¿Es posible predecir la alternaria en patata para reducir su incidencia?

Un equipo de la Universidad de Vigo trabaja en un modelo de predicción adaptado a Galicia, con el que conocer las condiciones que propician la aparición de este hongo. Pretenden conseguir una mayor eficacia de los tratamientos y reducir las aplicaciones

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¿Es posible predecir la alternaria en patata para reducir su incidencia?

Plantas de patata dañadas por alternaria.

La alternaria es una amenaza para cultivos como la patata, en los que provoca daños no solo durante el ciclo de producción, sino que sus efectos se pueden arrastrar incluso una vez cosechadas las patatas, ya en los almacenes. Debido a esto, es uno de los patógenos, junto con el mildiu, que suponen mayor aplicación de fitosanitarios en zonas productoras de patata como A Limia.

Los modelos de predicción pretenden conseguir una mayor eficacia de los tratamientos y reducir el número de aplicaciones

Ahora un equipo de investigación de la Universidad de Vigo procura adaptar a Galicia modelos de predicción de la incidencia de la plaga, con los que poder reducir los tratamientos e incrementar su eficacia. «El objetivo es detectar y mejorar el control de la plaga, para que se pueda conseguir una mayor eficacia y reducir la aplicación de tratamientos en los períodos de menor riesgo», detalla la investigadora Carme Seijo Coello que, junto con Olga Escudero Pérez, forma parte del grupo de investigación Planta, Suelo y Valorización de productos.

Factores que favorecen la aparición de la alternaria

Para el desarrollo de estos sistemas de predicción de la alternaria es fundamental el conocimiento sobre el hongo y las condiciones que favorecen la infección. En este sentido, los principales parámetros que afectan al desarrollo de la alternaria, una vez que el inóculo está presente en el cultivo, son de tipo climático.

La humedad relativa y temperatura elevada, así como el viento, favorecen el desarrollo y expansión de la alternaria

La enfermedad suele manifestarse cuando la temperatura se encuentra entre los 20 y los 30 grados y se producen períodos alternos con una humedad relativa elevada, unas condiciones que pueden darse en días de tormenta precedidos de calor. Además, el número de horas que se prolonguen estas condiciones climáticas también favorece la aparición del hongo, así como el viento, ya que puede contribuir a que los patógenos se expandan a otras parcelas.

Incidencia de la alternaria en función de la temperatura.

Al margen de estas condiciones climáticas, para que la enfermedad se llegue a desarrollar es imprescindible que el hongo ya esté presente, de alguna manera, en el cultivo, tal y como explica Laura Meno Fariñas, doctoranda de la Universidad de Vigo y que está realizando su tesis sobre el control de la alternaria en el cultivo de la patata en el seno de este grupo de investigación. «Factores como la semilla, la variedad de patata y la presión de inóculo en la zona de cultivo afectan a la incidencia de la patología», concreta la investigadora.

El uso de semilla infectada es una de las prácticas de mayor riesgo, por lo que recomiendan el uso de semillas certificadas

Una de las prácticas de mayor riesgo es el uso de semilla infectada, de ahí la importancia de que los productores empleen semilla certificada libre de patógenos. «Un foco importante de inóculo del hongo pueden ser los tubérculos de años anteriores que quedan en el campo o que se abandonan en el entorno de los almacenes», apunta la investigadora. Por ese motivo, Meno insiste en la importancia que tienen las prácticas de cultivo adecuadas para el control de la enfermedad, de manera que no sólo se impliquen los productores, sino también los almacenistas.

En la proliferación de la alternaria otro de los factores determinantes es la variedad de patata que se siembre, puesto que algunas son más sensibles a la acción de estos hongos, lo que incrementa el riesgo de la patología. «La elección de la variedad puede ser de interés para reducir el uso de tratamientos», explica la investigadora. El año pasado realizaron por primera vez un estudio comparativo con 7 variedades: Agria, Frisia, Fontane, Kennebec, Red Pontiac, Desiree y una de carne violeta, Fleur Bleue. Precisamente, el hecho de tener sólo los datos del primer año les impide, por el momento, dar datos concluyentes sobre la resistencia de unas variedades frente a otras.

