«Es un error gastar el dinero en los caballos del tractor y no invertir en tecnología»

Marcos Esteve es un joven agricultor navarro que ha revolucionado la explotación familiar gracias a la digitalización, la toma de datos y la agricultura de precisión, consiguiendo aumentar un 40% la producción de cereales y reduciendo un 85% la utilización de fitosanitarios. Tambén bajó un 30% el uso de abonos y el gasóleo para la maquinaria

Marcos no seu tractor, dotado con condución autónoma por GPS

Marcos trabajando en su tractor, dotado con conducción autónoma por GPS

Pese a su juventud, Marcos Esteve Pamias demuestra tener las cosas muy claras. Con sólo 24 años no se deja arrastrar por competiciones más habituales a su edad, como la de la potencia del tractor, y prefiere disponer de maquinaria más precisa que le ayuda a cultivar de forma más personalizada y eficiente, con tecnología que le facilita la toma de decisiones más acertadas. Está considerado el Messi de la agricultura de precisión y ha contado su experiencia en un webinar organizado por COAG bajo el título De Ingeniero a Tecno-Agricultor.

Su explotación, situada en La Valdorba, en la zona media de Navarra, a sólo 30 kilómetros de Pamplona, está formada por 220 hectáreas dedicadas a la producción de cereales. Su familia, originaria de Cataluña, se trasladó a esta zona cuando Marcos tenía 5 años. Su madre y su tío regentaban la explotación pero a principios de 2016 su tío se marchó a trabajar fuera y su madre se quedó sola al frente de la finca. Fue entonces cuando Marcos se empezó a implicar más hasta que por un problema de salud de su madre tuvo que coger él la explotación. Estaba aún estudiando la carrera de ingeniería mecánica, así que aplicó sus conocimientos de termodinámica al campo.

No tenía ni idea de campo, pero soy un entusiasta de las máquinas y empecé a ver que tecnología se podía utilizar

«Vinimos de Barcelona y no tenía ni idea de campo, pero soy un entusiasta de las máquinas. Yo fui autodidacta y empecé a ver qué tecnología se podía utilizar. Quería ser más eficiente y más preciso en las siembras, el abonado y los tratamientos», explica Marcos. Pero las herramientas con las que contaba no le servían para eso. «No tenía nada, sólo un tractor sin GPS, pero no tenía automatización, ni conectividad, ni tampoco datos de cosecha», explica. Así que decidió invertir. Pero no lo hizo al uso, sino que se compró una estación meteorológica, un dron, software para interpretar datos y maquinaria agrícola para realizar las labores en el campo capaz de trabajar a partir de ellos.

Un mensaje bueno para los agricultores sería no fijarse en la potencia del tractor

«Hay gente que invierte en caballos, pero la maquinaria debe estar dimensionada. Mi tractor tiene 155 caballos, es de los más pequeños de la zona», explica. Su razonamiento: «¿para qué invertir ese dinero en una cuestión mecánica pudiendo dedicarlo a tecnología?», razona. «Es un error gastar el dinero en la potencia del tractor, no hay que invertir en caballos sino en tecnología de otro tipo que nos permite a los agricultores ser más eficientes y productivos», afirma.

Una agricultura más respetuosa con el medio ambiente

Un dos campos de cereal que cultivan. En total traballan 220 hectáreas nas que botan trigo, cebada, avea e leguminosas

Uno de los campos de cereal que cultivan. Dedican 150 hectáreas a trigo, cebada y avena

Su madre y su tío decidieron probar la agricultura biodinámica en 2011, sin usar herbicidas, fitosanitarios ni fertilizantes químicos, dedicando la mitad de la superficie a forrajes y leguminosas y cultivando mediante desherbado mecánico y gran aporte de materia orgánica al suelo. Pero tras cuatro años produciendo en ecológico, se pasaron de nuevo a convencional para aumentar la rentabilidad. «La agricultura biodinámica y ecológica no era viable económicamente», reconoce.

Tras cuatro años produciendo en ecológico se pasaron de nuevo a convencional para aumentar la rentabilidad

Sin embargo, no querían desperdiciar las mejoras en la calidad del suelo que habían logrado en esos cuatro años. «Decidimos pasarnos a convencional pero siendo lo más respetuosos posible con el medio ambiente. Nuestro objetivo era optimizar el rendimiento y reducir la huella ambiental», explica.

