¿Es la vendimia mecanizada una alternativa rentable en los viñedos?

Un estudio en campo analiza los parámetros para ajustar la vendimia mecanizada en aquellos viñedos de alto rendimiento y muy mecanizados para reducir las pérdidas derivadas de este modelo de recogida de la uva. Conocemos sus conclusiones en detalle

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¿Es la vendimia mecanizada una alternativa rentable en los viñedos?

Viñedos de alto rendimiento situados en Toledo en los que se llevó a cabo el estudio sobre la vendimia mecanizada.

La mayor parte de los viñedos gallegos tienen una orografía que dificulta su mecanización, sobre todo en territorios como la Ribeira Sacra donde se practica en buena parte de ellos una viticultura heroica. Sin embargo, en otras zonas vitícolas de España están optando por la vendimia mecanizada, sobre todo en viñedos de alto rendimiento y muy mecanizados. Con todo, una de las primeras dudas que surge a la hora de valorar realizar la vendimia de manera mecánica es si este sistema resulta realmente eficiente y qué pérdidas se derivan de él.

Un estudio realizado en el marco del proyecto Bigpredidata sobre el empleo de soluciones tecnológicas en los viñedos, evaluó precisamente la eficiencia de la vendimia mecánica. Se trata de un trabajo impulsado por la empresa Viñedos del Río Tajo SL y que se llevó a cabo en dos viñedos situados en Toledo, en las márgenes del río Tajo.

“Se buscaba ajustar el proceso de vendimia mecanizada para maximizar la eficiencia y además poder considerar este parámetro en las predicciones de rendimiento”

“El objetivo final es ajustar el proceso de vendimia para maximizar la eficiencia y además poder considerar este parámetro en las predicciones de rendimiento”, explica el investigador Pedro Junquera, que formó parte del equipo de expertos que realizó este trabajo y que fue también el encargado de presentarlo en el marco de las V Jornadas del Grupo de Viticultura de la Sociedad Española de Ciencias Horticolas (SECH) celebradas en Ourense.

El estudio se llevó a cabo en dos fincas colindantes: Bergonza y Daramezas. “Son viñedos diseñados y gestionados para las producciones de alto rendimiento”, apunta. Se trata de plantaciones en cordón bilateral a 1,80 metros de altura del suelo y poda mecánica. “La vegetación se deja libre formando una cortina y la vendimia obligatoriamente es mecanizada”, detalla.

Poda mecanizada del viñedo.

Poda mecanizada del viñedo.

En estos viñedos estudiados emplean habitualmente una vendimadora con descarga lateral del modelo Braud 9090x de New Holland, que cuenta con 18 sacudidores a cada lado y una frecuencia de sacudida de 460 revoluciones por minuto.

Procurar el rendimiento

Para poder establecer una comparativa, antes de proceder a esta vendimia mecanizada, realizaron una vendimia manual. “Recogemos en cada una de las parcelas las uva de unas 50 plantas para poder calcular el rendimiento total o absoluto, es decir, sin pérdidas. Además, ese rendimiento se corrigió con el estado de formación de todas las plantas de la parcela vendimada”, apunta el especialista.

Así es que, en la vendimia manual hicieron un cálculo del rendimiento total, corregido con el estado de formación. Mientras, en la vendimia mecánica, estimaron el rendimiento real, para lo cual hicieron una única pesada de la cosecha en una báscula industrial.

Vendimia mecanizada del viñedo.

Vendimia mecanizada del viñedo.

La velocidad, clave del éxito

“No se trata de un ensayo con repeticiones en cada una de las parcelas, sino que es una puesta a punto de la metodología y aprovechamos para trabajar en 2 días a dos velocidades de recogida diferentes”, concreta Junquera.

Así, en la Finca Daramezas la recogida se hizo a una velocidad de 3,9 kilómetros por hora, mientras que en la Finca Bergonza se incrementó la velocidad hasta los 4,2 kilómetros por hora.

La velocidad de recogida de la uva resultó ser uno de los parámetros determinantes para la eficiencia en la vendimia mecánica

En cada una de las fincas vendimaron una superficie de entre media hectárea y cerca de 0,75 hectáreas, hasta llenar un camión de 24 toneladas, para poder tener un rendimiento real con cada pesada.

Análisis de las pérdidas en la vendimia mecanizada

En el estudio también prestaron especial atención a las pérdidas, ya que es uno de los condicionantes para evaluar el empleo de la vendimia mecanizada. Así es que midieron las pérdidas en planta y en el suelo. “Hicimos 5 repeticiones en cada parcela y con 3 plantas por repetición”, concreta Junquera.

Echando mano de estos datos calcularon la eficiencia de la vendimia como el cociente del rendimiento de la máquina y el rendimiento manual. En cuanto a las pérdidas, las pérdidas totales las establecieron por diferencia entre el rendimiento manual y la máquina.

Los resultados del estudio muestran unos rendimientos de 39.158 kilos por hectárea en la finca de Daramezas donde tuvieron unas pérdidas del 92,2%. Mientras, en la finca Bergonza el rendimiento fue de 45.303 kilos por hectárea y tuvieron unas pérdidas del 90,5%. La diferencia más significativa fue que la parcela de Daramezas fue recogida a una velocidad de 3,9 kilómetros por hora, mientras que en la de Bergonza se hizo a 4,2 kilómetros por hora.

Resultados de la vendimia mecánica y pérdidas inscritas en las dos parcelas del ensayo.

Resultados de la vendimia mecánica y pérdidas inscritas en las dos parcelas del ensayo.

“Con la precaución de que no es un ensayo con repeticiones, pudimos ver que en la finca Daramezas con una velocidad menor y un rendimiento menor, la eficiencia de vendimia fue de un 92%, mientras que con un mayor rendimiento y velocidad, en la parcela de Bergonza, las pérdidas fueron menores”, explica el investigador.

“Dentro de la planta los restos que quedaban fueron fundamentalmente raspones (70-75%) y el resto de uva (25-30%). Las pérdidas del suelo eran principalmente uva (91-94%) y solo alrededor de entre un 6 y 9% de raspón”, concreta el investigador.

Pérdidas en el empleo de vendimia mecanizada.

Pérdidas en el empleo de vendimia mecanizada.

Las diferencias que encontramos, con las precauciones de que se trata de un estudio de solo una cosecha, es que cuando el rendimiento es mayor y aumenta también la velocidad de trabajo, las pérdidas aumentan fundamentalmente en el suelo. “Fueron sobre todo uvas que cayeron al suelo y que la vendimadora no pudo recoger”, apunta el investigador.

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