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La nueva Lei do Solo de Galicia prohíbe la ampliación de naves ganaderas en núcleo rural, una circunstancia que afectará a parte de las explotaciones con proyectos de mejora, según la estimación de Unións Agrarias. La organización destaca que hay granjas que solicitaron este año ayudas de planes de mejora pero que ahora se encuentran con que no podrán realizar las obras proyectadas.
Unións cuestiona que la Lei do Solo vete la posibilidad de ampliar cortes en núcleo rural. «Es una ley sacada de espaldas al rural gallego» -valora el responsable de Desarrollo Rural de la organización, Jacobo Feijoo.- «Esta Lei es un problema para sectores como el lácteo, que está pasando una de las peores crisis de su historia, y lo que es peor, afectará también a jóvenes que pretendían incorporarse a la actividad, pues parte de los proyectos de mejora irán al traste por la Lei do Solo», pronostica.
«Los núcleos rurales no son urbanizaciones de chalets. Siempre compaginaron viviendas y actividad agroganadera» (Jacobo Feijoo)
El responsable de Desarrollo Rural de Unións incide en que los núcleos rurales gallegos de siempre compaginaron la actividad agraria con la residencial. «No son urbanizaciones en las que sólo existen chalets para pasar el fin de semana, sino que son núcleos dinámicos que compaginan viviendas con actividad agroganadera, tal y como viene sucediendo desde siempre en nuestro país. La anterior ley -que databa del 2003-, permitía esta convivencia de manera ordenada y sin problemas».
Unións considera que la Lei do Solo es una norma impulsada por la Consellería de Medio Ambiente sin el consenso del conjunto del sector agrario. La organización subraya que mantuvo varias reuniones en los últimos meses con Medio Ambiente, en las que le advirtió de los problemas que originaría la Lei.
