El precio de la leche en origen sigue subiendo y podría aproximarse en Galicia a los 60 céntimos en los próximos meses. Entrepinares, la quesería castellano-leonesa con factoría en Vilalba, pagará la leche de este mes de octubre a 57 céntimos más calidades, lo que supone una subida de 7 céntimos a respeto del mes de septiembre.
Los cerca de 170 ganaderos que entregan la leche a Entrepinares están recibiendo esta semana la llamada de la empresa para comunicarles la subida, que se hará efectiva mediante una actualización de la prima de sostenibilidad. Así, la industria está actualizando los contratos firmados en primavera y que no cambiarían la fecha de finalización, al seguir venciendo el día 31 de marzo de 2023.
La subida no afecta a la duración de los contratos, que siguen venciendo el 31 de marzo
La estrategia que sigue Entrepinares es la de igualar el precio base a todos sus ganaderos, independientemente del volumen de entregas, de manera que la única diferencia entre el precio final a cobrar por unos y otros estaría en los niveles de sólidos, que se han endurecido en el último contrato hasta el 3,80% de grasa y el 3,20% de proteína. Una décima por arriba o por debajo de ese baremo supone 5 euros más o menos en tonelada en el caso de la grasa y 7 en el caso de la proteína.
La revalorización en los últimos tres meses es de 9 céntimos: precio base de 48 en agosto, 50 en septiembre y 57 en octubre
La revalorización acumulada desde el pasado 1 de abril en los contratos de Entrepinares es del 42,5%, desde los 40 céntimos de precio base firmados en ese momento a los 57 de este mes de octubre, lo que supone una subida sin precedentes en el sector, acostumbrado a décadas de inmovilismo en los precios de la leche en origen.
Descoloca el mercado
La decisión de Entrepinares revienta un mercado que se ha movido al alza en los últimos meses, empujado por la cotización en máximos históricos de los productos lácteos industriales en los mercados internacionales y por la falta generalizada de leche en el campo a consecuencia de la caída de la producción y el incremento de costes.
Entrepinares ha sido una de las empresas que más ha incrementado la compra de leche en Galicia en los últimos años hasta alcanzar los 200 millones de litros anuales
El movimiento de Entrepinares llama además la atención por tratarse de un proveedor de Mercadona, la cadena que marca tendencia en la fijación de precios en los lineales de los supermercados, con un efecto arrastre sobre el resto de la distribución.
Mercadona estaba frenando en las últimas semanas una subida del brick de leche en los supermercados
De hecho, la empresa valenciana propiedad de la familia Roig estaba siendo señalada en las últimas semanas a consecuencia de su negativa a subir el precio del brick de su marca blanca, Hacendado, de los 79 hasta los 83-84 céntimos, como hicieron el resto de cadenas de la competencia, que después recularon con la excusa de no hacerlo Mercadona, que controla el 30% de las ventas de leche líquida en el conjunto del España.
La decisión de Entrepinares de llevar a cabo de golpe una subida de 7 céntimos a los ganaderos no se entendería sin el respaldo de Mercadona, por lo que parece que estaría secundando de este modo este nueva alza de precios en todos los eslabones de la cadena, comenzando por los productores, al igual que había hecho hace un año cuando Naturleite, que envasa en Meira leche para Mercadona, había sido de las primeras en anunciar también una subida inicial de 2 céntimos que acabó desencadenando una revalorización en cadena del resto de empresas.
La planta de Naturleite (cooperativa COVAP) pagó la leche del mes de agosto a un precio base de 47 céntimos y había previsto una subida de un céntimo para septiembre y otro para octubre, pero está por ver si sigue la estela de Entrepinares con un incremento de mayor calado en los últimos meses del año.
La ‘fiebre de la leche’ provoca subidas generalizadas en el resto de industrias
En el pasado mes de marzo, el momento en el que se firman en Galicia la mayoría de contratos, se preveía un año difícil en las explotaciones, debido a la escalada de precios de los piensos, el fertilizante, el gasóleo o la electricidad.
Pero la subida de precios en origen que se ha ido produciendo desde entonces está compensando con creces el incremento de costes de producción de las granjas y haciendo que el 2022 vaya a acabar siendo un buen año para los ganaderos de leche.
Hay poca leche en el campo y los productos industriales siguen por las nubes
Tanto en los contratos que finalizaron el 30 de junio, como en los que lo hicieron este 30 de septiembre, se produjeron importantes alzas y disputa entre industrias por retener o captar proveedores, lo que aviva aún más los precios.
Ofertas de captación
La fiebre de la leche que se está viviendo está provocando ofertas de captación por parte de empresas como la asturiana Reny Picot o la gallega Grupo Lence (Leche Río y Leyma), que han cogido alguna granja más en este mes de octubre con contratos concretos a 52, 53 e incluso 54 céntimos, aunque estos precios no son generalizados, sino casos puntuales fruto de la negociación individual con algunas ganaderías.
Reny Picot, Grupo Lence, Innolact y Central Lechera de Lugo están peleando por nuevas explotaciones
En la pelea por la captación de nuevas explotaciones está también Innolact (Quescrem), con planta en Castro de Rei y socia de la cooperativa CLUN en Arquega; y primeros compradores como Central Lechera de Lugo, con planta en Rábade; e incluso nuevos actores como Central Lechera del Cantábrico, con domicilio social en León.
Contratos de corta duración
En muchos casos, los nuevos contratos firmados son de corta duración, por un periodo de tres meses, lo que permite a las explotaciones aprovechar de manera puntual las ofertas que les llegan y no tener las manos atadas de cara al futuro, dado que se prevé que la tendencia alcista continúe en los próximos meses, acercándose el precio final a los 60 céntimos de cara a comienzos del año que viene.
Desde las organizaciones agrarias y de productores están recomendando firmar contratos a corto plazo para poder renegociar precios
Otras empresas con contratos firmados por un año están llevando a cabo también subidas motu propio aunque de menor calado. Es el caso de CAPSA, la cooperativa propietaria de Central Lechera Asturiana y que opera en Galicia con la marca Larsa. Ha anunciado una subida de 2 céntimos que dejaría el precio medio de su contrato vinculado en el 30% al precio de los productos industriales en 47 céntimos.
Se dispara la diferencia entre las pequeñas y las grandes explotaciones
Una de las consecuencias de la negociación a la carta con cada granja que están llevando a cabo algunas empresas es que se está incrementando de manera notable la diferencia entre las pequeñas y las grandes explotaciones,
Lactalis, por ejemplo, se está moviendo en un rango de entre 46 y 52 céntimos en función del volumen de entregas. Lo mismo ocurre en Leche Celta, que está ofreciendo 48 céntimos para octubre, 49 para noviembre y 50 para diciembre, con 3 céntimos menos en el caso de los pequeños productores.
Pascual y Inleit, que habían comenzado el año siendo de las que más pagaban, están quedando atrás con 48 céntimos en septiembre
A la vista de los actuales movimientos, parece que los tiempos del conocido como Cártel de la Leche están superados y por primera vez en décadas los ganaderos disponen de varias ofertas sobre la mesa y pueden escoger a quién entregar su leche, aunque con notables diferencias de precios en algunos casos entre las granjas que están firmando contrato en este momento y las que lo hicieron hace meses.
Mercadona sube el precio de la leche tras situarse durante semanas por debajo de los 80 céntimos