“El viñedo en parral precisa el doble de agua que en espaldera”

Entrevista a Javier José Cancela, doctor de Ingeniería Agroforestal de la Escuela Politécnica de Lugo y especialista en sistemas de riego. Acaba de participar en la jornada sobre “Manejo del suelo y ahorro de costes energéticos en agricultura y regadío” organizada por la USC

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“El viñedo en parral precisa el doble de agua que en espaldera”

Javier Cancela

Javier José Cancela, doctor de Ingeniería Agroforestal de la Escuela Politécnica de Lugo, está especializado en estudios sobre sistemas de riego, fundamentalmente de viñedo, pero también de maíz y de lúpulo. Considera que el riego del viñedo en Galicia es necesario y defiende la necesidad de que los sistemas de regadío sean diseñados e instados por personal técnico cualificado para adaptarlo a la variabilidad del suelo de cada parcela.

¿Por que motivo no se instalan sistemas de riego del viñedo en Galicia?
Por que se mantiene el tópico de que en Galicia llueve y no es necesario y también porque se dice que baja la calidad de la uva.

Sin embargo, casi todas las grandes bodegas y las nuevas plantaciones tienen sistemas de riego y asesores para gestionarlo. Se aplica en momentos puntuales y también para aportar adubos para el correcto desarrollo de la planta y del racimo.

Aunque hay variabilidad en cada parcela, ¿cuáles serían los momentos idóneos para regar?
La brotación es una fase crítica y existe la tendencia a considerar que no es necesario regar y no es así, ya que en determinados años no hay suficiente agua en el suelo. No es que sea obligatorio regar, pero habría que estar pendientes de conocer cuál es el estado del suelo en ese momento.

En el período del envero también la vid tiene que tener su cantidad de agua en el suelo y mantener un riego sostenido, según la climatología, hasta unos 15 o 20 días antes de la cosecha. Y obviamente hablamos de cantidades no comparables a la Mancha o a la Rioja: en un año medio en Galicia es suficiente con entre 60 y 80 milímetros. Es decir, sería un riego sostenido en entorno a 60 o 80 días aplicando un milímetro cúbico diario y siempre regando de noche para evitar pérdidas por evapotranspiración.

No quita esto que en un momento determinado haya una sequía extrema con temperaturas muy elevadas que requiera aplicar cantidades mayores.

Existe el tópico de que en floración no es necesario regar

Todo esto tiene que estar controlado, haciendo uno manejo correcto, aplicando el agua por la noche y en un suelo no removido para evitar las enfermedades fúngicas.

Después hay diferencias de necesidades hídricas según variedades, sistema de conducción o la carga que deseemos.

Hicisteis ensayos de riego en viñedos de Rías Baixas con cubierta vegetal y viñedos de Valdeorras con suelo casi sin cubierta. ¿Que diferencias encontrasteis?
La presencia de una cubierta vegetal determina las diferencias, pero sobre todo el sistema de conducción. En el caso de la venía de O Rosal las cubiertas vegetales pueden llegar hasta 60 centímetros de altura en vides de albariño en un sistema de semiparral. Por el contrario en Valdeorras, la variedad era Godello en espaldera.

Y encontramos que el sistema de conducción influye tanto o más en el requerimiento de agua que la propia cubierta vegetal. Es decir, el semiparral sombrea mucha más superficie, mientras que la espaldera no; el parral tiene mas superficie foliar y mayor demanda hídrica.

En la parte inicial, hasta la emergencia de las hojas el sistema de semiparral presenta unos requerimientos de cantidad de agua que duplican a los de la espaldera: entorno al 0,6 en el semiparral de Albariño frente al 0,3 del godello en espaldera.

Las cantidades producidas también son mayores: el sistema de semiparral o parral garantiza un mayor rendimiento y con menor superficie que la espaldera.

¿Que recomendaciones harías para evitar errores en la instalación de un sistema de riego en viñedo?
El principal problema es que quien hace las instalaciones no es personal técnico cualificado, sino que se hacen por sistema: una tubería de 16, un gotero por planta o dos, de dos o incluso 4 litros hora de caudal..que al final no es viable porque el suelo no es capaz de asimilar esa cantidad de agua. Es necesario un cálculo específico para cada caso (donde está el agua, que sistema de bombeo tenemos, tenemos energía eléctrica o no…etc).

 “Hay que adaptar el sistema de riego a las variaciones dentro de la parcela”

Y el otro problema es que Galicia se caracteriza por una variedad muy grande dentro de cada parcela. Y cuando se hace el diseño del sistema de riego no se hace una sectorización correcta. Es decir, se tiende a regar en una única ocasión La mayor superficie posible, cuando se trata justo de lo contrario. No por poner cuatro electroválvulas y hacer cuatro partes en un terreno de una hectárea vamos a regar más, sino que vamos a poder hacer un manejo diferenciado, en lo que se llama viticultura de precisión para adaptarnos a la variación del suelo.

Y otro error es pensar que el sistema de riego sólo sirve para aportar agua. También sirve para aportar nutrientes a nuestro viñedo, ayudando a compensar los costes de la instalación. Si mezclamos el sistema de riego con la aplicación de abonos tendríamos una doble herramienta. E incluso se puede pensar esa misma instalación con pequeñas variantes para la protección antiheladas. Y yendo más lejos también se puede utilizar el sistema de riego para la protección frente a golpes de calor.

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