“En Leche Gaza trabajamos con un sistema de cuotas para que el ganadero se implique con la cooperativa”

Ignacio Quintanilla, gerente de la cooperativa zamorana Gaza, que comenzó a transformar su leche hace más de 50 años nos detalla algunas de las claves del funcionamiento de esta empresa afianzada en el sector y que se encuentra en pleno proceso de ampliación de sus instalaciones.

“En Leche Gaza trabajamos con un sistema de cuotas para que el ganadero se implique con la cooperativa”

Ignacio Quintanilla, gerente de la cooperativa zamorana Gaza, en las instalaciones de la fábrica de leche.

La cooperativa zamorana Gaza comenzó hace más de 50 años a transformar la leche de las granjas de los ganaderos asociados. Después de estos años, su proyecto sigue afianzado en el mercado siendo Leche Gaza una de las marcas más conocidas en Castilla y León y con unos beneficios que la sitúan entre los grandes grupos de transformación lácteos de España. Hablamos con su actual gerente, Ignacio Quintanilla, para conocer cómo funciona esta cooperativa.

-Hace más de 50 años que la cooperativa comenzó a funcionar. ¿Qué os llevó en su momento a dar el paso de crear Gaza y envasar vuestra leche?
Leche Gaza, se crea en el año 1966 como un Grupo Sindical de Colonización, que daría lugar posteriormente a la Central Lechera de Zamora. Esta nace con dos funciones: proporcionar leche sana y segura a los ciudadanos de Zamora y, sobre todo, resolver un acuciante problema de comercialización de la leche de vaca, dando así estabilidad a unas economías ganaderas, entonces de subsistencia, al garantizar unos ingresos fijos mensuales a cientos de familias.

-¿Cuáles han sido los cambios más significativos en este tiempo?
Leche Gaza no ha sido ajena a los cambios acaecidos en el sector así como los hábitos de consumo y se ha ido adaptando y modernizando con el paso de los años. Ha habido una evolución importantísima en las explotaciones ganaderas, con saneamientos ganaderos, frío en explotaciones, bienestar animal… hemos pasado de un consumo de leche de día con una caducidad muy corta a leche UHT que nos ha permitido vender nuestros productos lejos de nuestras fronteras. Ha habido una reducción en el número de explotaciones ligado a un aumento de la profesionalización y productividad por explotación.

«Leche Gaza surge para proporcionar leche sana y segura a los cidadanos de Zamora y para resolver el problema de comercialización de la leche de vaca»

-¿Qué producción manejáis en la actualidad?
En 2018 envasamos 50 millones de litros entre leche de vaca y de oveja.

-¿A qué precio vendéis vuestra leche en el mercado? ¿a qué precios se paga al ganadero?
El precio de venta al público de Leche Gaza en el mercado es de 0,78 euros por litro. El precio de la leche se paga igual que en el resto de la industria, con un precio base y unas primas por calidad. Es cierto que invertimos mucho dinero en estas primas por calidad para diferenciar nuestra leche de la competencia.

-Cerrasteis 2017 con una facturación de más de 30 millones de euros, lo que da una impresión de vuestro peso actual pero, ¿cómo conseguís competir con otras fábricas de mayor tamaño o marcas blancas?
Nuestro secreto para competir con otras firmas no es otro que la calidad. Desde el día de su fundación, Leche Gaza decidió diferenciarse en base a la calidad de su producto. Durante los más de 50 años de historia de la empresa esta premisa no ha cambiado y nos ha permitido tener una marca asociada a un producto de primera calidad por el que nuestros clientes están dispuestos a pagar un poco ya que entienden que tenemos una extraordinaria relación calidad precio.

-Uno de vuestros últimos proyectos ha sido la reforma y ampliación de la fábrica, que finalmente ha implicado el traslado de las instalaciones ¿qué supone este proyecto para la cooperativa? ¿Se han superado los obstáculos administrativos?
Después de más de 2 años peleando con las administraciones públicas, la socios de Leche Gaza decidieron en noviembre del 2018 que el futuro de la empresa pasaba por abandonar las actuales instalaciones y construir una fábrica nueva sin las limitaciones de la fábrica existente.