Mejores rendimientos

Cuatro años después de haberse hecho cargo de la explotación familiar, Marcos ha logrado ambos objetivos. Por un lado, ha conseguido aumentar un 42% los rendimientos en cereales, pero reduciendo un 86% la utilización de fitosanitarios, un 30% los abonos y un 27% el gasóleo usado en el tractor.

Desde que ha cogido la explotación familiar ha conseguido aumentar en más de un 40% los rendimientos productivos en trigo y cebada

La cosecha de trigo, por ejemplo, ha pasado de 4.948 toneladas en 2016 a 7.050 en 2020, lo que supone un incremento del 42%, un crecimiento similar al obtenido en el resto de cultivos, como la cebada, que ha pasado de unas 4.000 toneladas a unas 6.500. Comercializan la producción a través de una cooperativa de la zona, la Sociedad Cooperativa Cerealista Valdorba. «Es lo menos arriesgado», dice.

Rotaciones con leguminosas

Sementan cada ano unha cuarta parte da finca con chícharos, veza ou fabas para aportar materia orgánica e fixar nitróxeno no chan

Siembran cada año un cuarto de la finca con leguminosas para aportar materia orgánica y fijar nitrógeno al suelo

Tras haberse pasado en 2016 a convencional, Marcos ha decidido sin embargo mantener ciertas prácticas usadas anteriormente en agricultura ecológica. Es el caso de las rotaciones de cultivos y el uso de leguminosas para fijar nitrógeno en el suelo. «En las 220 hectáreas que trabajamos hacemos numerosas rotaciones. Unas 150 las tenemos a trigo, cebada y avena y las 50 restantes a leguminosas, guisante, veza o habas normalmente. De esta forma rotamos cada 4 años toda la finca para poner leguminosas. Eso nos permite mantener buenos análisis de suelos y reducir abonos. La rotación de cultivos con leguminosa para nosotros es algo fundamental, ya que controlas la mala hierba y mejoras el abonado al mantener la materia orgánica en el suelo y la fijación de nitrógeno. Queremos de este modo seguir manteniendo lo que conseguimos en esos cuatro años de agricultura biodinámica», explica.

Disponen de 220 hectáreas de superficie y los principales cultivos son trigo, cebada, avena y leguminosas

Otra de las técnicas que están implementando es la siembra directa. «Recogemos los guisantes y picamos los restos para abono verde y hacemos siembra directa encima de la leguminosa con muy buenos resultados. Este año esa ha sido la mejor parcela con diferencia», asegura.

Siembran cada año una cuarta parte de la superficie de cultivo con guisante, veza o habas y el 7% que valora la PAC queda a barbecho con cubierta vegetal de forraje

Picar paja o usar abonos orgánicos son otras técnicas de agricultura biodinámica que emplean para mejorar la estructura de la tierra. De hecho, mantienen a barbecho con cubierta de forraje un 7% de la superficie para cumplir con las exigencias de la PAC y dejan un margen de 2 metros en ríos y cauces fluviales.

Abonado variable

Utilizan mapas de cultivo para delimitar as zonas máis produtivas

Utilizan mapas de cultivo para delimitar las zonas más productivas

Marcos hace cultivo de secano, pero en esta zona de Navarra se producen entre 600-700 mm anuales de pluviometría. Una de las apuestas más interesantes de la agricultura de precisión que está implementando es la dosificación variable de abonos y fitosanitarios y los anchos variables en la siembra, cuestiones que quiere seguir potenciando. Sus próximos pasos irán encaminados a un mayor cuidado de la fertilidad y la estructura del suelo, mediante la agricultura de conservación a través de siembra directa, con dosificación variable y abonado localizado.

Sus próximos pasos irán encaminados a un mayor cuidado de la fertilidad y la estructura del suelo, mediante la agricultura de conservación a través de siembra directa, con dosificación variable y abonado localizado

Su método de fertilización consiste actualmente en un abonado variable basado en mapas de cultivo sobre resultado de rendimiento de cosechas en la parcela, fertilizando más aquellas zonas que tienen más potencial para obtener mejores rendimientos. «Potenciamos las buenas zonas con más nitrógeno, aquellas en las que el cultivo va a tener capacidad para aprovecharlo, y echamos menos fertilizante en otras, porque el exceso de nitrógeno no sirve para abonar y obtener más producción, se pierde y acaba en los ríos y arroyos», explica.

