Español
Licenciada en Ingeniería química en la Universidad de Oviedo, el primer contacto de Isabel con el mundo lácteo tuvo lugar durante unas prácticas de la carrera en el Laboratorio Interprofesional Lácteo de Asturias. Cuando posteriormente realizó el Máster en Biotecnología Alimentaria en la Universidad de Oviedo, pudo realizar prácticas también en dos empresas de la región que, en aquel momento, estaban dirigidas por mujeres, un hecho que le hizo ver que era un camino posible con esfuerzo y constancia.
Tras más de 10 años en diferentes puestos de empresas del sector, Lactalis le ofreció la posibilidad de convertirse en Jefa de Explotación en una fábrica de Guadalajara. Allí se encontró un destacado número de mandos intermedios que eran mujeres y también ocupando puestos en el departamento de producción, como operarias de encajonado y paletizado, algo que fue una sorpresa para ella.
Tras tres años en esta fábrica, Lactalis le encargó el puesto de Dirección en la fábrica de Nadela (Lugo), cargo que ostenta desde el mes de mayo de 2017.
¿Cómo es el día a día al frente de la planta de Nadela del Grupo Lactalis?
El principal objetivo es cumplir los presupuestos anuales, donde se establecen las producciones a realizar, y los indicadores claves de desempeño (KPI´s) a conseguir en todos los departamentos. Hay que lograr que todos los engranajes encajen y funcionen correctamente, para que el día a día sea el mejor posible. Lo que más me gusta de mi función es la diversidad de temas que hay que tratar a diario. Debes tener un conocimiento generalista de todas las áreas y saber profundizar en aquellos temas que exigen un mayor grado de detalle. Para esto cuento con un gran equipo.
A lo largo de tu carrera profesional, ¿crees que se te ha exigido más por el simple hecho de ser mujer?
Afortunadamente, nunca me he visto en ninguna situación profesional que me haya hecho pensar esto.
El entorno laboral de fábrica o de almacén suele contar con más hombres que mujeres, muchas veces debido al relevo generacional y la dificultad de encontrar perfiles femeninos en ciertas profesiones. ¿Cómo analizas este hecho desde tu perspectiva?. ¿Cómo vives ser una mujer en un entorno en el que los hombres siguen siendo mayoría?
Hay una clara diferencia entre los hombres y las mujeres, y es la fuerza física, pero, si dejamos al margen este hecho -salvable con los medios y la tecnología actual-, no hay ninguna otra diferencia. Históricamente, eran los hombres las personas que acudían a trabajar en los entornos industriales, y creo que el motivo es la fuerza física necesaria en muchos de los puestos industriales en el pasado.
Sin embargo, esta tendencia ya se está cambiando. En departamentos tales como calidad y laboratorio, o medio ambiente, o contabilidad o incluso prevención, es normal encontrarnos con personal femenino que llevan a cabo su trabajo tan bien como lo puede hacer un hombre. En departamentos como el productivo o el logístico ya está en claro proceso de cambio, y cada vez es mayor el número de incorporaciones de personal femenino. El único departamento donde aún es muy difícil o raro encontrar mujeres es el departamento de mantenimiento.
La conquista está llegando, pero será más lenta que en otros entornos. También es cierto, que las mujeres llegarán a aquellos entornos o ambientes donde quieran llegar.
Isabel, tercera por la izquierda, con un grupo de trabajadoras de la planta de Nadela.
¿Cómo es tu experiencia y cómo consigues conciliar tu vida familiar con la profesional?. ¿Cómo colabora la compañía en términos de conciliación?
No soy madre, así que no es complicado. Mi pareja también trabaja en un entorno industrial y sabe de las exigencias de mi puesto.
Como mujer que desempeñas un puesto de responsabilidad, ¿cómo ves el papel de la mujer al frente de las empresas?
No deberíamos tener que responder a este tipo de preguntas. Nuestra capacidad es igual que la de un hombre. Los altos cargos tienen una componente de responsabilidad, compromiso, conocimiento y dedicación, donde la actitud y la aptitud son la clave para el éxito, independientemente de lo demás.
En tu opinión, ¿queda mucho camino por recorrer para romper el techo de cristal?
Sinceramente, creo que estamos en el camino y espero que no quede tanto. En mi caso particular, no me puedo quejar.
¿Qué te gustaría decirles a todas aquellas mujeres que quieran crecer profesionalmente dentro del Grupo o unirse a él?
Es preciso trabajar duro, no rendirse, fijarse objetivos y luchar por ellos. Lo importante es la carrera de fondo. Poco a poco, se va avanzando.