Confiamos que esta inversión, que superará los 15 millones de euros, siente las bases para que la empresa pueda crecer y desarrollarse en la medida en la que los socios ganaderos de Leche Gaza lo estimen oportuno. Esperamos tener operativas las nuevas instalaciones en la primavera de 2020.

-Trabajáis con un sistema de cuotas para los socios, ¿qué ventajas e inconvenientes os acarrea organizar así la producción?
Se asocian las entregas de leche al capital que cada socio posee en la empresa. Toda entrega que no esté avalada por capital lleva una penalización importante. Con el sistema de cuotas lo que se busca es que el ganadero se implique con la cooperativa para evitar que, en momentos puntuales, se deje de entregar leche. Los ganaderos compran la cuota con total libertad y el tampoco hay variaciones ni descuentos en el precio de la cuota en función de la cantidad de litros que se compre. Por el momento, tampoco tenemos límite a las cuotas pero si es preciso que el ganadero haya invertido ese dinero para que se le recoja la leche. Si el ganadero entrega más leche de la cuota que tiene ese excedente se abona a otro precio, ya que lo que pretende con este sistema es que el ganadero se involucre y apueste por la cooperativa.

-¿Qué requisitos hay que cumplir para ser socios de Gaza?
Llevamos tiempo que no se están incorporando socios nuevos, pero el único requisito que hay, a día de hoy, es que la incorporación se apruebe por el Consejo de Administración, la junta de socios. Tiene que cumplir los estatutos que inciden en aspectos como que hay que tener una cuota o que no se puede hacer la competencia a la cooperativa con entregas a otras empresas.

“El objetivo de la nueva planta es garantizar el futuro de la empresa pero la política va a seguir siendo la que ha mantenido en todos estos años”

-¿A qué se debe que no se esté aceptando nuevos socios?
Ahora mismo ya no somos capaces de procesar toda la leche que nos entregan los socios y tenemos que vender algunas cisternas, por lo que no tiene sentido que yo coja más socios y aumente la producción cuando no soy capaz de procesar toda la leche de los ganaderos que ya tengo.

-¿Esperáis poder procesar la producción de vuestros socios con las nuevas instalaciones?
La idea de la nueva planta no es llegar a procesar 100 o 200 millones de litros de leche. Las nuevas instalaciones atienden a una necesidad que se había detectado hace tiempo, ya que las instalaciones actuales, que están a los pies del castillo y muy cerca del casco urbano de Zamora, no se adaptan a nuestras necesidades. Llevamos tiempo intentando tramitar una ampliación que se ha complicado debido precisamente a esta ubicación, pero después de más de dos años de trámites burocráticos y administrativos parecía que todavía se iba a alargar más en el tiempo. Entretanto hemos encontrado una parcela, muy cerca de aquí, que se ajusta a nuestras necesidades y el consejo ha decidido que lo mejor para la empresa, que ahora tiene que hacer una inversión importante en renovar los equipos, era trasladar las instalaciones.

El objetivo de la nueva planta es garantizar el futuro de la empresa y la política en los próximos años va a seguir siendo la que ha mantenido en todos estos años. Nosotros vamos a ir al ritmo de crecimiento de nuestros ganaderos aunque sí es cierto que, cuando alguien se enfrenta a un proyecto de una nueva fábrica tiene que dejarla preparada no solo para asumir la capacidad actual sino con un margen de crecimiento, pero no se va a cambiar la filosofía, ni se van a perseguir grandes cifras y objetivos para los próximos años.

