La fábrica de Nestlé en Pontecesures (Pontevedra) es la primera gran industria láctea moderna instalada en Galicia. Inaugurada en 1939, es también una de las más veteranas de Nestlé en España. Tiene su origen en la constitución de ILEPSA (Industria Lechera Peninsular, Sociedad Anónima), empresa propiedad de Nestlé, el 1 de febrero de 1938. Un año más tarde, la fábrica produjo el primer bote de leche condensada.
Desde 2010, Nestlé ha invertido en esta fábrica más de 15 millones de euros destinados, principalmente, a mejorar las instalaciones, así como las condiciones de seguridad y la gestión medioambiental. Para este 2018, la planta prevé producir unas 47.000 toneladas anuales de producto, que incluye principalmente leche condensada, destinada sobre todo a la exportación.
Hablamos con Edis Estévez Rodríguez, jefe de Abastecimiento Lácteo de la planta de Pontecesures, sobre la evolución de Nestlé en Galicia y sobre la situación del sector lácteo.
¿Cómo fue la evolución de la recogida de leche de Nestlé en Galicia y en España en los últimos años?
En los últimos 5 años la fábrica ha ido ganando gradualmente producción gracias al incremento de las exportaciones. En la actualidad, nuestros proveedores de leche son más de 150 ganaderos de las provincias de A Coruña y de Pontevedra, que han ido aumentando su producción acompasándola a la situación de la fábrica. En total, recogemos entre 85 y 90 millones de litros de leche al año, y para este 2018 la previsión es aumentar alrededor del 2% nuestra recogida.
Con vuestros ganaderos trabajáis con el sistema de certificación de Nestlé ¿En qué consiste?
Trabajamos con un grupo estable de ganaderos y queremos que apliquen en su granja la filosofía de Nestlé. El requisito es que sean capaces de trabajar con nuestro sistema de certificación, y para ello es clave la mentalidad del ganadero, incluso más que las instalaciones que tenga o el sistema de manejo.
“La principal diferencia de nuestros ganaderos es su mentalidad: mejoramos juntos”
La certificación de Nestlé incluye, además de la calidad higiénico-sanitaria, normas de bienestar animal, manejo, alimentación, etc, pero también otros aspectos como el personal de la explotación. Además, necesitamos que los ganaderos lleven un registro exhaustivo de todo lo que emplean para producir leche, desde fertilizantes a medicamentos que aplican cuando algún animal enferma. Se trata de un sistema que partió del Manual de Buenas Prácticas en el sector ganadero del Ministerio de Agricultura y al que le fuimos incorporando nuevos requisitos.
Estas medidas son condiciones de Nestlé para poder exportar, porque así nos lo exigen también nuestros clientes a nivel internacional. Buscamos garantizar los mayores estándares en seguridad alimentaria y calidad, maximizando también el bienestar animal y el respeto al medio ambiente. Cuando tu mercado está en la exportación, los requisitos que te piden los clientes son más altos.
Son varios los proyectos industriales en Galicia que tienen como objetivo la exportación de derivados lácteos. Como responsable de una planta netamente exportadora -el 60% de vuestra producción se vende fuera de España- ¿Cómo ves el futuro de estas iniciativas?
Realmente creo que la exportación es el camino de futuro, pero también la realidad es que es muy difícil exportar. Nestlé es netamente exportadora pero aún así es difícil, porque compites con empresas de todo el mundo que trabajan incluso conjuntamente a nivel sectorial con otras del mismo país.
¿Tenéis previsto en la planta de Nestlé en Pontecesures trabajar otras líneas de productos lácteos como ecológicos o en pastoreo?
No lo tenemos en mente ni lo descartamos. Si el cliente nos lo pide vamos a trabajar en esa línea de producto. Creo que la producción ecológica va a ir a más y el consumidor va a apostar por este tipo de productos, pero no sabemos hasta donde va a llegar.
Entre los productores de leche, Nestlé es una de las empresas lácteas de Galicia con mejor percepción entre los ganaderos ¿A qué es debido?
El Ligal reconoce la fábrica de Nestlé en Pontecesures como la empresa de Galicia con menor rotación de ganaderos. Y es así porque nuestro sistema de certificación lleva un año implantarlo y nosotros tenemos que corresponder a los ganaderos con una estabilidad. De hecho, nosotros ya les ofrecíamos contratos cuando éstos eran voluntarios, y desde el fin de las cotas, nuestros contratos son anuales.
“Somos la empresa láctea que da mayor estabilidad a los ganaderos y en la que hay más relevo generacional en las explotaciones”
Nuestra filosofía es que el ganadero se implique con Nestlé y vaya mejorando con nosotros. Además, cuando proporcionas estabilidad al ganadero, le facilitas el relevo generacional en la explotación y le generas tranquilidad en las inversiones que realiza.
¿Cómo influye el precio en esa relación estable entre industria y ganadero?
El precio está claro que es uno de los factores más importantes en la relación con el ganadero, pero no es el único. La propuesta de precio que se le hace al ganadero ha ido evolucionando, hasta llegar al que tenemos actualmente. El sistema de precio tiene en consideración índices que tratan de hacer que el precio pagado en cada momento sea competitivo tanto para el ganadero como para la industria. Además del precio, considero que influyen otros factores. Así, Nestlé tiene personal en campo que está permanentemente asesorando al ganadero, de forma que éste siempre nos va a encontrar para ayudarle, informarle etc. En eso sí que notamos que el ganadero se siente más respaldado y asesorado.
Además, ofrecemos microcréditos a nuestros ganaderos en condiciones ventajosas y fuimos, por ejemplo, de los primeros en hablar con ellos de mejora del bienestar animal. Al ganadero siempre le decimos que tiene que estar cómodo con nosotros para que la relación sea beneficiosa para ambas partes.