Sólo en el último año ha logrado reducir un 8% los abonos y obtener un 16% más de cosecha

«Yo tenía una abonadora manual y cuando le apliqué la apertura variable esa inversión se amortizó en el primer año. Y una vez amortizada te genera un beneficio a largo plazo», valora en cuanto a la relación coste-beneficio de aplicación de la tecnología. De esta forma, abonando sólo lo necesario en cada caso, en función de la potencialidad de cada suelo, en el último año ha conseguido reducir un 8% el uso de abonos pero sacando un mayor rendimiento a la tierra, con un incremento del 16% en la cosecha.

Herbicida sólo si es necesario

A sulfatadora dispón de regulación variable

La sulfatadora dispone de regulación variable y corte de secciones

El mismo criterio que sigue con el abono (usarlo sólo donde es necesario y donde sirve para potenciar el cultivo) lo aplica también a los herbicidas y plaguicidas. «En siembra directa aplicamos el glifosato localizado al principio para no mover la tierra y si la finca tiene zonas donde no hay mala hierba, para que tratar con herbicida ahí?», argumenta Marcos. Lo mismo que si el cultivo está crecido. «La mala hierba aunque salga ya no le va a hacer nada, así que no hace falta ni merece la pena tratar», defiende. «Este año en una finca de 50 hectáreas he tratado solo 5 hectáreas», ejemplifica.

No me gusta usar glifosato. Controlamos las malas hierbas con mecanización, hacemos siembra tardía y estamos empezando a hacer siembra directa después de leguminosa y nos funciona muy bien

El uso racional de fitosanitarios es otro de los cambios que se avecinan a corto plazo, impulsados desde la UE, ya que al igual que sucede en la ganadería con la eliminación de la aplicación de antibióticos con carácter preventivo a la aparición de enfermedades en el ganado, la agricultura también camina hacia una limitación de los tratamientos previos a la aparición de plagas y malas hierbas.

La Gestión Integral de Cultivos, algo a lo que obliga una normativa europea desde 2015 y que Marcos ya realiza, implica vigilar mucho más a las plantas para estar atentos a la aparición de posibles plagas o enfermedades para poder tratarlas con el producto adecuado en su momento justo.

Las bases de la agricultura 4.0

Marcos dispone de un dron multiespectral

Marcos dispone de un dron multiespectral y un software de fotogrametría para interpretar la información

Toma de datos, interpretación y dosificación variable. Así podría resumirse la agricultura del futuro, un futuro muy cercano, tanto que ya está presente en explotaciones como la de Marcos. «La agricultura es ya a día de hoy un sector muy tecnológico, no es un trabajo pesado, sino tecnificado. Y si queremos ser más sostenibles y producir más con menos éste es el camino. Se va a exigir en la nueva PAC desde Bruselas esa reducción de nuestra huella ambiental», razona.

Optimizar las labores productivas ha permitido a este agricultor navarro reducir la compra de insumos: un 30% menos de abonos, un 86% menos fitosanitarios y un 27% menos gasóil. Este hecho, sumado al incremento de más de un 40% en la producción, le ha servido para aumentar de forma notable la rentabilidad de su explotación.

Un dato no vale lo suficiente si no sabes interpretarlo

La clave está en tomar decisiones acertadas. «Un dato no vale lo suficiente si no sabes interpretarlo. Una cosa no quita la otra: puedes tener mucha tecnología de toma de datos pero lo que te da la información final y te permite tomar una decisión es su interpretación», asegura.

Conducción autónoma

Cadro de mandos do tractor

Cuadro de mandos del tractor

Marcos dispone hoy de un tractor John Deere 6155R dotado con automatización y telemetría avanzada, una abonadora con apertura variable y una sulfatadora don dosificación variable y corte de secciones. «Yo voy al campo y el tractor lo hace todo por mi. Yo me dedico a ver una película y comprobar que todo está funcionando bien. Que vaya el tractor solo ya es algo básico», asegura.

Pero aunque el tractor realice todas las tareas de forma autónoma, «tienes que ir sentado al volante igualmente, ya que en caso de levantarte el tractor se detiene», explica. Es una cuestión de normativa, que en muchos casos va muy por detrás de las posibilidades que ofrece la tecnología. «Hay legislación obsoleta que supone un freno a la introducción de mejoras en el campo», asegura.