-Contáis con unas 80 granjas de vacuno, ¿qué perfil tienen estas ganaderías?
Todas las granjas de Leche Gaza, desde el año 2007, han de cumplir una serie de requisitos integrados dentro del Plan de Aseguramiento de la Calidad Gaza, un plan de obligado cumplimiento con un sistema integral de gestión de calidad de la leche, que establece las condiciones a las que deben ajustarse las granjas y somete a éstas a un control exhaustivo para asegurarse de su cumplimiento y nos permite obtener leche garantizada desde su origen.
Se trata, además, de un sistema auditable, que permite una total transparencia en la producción. Este Plan descansa sobre tres pilares fundamentales: seguridad alimentaria, bienestar animal y respecto por el medio ambiente.

“Leche Gaza no quiere ser competencia de otras cooperativas de la zona. Nos especializamos en transformar y vender la leche y no ofrecemos otros servicios a los socios”

Así, todos los productos cumplen una normativa de trazabilidad que permite detectar cualquier incidencia desde el pesebre hasta el producto terminado. Los animales reciben una alimentación equilibrada, que garantiza la regularidad en la producción. Además, existe un procedimiento de visitas de un equipo de veterinarios, que audita las explotaciones semanalmente. Todas nuestras granjas cumplen una normativa estricta de limpieza, incluída la zona donde se encuentran los animales, que viven en un entorno limpio y aseado.

-Además de la recogida y transformación de la leche, ¿qué otros servicios presta Gaza a sus socios?
Desde su fundación, Leche Gaza no ha querido ser competencia de otras cooperativas de la zona, por lo que si hay en la comarca una cooperativa que ya está ofreciendo un determinado producto o servicio (crédito, piensos, servicios veterinarios …), Leche Gaza no le ofrece esos servicios a sus socios. Nos dedicamos exclusivamente a gestionar la leche que nos entregan nuestros ganaderos.

Desde sus comienzos Gaza ha querido ser especialista en procesar y transformar leche y venderla al mejor precio posible y vamos a dejar otros especialistas de la zona, que además tienen espíritu cooperativista, que hagan su trabajo. Si hay una empresa o cooperativa de piensos o de servicios de crédito que está trabajando nosotros no vamos a meternos. Igual que tampoco ofertamos servicios veterinarios. Cada ganadero elige estos servicios donde quiere y nosotros ni no nos metemos ni nos vamos a meter. Lo único que hacemos es marcar unos requisitos que todos los ganaderos deben de cumplir para garantizar la calidad de la leche, pero luego cada uno escoge como quiere trabajar.

-¿Los socios pueden vender su leche en parte o en su totalidad a otras industrias si el precio es mayor o si Gaza no les recoge toda la leche?
No, los socios de Leche Gaza solo entregan leche para Gaza.

-Además de la leche de vaca también comercializáis otros productos como nata o batidos, ¿contempláis incrementar vuestra gama de productos?
Tenemos un amplio porfolio de productos. En la leche de vaca contamos con las gamas clásicas, sin lactosa y con calcio en todas sus variedades (entera, semidesnatada y desnatada). Además, elaboramos leche con chocolate y leche entera y con chocolate en formato mini. También comercializamos leche de oveja, nata culinaria, nata para montar, cuajada y mantequilla.

-En 2007 también decidisteis apostar por envasar y comercializar leche de oveja, ¿qué producción tenéis actualmente? ¿A qué mercados se destina esta producción?
Contamos con unos 3 millones de litros de oveja, destinada al 50% a mercado nacional y de exportación.

-¿A qué mercados está orientada vuestra producción?
Básicamente nuestro mercado es regional, dentro de Castilla y León. Somos la leche de la región y en los últimos tiempo Leche Gaza ha ido creciendo junto a las nuevas tecnologías y las nuevas técnicas y maneras de compra, por ello, desde hace algunos meses, nos hemos embarcado vendiendo desde nuestra propia plataforma on line.

-¿Cómo está resultando esta experiencia?
Hay dos motivos de fondo que nos llevaron a optar por empezar a vender de esta forma. Por un lado está la comercialización de la leche de oveja, que es un producto que nos cuesta posicionar pero que tiene unos clientes muy fieles por toda España. De esta forma estamos consiguiendo llegar a estos clientes con rapidez. Por otro lado, hemos visto que todo el mundo está empezando a comercializar por internet sus productos y hemos querido también meternos en este mercado, ya que ahora mismo no suponía una gran inversión y nos permitía ir pudiendo ver cómo funciona, para no quedarnos atrás.