«La elección de la variedad puede ser de interés para reducir el uso de tratamientos»

En este primero año observaron que la variedad Fontane o Fleur Bleue, fueron más resistentes que la Desiree, Red Pontic y la Kennebec, pero son resultados de comparación de esas 7 variedades cultivadas bajo las mismas condiciones para un año. «Con los próximos años de estudio y la recopilación de más datos podremos concretar mejor la respuesta de cada variedad a este patógeno», indica Meno.

Modelos de predicción

Todos estos factores que aportan información sobre el conocimiento de la alternaria contribuyen al diseño de modelos de predicción más exactos, que puedan ofrecer recomendaciones sobre el momento preciso de aplicación de los tratamientos fitosanitarios. «Se trata de conseguir mantener protegido el cultivo y al mismo tiempo no aplicar producto químico en exceso, rompiendo así con la costumbre de los calendarios preestablecidos de aplicación de tratamientos o con aplicación de tratamientos que se justifican con los plazos de seguridad», indica Meno Fariñas.

Estudio de las condiciones climáticas para la incidencia de la alternaria.

El grupo de trabajo, que comenzó a investigar sobre la alternaria ya en el 2004 y posteriormente en el 2007, lleva desde el 2014 recogiendo datos de forma ininterrumpida sobre el incidencia de la plaga en la Limia. «Cuanta más secuencia de datos podamos recopilar más acertados pueden llegar a ser los modelos, por lo que esta investigación requiere un importante trabajo de campo», concreta la investigadora Carme Seijo.

Los datos sobre el incidencia de alternaria en cosechas pasadas les permiten determinar los momentos de mayor riesgo. Están adaptando a las características de Galicia los modelos de predicción que se emplean en otras áreas geográficas como Estados Unidos, Reino Unido o Sudáfrica. «Hoy en día, existen ya estaciones agrometeorológicas que pueden dar recomendaciones sobre los momentos de riesgo, pero el problema es que utilizan patrones de otras regiones con lo cual sus predicciones están un poco desviadas de la realidad gallega», explica Seijo.

Para definir estos modelos de predicción tienen en cuenta la temperatura, la humedad relativa y la presencia del inóculo en el ambiente

Para conseguir este modelo de predicción están trabajando con 3 factores que determinan los niveles de riesgo: la temperatura y la humedad (tanto relativa como foliar), así como la presencia del inóculo en el ambiente. Además, están empleando un modelo que se utiliza ya para predecir la aparición de hongos en el cultivo del tomate y que tiene en cuenta parámetros como la humedad foliar.

Beneficios del sistema de alerta

Contar con un sistema de alerta que ayude a decidir si es o no necesario aplicar el tratamiento para combatir la alternaria puede dejar diversos beneficios. Los principales beneficiarios serán los agricultores que podrán aplicar los tratamientos en el momento preciso y así conseguir atajar la plaga y disminuirán los gastos de producción, consiguiendo aumentar el margen de beneficios. «Al mismo tiempo que reducen pérdidas, este sistema ayuda a reducir el uso de tratamientos químicos y consecuentemente el gasto económico», concreta Laura Meno.

El sistema de predicción es una herramienta para lograr una producción más sostenible y que los agricultores reduzcan costos

Esta herramienta apunta a ser un método para conseguir una producción más sostenible y con menor impacto en el medio ambiente. En esa línea, también se mejora la percepción de los consumidores hacia ese producto.

Mayor incidencia

Los trabajos para lograr un sistema de predicción de riesgos de la enfermedad contaron con financiación de los fondos Feader 2017 en colaboración con el consejo regulador de la IGP Patata de Galicia y diferentes empresas del sector. Además, esperan continuar recabando datos en los próximos años para conseguir unas predicciones más ajustadas. En este caso, los trabajos se enmarcan en un proyecto europeo en el que se aborda la diversidad de los suelos y la adaptación del uso a prácticas sostenibles con las que preservar la calidad del suelo.

Por otra parte, el incremento de las temperaturas derivadas del cambio climático hace prever que la incidencia de la alternaria pueda ser mayor por lo que las investigadoras reivindican la importancia de contar con herramientas más precisas con las que atajar la enfermedad.

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