¿Cuáles son las previsiones de producción para la planta de Pontecesures para este año?
En esta planta fabricamos básicamente leche condensada que se destina a la exportación en un 60%. También elaboramos, en menor medida, otras variedades, como dulce de leche, cocido, etc.
Esperamos producir este año unas 47.000 toneladas de producto, de las que el 60% se destina a la exportación. Somos la única fábrica de leche condensada de Nestlé en Europa, por lo que exportamos tanto a Europa, como a países del Magreb, países árabes o del África Subsahariana, pero también a Asia e incluso a Nueva Zelanda.
¿Cómo influye vuestra vocación exportadora en las calidades o sólidos de la leche que le pedís a vuestros ganaderos?
En grasa y proteína pedimos, en la media, unas calidades del 3,7 y del 3,2%, respectivamente. Pero tenemos un sistema propio de pago de calidades, de forma que no pagamos por litros sino por kilos de grasa y de proteína recibidos. Llevamos algo más de año y medio con este sistema, y ha sido bien recibido por el ganadero.
“Cada vez va a haber una mayor especialización por parte del ganadero y de la industria”
Realmente fuera de España no se paga en litros, sino en kilos de leche o de grasa y de proteína. En nuestro país, quizás hasta ahora, no ha evolucionado en ese sentido por la excesiva orientación de la industria láctea hacia el envasado de leche líquida.
Creo que la tendencia va a ser que el ganadero tendrá que producir aquello que la industria le pide, y la industria va a tener que fabricar lo que le pide el consumidor. Cada vez va a haber una mayor especialización por parte del ganadero y de la industria, de forma que haya industrias especializadas en envasado de leche que le pidan al ganadero que produzca litros de leche, pero otras muchas, cada vez más, se especializarán en otros derivados lácteos y le pedirán al ganadero que sobre todo elabore sólidos.
¿Cómo se concretará esta especialización para el ganadero?
Recientemente publicabais en Campo Galego que España es el país de la UE que produce leche de vaca con menos sólidos. Esto es así, pero parece que no interesa darlo a conocer. Tenemos que competir en el mercado internacional y si queremos hacerlo, elaborando productos de valor añadido, tenemos que producir sólidos.
“Si queremos ser competitivos en el mercado tenemos que producir leche con más grasa y proteína”
Cuando visitas Holanda, Alemania, Francia o Irlanda ves que cada país tiene su sistema de producción, es con ellos con quienes tenemos que competir y en todos ellos las calidades de grasa y de proteína son sensiblemente superiores a las nuestras.
Un indicador más claro de por dónde van las tendencias en cuanto a la leche es que todos los nuevos proyectos industriales tanto en Galicia como en España van orientados a sólidos, no a fábricas para envasar leche en brick. Y esto es algo que se repite en todos los proyectos en marcha en el resto de Europa.
Las organizaciones que representan a los productores vienen criticando en los últimos meses que los compromisos del Acuerdo Lácteo son papel mojado, tanto en lo referente a la venta de leche a pérdidas en la distribución como en los contratos lácteos. Nestlé fue una de las industrias que firmó este acuerdo, ¿Cómo valoran su cumplimiento?
Nestlé lleva muchos años apostando por la sostenibilidad del sector, y por tanto se adhirió desde el primer momento a este Acuerdo, que me parece positivo porque su vocación es dar estabilidad. En este tiempo se ha avanzado razonablemente bien, pero tampoco se puede pedir que sea la solución de todos los problemas del sector lácteo en España, porque no puede serlo.
En su día funcionó la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia, que desde hace unos años no está operativa. ¿Es necesaria la creación de un lobby lácteo gallego para defender los intereses del sector, como sí sucede con el sector forestal?
Pienso que estar adecuadamente representados es deseable. Tenemos que buscar la forma de defender nuestros intereses en el sector lácteo al nivel más amplio posible, porque competimos en un mercado global, pero sin perder la voz y la especificidad del sector gallego. Este es el reto que hay que resolver ahora, y para el que estamos trabajando las industrias lácteas gallegas desde la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL).
¿Qué fortalezas y qué debilidades percibes en Galicia para la producción de leche?
Podríamos recitar lo de siempre en cuanto a las debilidades: falta de base territorial de las explotaciones, de ordenación de los usos del territorio, de relevo generacional en las ganaderías, etc. Pero para mí, la principal debilidad es la falta de colaboración entre los distintos estamentos del sector para hacer frente a los retos del futuro. Las industrias lácteas y los ganaderos podríamos llegar a acuerdos para mejorar entre todos.
Muchas veces echamos la culpa a la administración de que no contemos con su liderazgo en el sector lácteo gallego, pero en los países más avanzados este liderazgo parte del propio sector, que es quien lo impulsa y diseña, y el papel de la administración es acompañar y apoyar.
“La gran debilidad del sector lácteo en Galicia es la falta de colaboración entre industrias, ganaderos y cooperativas”
Somos los propios actores del sector lácteo los que no estamos haciendo nuestro trabajo. Cuando sales a exportar ves que compites con países donde todo el sector, tanto industrias como ganaderos, trabajan de forma coordinada y en la misma dirección para ser más competitivos.
La administración tiene que ejercer su papel, facilitando al máximo la ordenación y la modernización del sector lácteo. Pero no puede decidir cuál debe ser la evolución de este sector. Esa es una tarea que nos corresponde a industrias, cooperativas y ganaderos y no lo estamos haciendo.
¿Influye en eso el hecho de que la mayoría de las grandes industrias lácteas de Galicia son de capital foráneo?
Podría ser, pero tampoco veo que lo lideren las empresas con capital gallego. Además, gran parte de los que dirigimos en Galicia las industrias de capital foráneo somos gente de aquí.