“En una ganadería mediana los problemas podológicos pueden causar pérdidas de 12.000 euros al año”

Entrevista a Javier Blanco Murcia, Jefe del Servicio de Clínica de Rumiantes del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Complutense de Madrid. Advierte de que una de las causas de las enfermedades podales en vacuno es la alimentación, y sobre todo el exceso de almidón en el silo de maíz, que debe ser corregido.

“En una ganadería mediana los problemas podológicos pueden causar pérdidas de 12.000 euros al año”

Javier Blanco Murcia

Javier Blanco Murcia es Profesor de Medicina y Cirugía de la Facultad de Veterinaria y Jefe del Servicio de Clínica de Rumiantes del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Complutense de Madrid. El pasado fin de semana presentó en la EFA-Fonteboa, en Coristanco, sus estudios sobre enfermedades de la pezuña y los últimos avances para su tratamiento. Lo hizo dentro de las IV Jornada de Unificación de Criterios de I-SAP y el I curso de podología organizados por la Confederación de Asociaciones de Frisona Española (CONAFE).

¿Cuales son las principales enfermedades podológicas que afectan al ganado vacuno?
Cuando se habla de podología en general estamos hablando de problemas que producen cojera   con origen en las pezuñas, que afectan a las extremidades, aunque el 80% de los problemas son de pezuña. Cuando una vaca cojea hay que buscar la mayoría de las veces el problema en la pezuña. Por eso los podólogos se centran mucho en la pata del animal.

Y en la vaca, por el sistema de estabulación, las enfermedades podológicas son las más comunes a las que se enfrenta el ganadero y comprometen la viabilidad económica de la explotación.

¿Qué patologías afectan más al ganado vacuno?
Hay una enfermedad clara que, según muchos estudios, puede estar presente en casi un 50% de la vacas y que es la laminitis. Esta enfermedad es la consecuencia de un desarreglo nutricional, de un problema digestivo causado, entre otros, por adición excesiva de hidratos de carbono en la ración y por la falta de algunos productos prohibidos en la Unión Europea como la monensina. Esto lleva a que las vacas desarrollen la enfermedad de la acidosis láctica ruminal y que, en las patas, se traduce en laminitis.

Además, la laminitis es el factor predisponente de otras muchas enfermedades de la pezuña como las úlceras, las separaciones de la línea blanca, los accesos o las osteomelitis.

“En una ganadería mediana los problemas de pezuñas y patas pueden causar pérdidas de 12.000 euros al año”

¿Que pérdidas económicas pueden suponer las enfermedades podológicas en la cabaña ganadera?
Hay un estudio que dice que cada vez que hay un animal que necesita un tratamiento podológico porque está cojo, la pérdida mínima para el ganadero se sitúa en 138 euros. Si eso se multiplica por 100 vacas y una afectación del 25% al 30% empiezan a sumarse pérdidas importantes. En una ganadería mediana los problemas de pezuñas y patas pueden causar pérdidas de 12.000 euros al año, solamente en gastos veterinarios, tratamientos podológicos y leche que se ha dejado de producir.

¿En que aspectos de alimentación puede incidir el ganadero para reducir los problemas podológicos?
Es muy importante que los ganaderos estén siempre en contacto con su nutrólogo y tienen que tener en cuenta que los criterios de riesgo son los niveles de almidones. La fuente problema son todas las materias primas que tienen almidones, y el silo de maíz, que en Galicia es protagonista, puede tener contenidos altísimos en almidón. Por ello, hay que mezclarlo muy bien con otros ingredientes para ajustar la ración, como son fibras, correctores, tampones que evitan que el almidón al llegar al rumen fermente y produzca ácido láctico que va a provocar una lesión ruminal.

Un segundo aspecto en el que hay que incidir es la limpieza de las instalaciones: no solamente la limpieza del estiércol sino que los animales tengan también suficiente tiempo de descanso.

Las vacas deben estar tumbadas cómodamente rumiando la mayor parte del tiempo, en torno a 14 horas al día

También es importante el tiempo de espera excesivo en la sala de ordeño. ¿Como puede afectar a las enfermedades podológicas?
Tenemos que pensar que las vacas no están diseñadas para estar sobre superficies duras y menos esperando de pié. En la naturaleza o están pastando o tumbadas cómodamente. Cuando hay un tiempo de espera excesivo en la sala de ordeño estamos transmitiendo sobre cuatro puntos los 500 kilos que como promedio pesa una vaca. En especial sobre las pezuñas posteriores y sobre las laterales aún más. Esa presión continua sobre el cemento hace que aparezca un problema de inflamación y de lesión de los huesos dentro del casco.

