«El volumen de producción pasó de ser un dato a una responsabilidad de cada agente»

El director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas, Luis Calabozo, considera que el sector lácteo debe aprender a convivir con la volatilidad de precios. Destaca que las exportaciones españolas de quesos han crecido en más de 360.000 toneladas desde 2010

«El volumen de producción pasó de ser un dato a una responsabilidad de cada agente»

Luis Calabozo, director general de la Fenil.

La volatilidad de precios en el sector lácteo, condicionada por la evolución de la oferta y demanda a nivel mundial, llegó a Europa para quedarse a partir del 2008, cuando comenzó el desmantelamiento del sistema de cuotas. El fin de las cuotas, en marzo del 2015, no hizo otra cosa que ahondar en la misma línea, según la valoración del director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo. «Una de las consecuencias es que debemos acostumbrarnos a convivir con la volatilidad y a imputar resultados positivos o negativos en el conjunto de un ciclo, que será mayor que el año económico», valora.

Otra de las cuestiones a tener en cuenta, según Calabozo, es que la volatilidad no se refiere sólo a los precios de la leche o a los costes, sino también a los volúmenes de producción, que es una variable sobre la que, subraya, el sector sí puede incidir. «La producción de leche dejó de ser un dato, como cuando estábamos en el sistema de cuotas, para pasar a ser una responsabilidad directa de cada agente del sector, ya sea una industria o una ganadería. La demanda es la que decide», concluye.

Más allá de la coyuntura de crisis actual, Luis Calabozo analiza las perspectivas de futuro del sector lácteo en España de acuerdo con las previsiones mundiales de aumento de la demanda a lo largo de los próximos años. El director general de la Fenil considera que hay un escenario de «oportunidades» y plantea una serie de cuestiones de análisis, según se recoge en un artículo que se ha publicado en el libro ‘Él sector lácteo en la encrucijada’, editado por el Grupo Caja Rural y presentado recientemente. Resumimos a continuación su análisis.

¿Tiene España menor precio de la leche que el resto de Europa?
«España no es una excepción y, en términos generales, se mueve en los mismos niveles, cuando no por encima, de países líderes en volumen como Alemania o Francia», defiende Calabozo, que esgrime un gráfico en el que muestra las similitudes de cotizaciones en los tres países, siempre en base a leche estandarizada a 3,7 de grasa y 3,1 de proteína.

¿En España hay déficit de productos lácteos?
«Rotundamente no. Somos un mercado plenamente abastecido, pero reservado históricamente en cerca de un 30% para la leche y productos lácteos, fundamentalmente quesos, producidos por nuestros vecinos europeos, ya que la cuota de leche asignada a España no permitía cubrir el mercado con nuestros productos».

Con la supresión de las cuotas, «aumentar nuestro porcentaje de mercado vía competitividad sería un objetivo» -defiende Calabozo-. «Por otra parte, nuestra conexión con el exterior vía exportaciones e importaciones nos hace partícipes y cautivos de los mismos desequilibrios de oferta y demanda del resto de Europa».

¿Está la industria láctea española poco diversificada?
«La industria láctea española no realizó suficiente esfuerzo inversor y, consecuentemente, no está suficientemente diversificada», reconoce Calabozo, que precisa que las inversiones realizadas estuvieron en consonancia con la disponibilidad de leche que permitía la cuota.

Desde 2010, sin embargo, el director gerente de la Fenil apunta que las cifras de mercado de las industrias españolas revelan que están aumentando exportaciones y ganando peso en el mercado interior. Dos datos. Las exportaciones de quesos casi se duplican en el periodo 2010-2016, aumentando en más de 360.000 toneladas (en leche equivalente). En cuanto a las importaciones de lácteos, desde 2012 bajaron en 445.000 toneladas (en leche equivalente).

Caída del consumo de leche en España
El problema que más preocupa a la Fenil es la progresiva caída del consumo de leche en España. «Es el reto más importante al que nos enfrentamos. Cualquier estrategia individual o sectorial debe centrar sus esfuerzos en recuperar de manera importante el consumo interno», destaca Luis Calabozo. «Según datos de Simphony-IRI, el consumo total de leche y productos lácteos está bajando a un 3% anual en los últimos 18 meses, una cifra que llega al 6% en leche líquida clásica de consumo».

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