“Este proyecto no les va a robar el purín a los ganaderos, les da una alternativa cuando tengan excedente”

Reganosa, conjuntamente con otras empresas energéticas, proyecta la creación en Galicia de una red de plantas de biogás que aprovecharían el metano existente en el purín procedente de las granjas de cerdos, pollos y vacas de leche. Dicen que aún no tienen definido el coste que tendría el sistema para los ganaderos

Daniel López Durán, explicando o proxecto de Reganosa nas xornadas sobre enerxía organizadas polo Muvicla

Daniel López Durán, explicando el proyecto de Reganosa en las jornadas sobre energía organizadas por el Muvicla

Los altos precios del gas a consecuencia de la guerra en Ucrania y las limitaciones a la aplicación de purín, teniendo en cuenta además la inminente publicación del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas que prepara el Gobierno, ha animado a tres empresas energéticas (Reganosa, Naturgy y Repsol) a apostar por la construcción en Galicia de una red de plantas de biogás que emplearían el purín de las explotaciones como materia prima.

La iniciativa cuenta con el beneplácito de la Xunta y aspira a captar fondos europeos Next Generation. Pero existen aún muchas dudas sobre el proyecto, que incluso levanta bastantes recelos en el sector.

Daniel López Durán, responsable de proyectos de Reganosa, participó esta semana en una jornada sobre energía organizada por el Muvicla en Láncara, donde trató de tranquilizar a los ganaderos asegurando que no pretenden sacarles el purín que precisan las explotaciones para abonar sus praderas y tierras de cultivo, sino ofercerlles una alternativa para el tratamiento del purín cuando les sobre.

Queremos dar una solución integral a la gestión de los purines en Galicia, que puede ser un problema en los próximos años para la continuidad de muchas granjas

“Es un proyecto que tiene un reto: dar una solución integral al problema que tenemos en Galicia para la gestión de los purines y que puede suponer un obstáculo insalvable en los próximos años para la continuidad de muchas granjas”, argumenta este ingeniero industrial que en la actualidad se encarga de la cartera de proyectos del grupo dentro del ámbito de la Transición Ecológica.

Objetivo: tratar 6 millones de toneladas de purín al año

Reganosa es una empresa gallega surgida hace 15 años con una planta de gas natural licuado en Mugardos. En la actualidad la compañía tiene presencia en más de 20 países, en los que opera plantas de GNL para terceros, y tiene en cartera 1,4 gigawatios de generación eléctrica en distintos proyectos de energía hidráulica, ecólica marina y terrestre, a los que ahora se suma el biometano.

La producción de biogás en las plantas de tratamiento de purín proyectadas equivaldría al 7% del consumo actual de gas natural que hay en Galicia. “Son cifras ambiciosas”, aseguró el responsable de proyectos de la empresa impulsora.

El uso de arena en las camas del ganado sería incompatible con su tratamiento en las plantas de biogás

Daniel López reconoce que se trata de un “macroproyecto a gran escala” con unas necesidades de materia prima importantes, puesto que se pretenden tratar 6 millones de toneladas de purín al año, aunque insiste en que “el proyecto se va a adaptar al purín existente” y explica que esa cifra representa únicamente la mitad del excedente de purín de las granjas gallegas, según los cálculos realizados por la empresa.

Pensado para las pequeñas ganaderías

El proyecto impulsado por Reganosa y que cuenta con el apoyo de la Xunta a través del consorcio público-privado Impulsa Galicia se enmarca en un cambio regulatorio, la aprobación del nuevo Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas, que establecerá previsiblemente restricciones a la aplicación de purines en determinadas épocas del año y fijará límites en las aplicaciones.

Para ganaderías de menos de 100 cabezas es muy difícil contar con plantas de gestión propias para el purín

“Esta red de plantas de biogás no va a sacar purín a las granjas que tengan en donde echarlo o como tratarlo, sino que está pensado para las que no tienen esa posibilidad”, insiste Daniel. “Es un proyecto pensado para las ganaderías pequeñas, porque las explotaciones de menos de 100 cabezas es muy difícil que puedan contar con plantas de gestión propias para el purín debido a su coste. De esta manera ofrecemos a esos ganaderos una alternativa de gestión”, afirma.

Cuatro plantas de digestión anaeróbica y 15 de pretratamiento

Público asistente ás xornadas celebradas en Láncara

Público asistente a las jornadas celebradas en Láncara

El modelo que Reganosa quiere montar para aprovechar el poder energético del purín abarca las principales comarcas ganaderas gallegas y supone una inversión total de 600 millones de euros. La iniciativa aspira a captar fondos de recuperación europeos, aunque Daniel reconoció que “este proyecto no tiene encaje al 100% en los PERTE actuales”.

El sistema estaría compuesto por “cuatro o cinco” plantas de digestión anaeróbica y “entre 15 y 20” plantas de pretratamiento del purín, donde se separaría la fracción líquida de la sólida, que sería la que se trasladaría después a las plantas de digestión donde se extraería el metano.

Habría entre 15 y 20 plantas de pretratamiento distribuidas por toda Galicia, próximas a las zonas de producción ganadera, para la concentración de los purines y la separación líquido-sólido

Estas plantas de digestión anaeróbica contarían con hasta 20 biodigestores y precisarían de una superficie de unas 10 hectáreas de terreno para su instalación. “Se están estudiando las ubicaciones, pero la primera planta va a ser en Meirama. Del resto de plantas preferimos no dar ubicaciones definitivas, porque pueden variar ligeramente”, explica el responsable del proyecto.