 “Los problemas podológicos tienen su origen en la nutrición, en la falta de comodidad y el clima”

¿Que medidas se pueden introducir en las explotaciones  nivel de suelos para mejorar la salud podológica?
El hablar de medidas y tiempos concretos para todas las explotaciones es difícil porque cada ganadería tiene su tamaño y su diseño. Pero hay que tener en cuenta que los problemas del pié y de la pezuña son el resultado de todo el ambiente que rodea a la vaca: la nutrición, la comodidad de las vacas y la climatología, porque los animales sufren estrés por calor y por humedad.

Por tanto, los ambientes donde las vacas estén bien ventiladas y donde la humedad y la nutrición sean adecuadas van favorecer que las vacas no tengan problemas podológicos.

Vendando una pezuña

Vendando una pezuña

En segundo lugar, en instalaciones donde tenemos cubículos la arrobadera debe pasarse con frecuencia para mantener el suelo limpio.

Lo que es más importante son los pediluvios para las vacas. En este sentido, se recomiendan baños de formol o de sulfato de cobre una o dos veces a la semana al entrar a la sala de ordeño para evitar enfermedades infecciosas.

Y tener en cuenta que las novillas y las vacas secas, aunque no den leche, tienen que estar sujetas a la misma comodidad que las demás: suelo limpio y confortable y una buena nutrición.

¿Cual es el correcto tratamiento para una vaca con una lesión podológica?
Tratar de curar la lesión lo antes posible, reducir el dolor y la inflamación e intentar que los animales en todas las explotaciones tengan una zona de cuarentena o lazareto donde estén en un suelo cómodo, limpio y con comida y bebida a libre disposición, sin tener que competir con las vacas sanas ni andar en exceso.

“Es muy recomendable tener un lazareto en la explotación para los animales con problemas podológicos”

¿Como influye el material de las camas en la salud podológica de las vacas?
Tiene una influencia importante pero lo que puede ser bueno para una cosa puede ser mala para otra: el serrín puede favorecer las mamitis; el carbonato cálcico es cómodo en los cubículos pero  puede obstruir las fosas de purín si cae a la arrobadera…etc.

En principio, lo que casi nadie duda es que en estabulación intensiva se recomiendan unos cubículos bien diseñados y cómodos, con unas longitudes y amplitudes suficientes para que las vacas se sientan cómodas.

Si la incidencia de mastitis  es especialmente alta, la utilización de camas de carbonato o de arena puede ser una buena opción. Hay que valorar el precio…etc. Hay otras opciones como puede ser la paja o la viruta y también están las camas de goma. Cada ganadero en función de su tipo de explotación tiene que valorarlo.

¿Las vacas tienen menos problemas de patas y pezuñas en sistemas semiextensivos o extensivos?
Si, son estabulaciones que se parecen más a la vida natural de estos animales. Pero en el actual modelo productivo, se necesitan sistemas intensivos para intentar rentabilizar la explotación. Eso no quiere decir que pasar las vacas de un modelo intensivo a una semiextensivo no sea una mala idea.

Hay dos modelos de producción láctea en el mundo: el neozelandés y el californiano. En el primero las vacas pastan y están la mayor parte del tiempo al aire libre, comen poco y producen poco pero con pocos costes de producción. Y el modelo californiano, que es al que nos dirigimos, con animales estabulados a los que les damos mucho de comer, invertimos mucho en su producción y les pedimos mucha leche. Económicamente son una opción ambos sistemas.

El primer modelo hace que los rendimientos sean menores pero mejoran los problemas de pezuñas y ciertos problemas desaparecen. Otra cosa es la rentabilidad y la sostenibilidad económica.

 “Es un problema la decisión de prohibir el formol y otras sustancias para luchar contra las enfermedades podológicas”

¿Los podólogos os enfrentáis a una creciente reducción del número de antibióticos y sustancias para emplear en vuestro trabajo?
La prevención es lo más importante. Pero lo que no podemos es pensar que no vamos a tener herramientas farmacológicas para luchar contra los problemas. Estas sustancias siempre serán necesarias y efectivamente son un problema en el futuro, por muy bien que prevengamos.

Y lo que es cierto es que en la Unión Europea nos enfrentamos a un número creciente de sustancias prohibidas por ser nocivas para el medioambiente o para la cadena alimentaria. Eso hace que cada vez haya más problemas para realizar los baños podales o pediluvios, donde el formol ya está prohibido en varias comunidades de España por sus riesgos cancerígenos, lo que nos obliga a buscar productos alternativos.

Y en cuanto a los antibióticos, hay un código de buenas prácticas que está a punto de ser publicado por la Unión Europea que va a restringir mucho el uso. Si se maneja bien, lo único que va a requerir es que se hagan las cosas mucho mejor. Es decir, vamos a tener un concepto claro de porqué ponemos un antibiótico y las opciones terapeúticas que existen y eso va a estar muy reglamentado.

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