Hay legislación obsoleta que supone un freno a la introducción de mejoras en el campo. Aunque el tractor realice todas las tareas de forma autónoma, tienes que ir sentado al volante igualmente, ya que en caso de levantarte el tractor se detiene

La automatización de las tareas en campo, con el autoguiado, el giro automático en cabeceros y el diseño de trayectorias óptimas, ha permitido a Marcos reducir un 20% los solapes y optimizar un 30% el uso del tractor. Por ejemplo, en 2019 en 16 horas de trabajo y un consumo de 291 litros de gasóleo logró trabajar una superficie de 29,3 hectáreas, mientras que en 2020 en el mismo tiempo y con el mismo consumo de combustible trabajó 38,3 hectáreas.

Al pisar menos el terreno compactas menos el suelo

La mejora de trayectorias, sumado a la aplicación localizada de abono y herbicida, le ha permitido reducir las horas de trabajo (hasta un 60% menos de tiempo total en realizar las distintas labores) y usar un 27% menos de combustible, lo que, además del ahorro económico, equivale, en su caso, a 3,3 toneladas menos de CO2 emitidas a la atmósfera. Al mismo tiempo, se producen también ventajas a nivel del terreno. «Abono aplicas solo donde necesitas fertilizar y fitosanitarios sólo donde necesitas tratar y al pisar menos el terreno compactas menos el suelo», razona.

Estación meteorológica propia

Estación meteorolóxica, que agora quere complementar con sensores climáticos de de chan

Estación meteorológica, que ahora quiere complementar con sensores climáticos y de suelo

El centro de operaciones de John Deere (John Deere Operations Center) es también la plataforma principal de datos que usa este agricultor. «Me permite unificar y aglutinar los datos y la información de distintas aplicaciones», indica, como la monitorización de las fincas, seguimiento de cultivo y datos de cosecha que obtiene a través de Satagro.

Marcos dispone también de una estación meteorológica propia y un dron y hace un registro personalizado de todas las parcelas para después evaluar cómo actuar en cada caso, también mediante la ayuda de tecnología. «Tengo un dron multiespectral y un software de fotogrametría que me permite interpretar esa información», explica.

La estación meteorológica nos costó 3.000 euros, pero si aplicas un herbicida y no te funciona porque las condiciones climáticas no son las idóneas pierdes mucho más dinero que todo eso

La estación meteorológica le costó 3.000 euros, pero considera que es una inversión muy rentable. «Si aplicas un herbicida y no te funciona porque las condiciones climáticas no son las idóneas pierdes mucho más dinero que todo eso», argumenta. «La estación meteorológica nos permite ser mucho más precisos en las aplicaciones y tratamientos y escoger condiciones idóneas de humedad, temperatura y velocidad del viento para pulverizar», añade. Ahora pretende incorporar un mayor número de sensores climáticos, añadir sensores de suelo y mejorar la detección de malas hierbas a través de drones, así como avanzar en el big data y el desarrollo de algoritmos.

Apoyo institucional efectivo

La transición hacia la agricultura de precisión obliga a replantear el actual modelo de ayudas públicas y subvenciones a la agricultura. «Yo no he tenido ayudas de ningún tipo para incorporarme, porque no se adaptaban a mis necesidades. Las ayudas deben ser acorde a lo que necesita cada agricultor, no con carácter genérico y que a veces te obligan a sobredimensionarte», denuncia.

Cuando empecé hace cuatro años no tenía nada: tenía un tractor sin GPS, nada de automatización ni conectividad, y ni siquiera tenía datos de cosecha

Para jóvenes como Marcos, la tecnología no es algo extraño, pero la brecha digital que sufren todavía hoy las zonas rurales impide en muchos casos usar las nuevas herramientas en todo su potencial. «La cobertura de internet es básica. Si tú tienes un tractor 4G y no tienes conectividad nunca podrás hacer una agricultura 4.0», evidencia.

La gestión de las Administraciones públicas debe facilitar las infraestructuras de banda ancha necesarias pero su labor debe centrarse también en la formación. «Yo he sido autodidacta y he dedicado muchísimas horas a formarme y estudiar la tecnología disponible y en muchos casos es un prueba y error, así es como vas avanzando».

Finalmente, Marcos alerta sobre la avalancha de tecnología. «No toda la tecnología es útil, hay que analizar cuál es la que a ti te va a suponer una mejora. Y necesitamos que la tecnología sea sencilla e intuitiva», reclama.

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