Una herramienta digital desarrollada por la empresa ha identificado mediante algoritmos matemáticos la localización de las instalaciones para cubrir todo el territorio minimizando la inversión y los costes operativos

Con todo, la empresa ha estudiado mediante inteligencia artificial las ubicaciones estratégicas ideales de las distintas instalaciones para minimizar los costes operativos, teniendo en cuenta la concentración de granjas y otros factores como las rutas de transporte y vías de comunicación o el acceso a gasoducto, un factor clave a la hora de situar las plantas de extracción e inyección del biometano a la red.

El resultado del algoritmo indicaría las siguientes localizaciones: Cerceda (para el tratamiento del purín del norte de la provincia de A Coruña, mezclado con la fracción orgánica de la basura que llega a Sogama); Abadín (para las ganaderías de A Terra Chá, A Mariña y las comarcas de Lugo y Sarria); Silleda (para las granjas de O Deza, Ourense, Chantada y Monforte) y Catoira (para juntar las deyecciones de las explotaciones de O Xallas, Arzúa, la zona de Cuntis y el litoral norte de Pontevedra. “Esta última sería la planta de menor tamaño”, explicó Daniel.

La ubicación de las plantas en Cerceda, Abadín, Silleda y Catoira es compatible con la intención de la Xunta de reabrir la de Coren en Sarreaus dentro del Plan Estratégico de A Limia

El diseño es compatible con la intención de la Xunta de poner en funcionamiento de nuevo, dentro del Plan Estratégico de A Limia, la planta de Coren en Sarreaus para dar solución de este modo a los problemas de contaminación por nitratos generados por las granjas intensivas de cerdos en la comarca de A Limia.

La fracción líquida sería vertida a cauce fluvial y la parte sólida devuelta a las explotaciones como abono

Esquema de funcionamento do sistema previsto por Reganosa para o tratamento dos xurros gandeiros en Galicia

Esquema de funcionamiento previsto por Reganosa para el tratamiento de los purines ganaderos en Galicia

La fracción líquida del purín producido por una explotación ganadera puede llegar a suponer hasta el 80% del volumen total del purín generado. Por eso, y para reducir los costes de transporte, tan sólo sería trasladada a la planta de biogás la parte sólida, mientras que la parte líquida sería sometida a un tratamiento descontaminante semejante al que se aplica en las depuradoras de aguas residuales. “Una vez convenientemente tratada, este agua podría emplearse por ejemplo para regar o ser vertida directamente a cauce”, adelantó el técnico de Reganosa.

Para maximizar la producción de biometano habría que añadir al digestor un aporte extra de cereales, restos de cosecha u otro tipo de corresiduos orgánicos

Para un óptimo funcionamiento de las plantas de digestión anaeróbica, además de la fracción sólida del purín, sería necesario añadir al biodigestor un aporte extra de cereales, restos de cosecha u otro tipo de materia orgánica de origen doméstico o procedente de la industria agroalimentaria. “No tenemos aún cuantificada la cantidad de corresiduo necesario para la mezcla”, indicó el responsable del proyecto.

El material digestado sería devuelto a los ganaderos para su utilización como fertilizante en los momentos de siembra

Reganosa cobraría a los ganaderos por el tratamiento del purín, aunque Daniel no detalló tampoco cuánto tendría que pagar una explotación para mandar su purín a tratar a estas plantas. “No tenemos datos aún, porque entraría también en el cálculo el valor del material digestado devuelto como fertilizante a las granjas”, argumentó.

El biogás extraído tendría que someterse a un proceso de purificación para convertirlo en biometano de alta calidad adecuado para inyectar en la red de gas natural

El biogás resultante, con una concentración del 60% de biometano, habría que depurarlo mediante un proceso denominado upgrading, para inyectarlo a la red con una pureza superior al 90%, equiparable al del gas natural. Por su parte, el material digestado sería transformado en fertilizante, que volvería al campo. “Está previsto que haya un retorno al ganadero en forma de fertilizante orgánico”, insistió Daniel.

Las dificultades de la logística

A preguntas del público asistente a la jornada celebrada en Láncara, el responsable del proyecto de Reganosa se refirió a las dificultades que han tenido para su funcionamiento otras iniciativas de valorización de purines, como la planta de Coren en Sarreaus, cerrada desde hace años, o la de Central Lechera Asturiana en Navia.

“Es cierto que tenemos experiencias previas que no son muy halagüeñas, pero la tecnología es una tecnología madura y el proceso no es muy complejo, lo más difícil es la logística de la recogida del purín en las explotaciones y su traslado a las plantas de pretratamiento”, afirmó.

El problema de este proyecto no es tecnológico, es logístico

Esta parte del proceso es en la que la empresa está trabajando en este momento, tanto para garantizar la materia prima necesaria como para estudiar la mejor opción para su traslado. “El proyecto arrancó con un estudio de viabilidad hace dos años y en este momento estamos haciendo ya labor de campo, caracterizando el residuo y hablando ya con explotaciones y cooperativas”, explicó Daniel.

Se contempla la posibilidad de que las cooperativas usen su parque de maquinaria para trasladar el purín desde las explotaciones a las plantas comarcales de pretratamiento

Coren no participaría inicialmente en el proyecto, pero la intención de Reganosa es que otras cooperativas gallegas más enfocadas al vacuno de leche, que cuentan con parque de maquinaria propio, se puedan encargar del transporte del purín a las plantas de pretratamiento.

Según los cálculos de la empresa, se crearían 600 empleos directos y 1.900 indirectos entre la gestión de las plantas y el transporte del purín. En cuanto a los plazos, la primera de las plantas, la de Meirama, estaría operativa ya en 2025 y el objetivo es que después cada 6 meses entre en funcionamiento una de las otras 3 hasta completar en 2027 todo el sistema.

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