En Galicia se recogerá un 20,85 % más de uva y de calidad “excelente”

Así lo refleja un informe de la Consellería de Medio Rural y del Mar, elaborado de acuerdo con las previsiones hechas por los propios consejos reguladores. Esta será la tercera mejor vendimia de los últimos diez años, después de las de 2006 y 2011

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En Galicia se recogerá un 20,85 % más de uva y de calidad “excelente”

Vendimia en las Rías Baixas

La vendimia de este 2015 en las cinco denominaciones de origen de Galicia (Monterrei, Rías Baixas, Ribeira Sacra, Ribeiro y Valdeorras) puede calificarse como excelente, de acuerdo con las previsiones hechas por los propios consejos reguladores, tanto desde el punto de vista de la cantidad como de la calidad.

Así se desprende de un informe elaborado por la Consellería de Medio Rural y del Mar, en el que se constata un incremento del 20,85% en la cantidad total de uva recogida con respeto a la vendimia de 2014. De este modo, para este año la previsión de la cosecha es de 63 millones de kilos de uva, frente a los 49,8 millones de la campaña de 2014.

Rías Baixas, la DO en la que aumenta más cosecha de uva

Por denominaciones de origen, el mayor incremento previsto con relación al año pasado se registra en la de Rías Baixas, con un 27,82%. Le siguen la DO Monterrei, con un 19,4% de aumento. Muy cerca de esta cifra está el Ribeiro (incremento del 19,3%).

La positiva evolución registrada en relación con la última temporada viene a confirmar la tendencia de los últimos diez años. En la siguiente tabla figuran los datos totales de kilos recogidos en la última década, evolución que también se puede apreciar en la gráfica:

VENDIMA_2015

Este año la mayoría de comarcas comenzaron la vendimar en la última semana de agosto, adelantándose así una semana respeto a anteriores campañas. En Ribeiro, Rías Baixas y Ribeira Sacra estiman finalizar la vendimia en la primera semana de octubre, mientras que en Monterrei y Valdeorras esperan haber acabado a mediados o finales de septiembre.

Las temperaturas fueron en general superiores a otras campañas, provocando el adelanto en la maduración y las importantes oscilaciones térmicas entre el día y la noche favorecieron la síntesis de compuestos aromáticos, aportando complejidad e intensidad, al tiempo que se conserva el frescor. La falta de precipitaciones durante el ciclo de la vid favoreció un excelente estado fitosanitario de la uva, con lo que disminuyó la cantidad de tratamientos necesarios.

El estrés hídrico de las plantas permitió además la obtención de uvas de pequeño tamaño aumentando la relación piel/pulpa y, por tanto, la concentración de aromas.

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