Está claro que si no tuviésemos la leche de oveja quizás no hubiésemos empezado ya con la venta en internet. La mitad de estas ventas son de leche de oveja, ya que es un producto que está teniendo también mucha demanda para personas con ciertas intolerancias a la leche de vaca. Además, es un producto muy cómodo, ya que prácticamente en 24 horas te servimos la leche en la puerta de casa.

“Estamos apostando por la internacionalización siempre intentando aportar valor añadido»

-¿Qué proyectos de futuro barajáis a corto-medio plazo?
Ahora mismo estamos volcados al 100% en el proyecto de la fábrica nueva. A nivel más estratégico Gaza quiere seguir siendo un referente en calidad de leche en Castilla y León y potenciar la marca. También estamos apostando por la internacionalización de leche y nata, siempre intentando aportar valor añadido aunque con lo que nosotros hacemos no es muy fácil. Estamos trabajando también en productos que son un poco nuevos para nosotros como la mantequilla.

-China ha sido en los últimos años un comprador de vuestra nata, ¿está interesado también en otros productos? ¿Qué porcentaje de la producción se destina a China?
Nosotros queremos ser especialistas en leche y que cuando un consumidor piense en leche de calidad piense en Leche Gaza y que cuando una empresa necesite un producto lácteo para procesar recurra a nosotros. Con China empezamos con la nata y ahora estamos intentando promocionar la mantequilla y esperamos que antes de final de año podamos enviar también leche para China. Llevamos tres años de relación comercial con un importador en China que está funcionando bien para las dos partes. Hay que tener en cuenta que los negocios en China van despacio. Nosotros ahora estamos destinando apenas un 5% de la producción.

“Una de las claves de que Gaza funcione es la separación que existe, en cuanto a la propiedad y la gestión diaria de la empresa”

-Son conocidos los casos de cooperativas lácteas que han fracasado por diversos motivos. ¿Cuáles son las claves para el funcionamiento de Gaza y que tenga éxito como cooperativa cumpliendo nada menos que 50 años?
Creo que una de las claves de que Gaza funcione es la separación que existe, desde el primer momento, en cuanto a la propiedad y la gestión diaria de la empresa. Es decir, por un lado el consejo de administración, que está integrado por los ganaderos, que son los propietarios, es el que marca las líneas estratégicas de actuación que se van a seguir, pero en el día a día la gestión corresponde a la gerencia y no se meten en las decisiones que se van realizando.

Además, otra de las claves, que incluso se recoge en los estatutos, es que ningún familiar directo, de segundo o tercer grado, puede trabajar en la fábrica aunque sea el mejor en su especialidad. Ningún hijo o sobrino de los ganaderos trabaja en la empresa.

Otra de las claves es la vinculación de los ganaderos con la cooperativa mediante el sistema de las cuotas, lo que hace que sean mucho más conscientes cuando toman decisiones de la transcendencia que puede tener ya que están arriesgando su propio capital.

“El mayor problema del sector es la caída del consumo de la leche y ahí debemos de ir de la mano tanto industria como ganaderos”

La apuesta desde el principio por la calidad de la leche ha sido también clave para que Gaza esté ahora donde está. Es un aspecto que han cuidado a lo largo de estos años y que sigue primando con una importante inversión en todo lo que nos pueda garantizar la calidad de la leche.

-¿Qué valoración hacéis del mercado actual de la leche?
Creo que se están dando buenos pasos en el sector para luchar contra la volatilidad que ha habido en años atrás y que no haya grandes subidas y bajadas del precio. Creo que se tiende a la estabilidad y, en mi opinión, eso es positivo. Está habiendo una reorganización del sector, como ha pasado en otros sectores. Para mí, el principal problema a día de hoy del sector es la caída del consumo de la leche y ahí debemos de ir de la mano tanto industria como ganaderos para revertir esa tendencia.

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