Entre los años 2016 y 2023 se incorporaron al campo 2.709 jóvenes en Galicia a través de la línea de aportaciones de la Consellería de Medio Rural, una línea presupuestada con un total de 101, 34 millones de euros en este período. El 60% -1632 personas- de estas incorporación fueron hombres, mientras que el 40% restante -1.077 personas- corresponde con mujeres agricultoras.
Estos datos fueron presentados recientemente por el subdirector general de Explotaciones Agrarias de la Consellería de Medio Rural, Nicasio Mejuto, en la reunión organizada por el Foro Económico de Galicia sobre «El relevo generacional en el sector agrario gallego, retos y oportunidades», que se celebró el pasado jueves en Santiago de Compostela.
En su presentación, el representante de la Consellería de Medio Rural también informó sobre los datos de incorporación por ayuntamientos, durante los últimos ocho años. Los ayuntamientos con más jóvenes incorporados en el período 2026-2023 fueron, por este orden: Sarria (134), Lalín (127), Lugo (98), Xinzo de Limia (81), Vilalba (81), Friol (74), Arzúa (68), Ordes (63), Santa Comba (62), Rodeiro (50), Guitiriz (49), Chantada (45), Monterroso (43), Melide (34), Castro de Rei (33), Mazaricos (33) y Monforte de Lemos (33).
El 69% de las incorporaciones son en ganaderías de vacuno
En cuanto a los sectores, de las ayudas de incorporación concedidas en ese período el 69% fueron para ganaderías de vacuno, correspondiendo el 43% (976 incorporaciones) a ganaderías de leche y el 26% (604) a explotaciones de carne.
A continuación, le siguen por importancia la avicultura, con 171 incorporaciones en los últimos 8 años, y el sector de la apicultura, con 123 incorporaciones. Llama la atención que en la viticultura sólo se incorporaron entre el 2016 y el 2023 tan sólo 54 jóvenes, el 2% del total.
Fuente: Consellería do Medio Rural
Necesidad de un estudio para evaluar el éxito de las incorporaciones
En la jornada sobre relevo generacional en el campo organizada por el Foro Económico de Galicia se puso también de manifiesto la necesidad de realizar un estudio sobre la eficacia de las ayudas de incorporación, comprobando cuantos jóvenes siguen realmente trabajando en el sector pasados los 5 años de permanencia a los que les obliga la convocatoria de ayudas.
«Es una medida imprescindible para verificar la eficacia de estas ayudas y comprobar cuantas de ellas son falsas incorporaciones para simplemente captar las ayudas. Sería suficiente con hacer una consulta en la Seguridad Social pero igual a la administración le da una imagen de la realidad que no interesa que se conozca y sí vender a la opinión pública que cada año se incorporan cientos de jóvenes al campo», señaló una de las participantes en la reunión.