vamos con las de equipo combinado de 4 líneas ya resuelves con una sola pasada esos dos trabajos», cuenta Jorge.

Recomiendan tomar muestras del suelo para analizar sus necesidades

Su compañera Silvia, del equipo técnico de Agris, integrada ahora en Aira, hace hincapié en ese laboreo previo. «Hay que trabajar la tierra como es debido, arando y pasando después grades para que haya un buen lecho de siembra, tanto en las condiciones de la tierra, para que esté fácil de sembrar, como en temperatura y humedad», dice.

Cuanto mejor quede el terreno más fácil es después la aplicación de los fitosanitarios. «Hay mucha gente que usa tratamientos herbicidas de postemergencia y también abonos de liberación lenta que se incorporan a la tierra justo antes de sembrar», explica.

Silvia recomienda también «intentar tomar muestras de suelo, porque nos acerca más la realidad para adecuar el abono a esas necesidades». «Cada uno conoce sus fincas, pero además de ir a ver las tierras y conocerlas, yo siempre recomiendo hacer una analítica de la tierra», dice.

En la zona de Palas, Guntín y Friol hubo gente que no pudo sembrar la hierba en otoño por la lluvia y que podía haber echado este año el maíz un poco antes en esas parcelas si hubiese acompañado el tiempo

Silvia trabaja en la zona de Palas, Guntín y Friol, donde hubo ganaderos que dejaron las tierras vacías porque «el año pasado en otoño llovió mucho y no se pudo sembrar la hierba», cuenta. «En esta zona se siembra habitualmente el maíz en mayo, pero este año es excepcional porque hay mucha gente que tiene fincas sin raigrás y podían haber aprovechado un ciclo más largo», dice. Pero la climatología no permitió aún sembrar estas fincas, en las que se podía haber adelantado este año un poco la siembra del maíz. «Estos días no vino tiempo muy adecuado, lo que ha retrado también el ensilado en el resto de parcelas, explica.

En esta zona del interior de Lugo se trabaja con ciclos más cortos que en la costa, aunque la técnica de Agris recomienda escoger la variedad en función de dónde estén ubicadas las parcelas. «No acostumbramos usar ciclos muy largos, lo que más trabajamos es un 280-300, a partir de ahí para ir a ciclos más largos en zonas de interior como la nuestra tiene que ser en siembras tempranas en fincas situadas en valles.

Cobideza (Lalín): «La hierba está ya caída y espigada y el maíz va a ir con 15 días de retraso»

«Aquí aún no empezamos a echar el maíz», explica el responsable de maquinaria de la cooperativa Cobideza. «Aquí el maíz aún está en hora, porque comenzaba a echarse en esta ultima semana de abril como muy temprano, pero este año lo que va retrasado es el ensilado de hierba y eso va a retrasar también la siembra del maíz. Yo calculo que este año el maíz al final va a llevar como mínimo 15 días de retraso», asegura Kiko, porque «a estas alturas la hierba está prácticamente toda sin meter, ya se está cayendo y espigada, así que el ensilado de la hierba irá mal este año porque aunque venga buen tiempo a partir de ahora, la hierba ya está estropeada», dice.

En cuanto al maíz, en Cobideza siembran unas 300 hectáreas. «La tendencia desde hace 5 ó 6 años es echar cada vez menos, porque las explotaciones que cierran ya cierran y las otras entre la sequía y el jabalí cada vez siembran menos. La superficie a maíz ha ido mucho a menos en esta zona, yo calculo que pudo reducirse en un 25% en la última década», estima.

La superficie a maíz ha ido a menos en esta zona, yo calculo que pudo reducirse en un 25% en la última década

«Aquí es como en la zona de Chantada, estamos ya en el límite del clima mediterráneo. Se sigue echando maíz pero cada vez es más difícil obtener buenos rendimientos. Los episodios de sequía son más continuos en los últimos años, antes no se producían siempre, pero ahora a finales de agosto y principios de septiembre es como un horno que deshidrata la tierra y le hace mucho daño al maíz. El jabalí también, pero el jabalí puede ser en una finca concreta pero la sequía afecta a todo el que hay labrado», argumenta Kiko.

«Ya estamos en el límite de donde se puede echar maíz. Puede haber fincas de 40.000 tm/ha pero el promedio estaría en esta zona está entre las 25.000 y las 30.000. Este año se echará un ciclo más corto, normalmente se echaba un 300 ahora y un 180 a mediados de junio, que es el último maíz que se siembra», dice.

Distintas alternativas para los cultivos de invierno: desde los guisantes a la veza con cebada o los nabos

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Aunque la mayor parte de las explotaciones gallegas trabajan mayoritariamente el maíz y el raigrás como principales cultivos forrajeros, bien en rotación en las mismas fincas, bien dejando las parcelas del maíz a barbecho en invierno, en los últimos años hay ganaderías que están labrando otros cultivos de invierno tanto para aprovecharlos para ensilado como para abonar con ellos las tierras.

Es el caso de la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña, que cuenta con dos granjas ubicadas en la comarca de Ferrolterra, en los ayuntamiento de Miño y San Sadurniño, y donde siguen estrategias de forraje diferentes. «En Granxa A Esperanza en San Sadurniño tenemos todo la hierba. Esta semana empezamos a segarla, está en el punto, falta que vengan 2 ó 3 días buenos para ensilar y poder empezar a preparar las fincas para el maíz, en algunas tenemos que encalar y luego abonar. Son cerca de 60 hectáreas las que tenemos en San Sadurniño a hierba, 17 quedan sin maíz porque son praderas permanentes a dos cortes y el resto las levantaremos para sembrar maíz. Además de esas 43 hectáreas que tenemos en rotación hemos cojido una finca nueva de 7 hectáreas que ya la tenemos trabajada. Empezaremos a mediados de mayo a labrar en San Sadurniño, a partir del 15 sembraremos», adelantan desde el equipo técnico de CAP Coruña.

En CAP Coruña echaron este año 38 hectáreas a guisante que usan para fijar nitrógeno y trituran antes de sembrar el maíz en las fincas

En la otra de las ganaderías, Granxa O Cancelo, ubicada en Miño, no trabajan con hierba y la siembra del maíz se hace más temprano. «En Miño sembramos un poco antes que en San Sadurniño y las temperaturas son un poco más altas también, así que en Miño echamos un ciclo 500 y en San Sadurniño un ciclo 400. En Miño vamos a empezar con la siembra estos días, ya sacamos purín y estiércol y trituramos la leguminosa que teníamos», detallan.

Llevan tiempo empleando esta técnica de abono verde con buen resultado. «Fijas nitrógeno, evitas erosión, escorrentía de agua, y también haces que no salgan malas hierbas», explican. El tipo de cultivo de invierno que echan varía en función del año y de cómo sea la finca, cambiando entre guisante, veza, y nabo, que echan en las parcelas en las que el terreno se apelmaza más.

Este año han sido 38 las hectáreas que tenían a guisante. «No aprovechamos el cultivo de invierno, ya que no trabajamos con silo de hierba en la granja de Miño, solo con silo de maíz, así que usamos el cultivo de invierno como abono verde para fijar nitrógeno», cuentan.

SAT Regueiro Branco (Ordes): Cebada con Veza

En la comarca de Ordes también están pendientes del tiempo para empezar a labrar. «Nosotros de momento no empezamos pero tenemos la tierra preparada. Hasta ahora está algo frío», dice Álvaro, de la SAT Regueiro Branco. En esta ganadería van a echar este año cerca de 80 hectáreas a maíz.

Cincuenta de ellas están a barbecho y son en las que primero comienzan a sembrar. «Echamos un ciclo 500 en la mayoría de ellas. La siembra la hacemos nosotros, porque tenemos una sembradora, pero contratamos lo más fuerte, el resto de los trabajos», cuenta.

No tenemos ninguna finca la rotación con raigrás, así no estamos condicionados por el ensilado de la hierba

«No tenemos ninguna finca a rotación con raigrás, así no estamos condicionados por el ensilado de la hierba. Únicamente vamos a echar este año maíz en 12 hectáreas de pradera en las que tuvimos a las vacas para renovarlas», explican. El resto de las fincas están a pradera permanente.

Pero a mayores de las fincas que llevan solo maíz o de las que tienen solo a hierba, en esta explotación ubicada entre los ayuntamientos de Ordes y Frades emplean otros cultivos forrajeros con los que disminuyen su necesidad de rotar maíz y raigrás en las mismas parcelas. «Echamos 7 hectáreas a alfalfa, que las vamos a levantar ahora para renovarlas y 4 ó 5 hectáreas a cebada con veza», detalla Álvaro.

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