Estrategias en ganaderías gallegas para reducir el estrés por calor en las vacas

Las altas temperaturas provocan bajadas de producción y problemas reproductivos en el ganado. Explicamos distintos métodos empleados en granjas de la comunidad para mejorar el confort de los animales los días de calor, desde cambios en la alimentación a nuevos sistemas de ventilación de los establos

Nave de produción de SAT San Antonio, de Palas de Rei, que vén de instalar un sistema de condución de aire

Nave de producción de SAT San Antonio, de Palas de Rei, que ha instalado un sistema de conducción de aire

Las altas temperaturas suelen ocasionar problemas en las vacas de leche provocándoles una situación de estrés que afecta a su alimentación, producción o incluso a la reproducción. Es una situación que se acusa más en establos antiguos, muchas veces poco ventilados y de altura insuficiente. Su adaptación en ocasiones no resulta fácil y la instalación de ventiladores resulta imprescindible para mantener un mínimo confort interior para el ganado. Pero hay otras medidas a nivel de manejo que también se pueden adoptar y que resultan efectivas.

Las olas de calor extremo son un fenómeno cada vez más frecuente, también en Galicia, por culpa del cambio climático. El estrés por calor en el ganado vacuno es una combinación de temperatura y humedad elevada, que se manifiesta normalmente a partir de los 30 grados y de un 70% de humedad. Sin embargo, debido al alto nivel de humedad relativa existente en Galicia, las penalizaciones por calor en las vacas de leche comienzan a notarse a temperaturas más bajas que en otras zonas con clima más seco.

Los animales de raza holstein, los más habituales en la producción de leche en Galicia, encuentran su zona de confort térmico entre los 0ºC y 24ºC, pudiendo mantener su temperatura corporal incluso a temperaturas ambientales de -10ºC, por lo que el frío no resulta un problema, pero sí el calor.

Los animales de raza holstein, los más habituales en la producción de leche en Galicia, encuentran su zona de confort térmico entre los 0ºC y 24ºC. Fuera de esos parámetros, la vaca centra buena parte de su energía en intentar regular su temperatura corporal

Los mecanismos fisiológicos de la vaca para eliminar el exceso de calor se producen mediante convección (transmisión de calor a través del aire que rodea al animal), conducción (sucede cuando un cuerpo caliente entra en contacto con otro más frío, en las vacas ocurre cuando están en contacto con la cama, por ejemplo) y evaporación (a través del aparato respiratorio, de la piel y por la eliminación de orina y excrementos).

A las vacas les resulta fácil regular su temperatura corporal mientras la temperatura del aire sea inferior a la suya, que suele situarse en un valor medio de 38,5 grados centígrados, pero cuando se sitúa por encima de estos valores, o incluso por debajo si existe un grado de humedad alto en el ambiente, la vaca centra buena parte de su energía en intentar regular su temperatura corporal.

El estrés por calor, que se manifiesta con temperaturas elevadas y un grado de humedad ambiental alto, es una de las principales causas de descenso de la producción en ganado vacuno lechero durante el verano, así como del contenido en grasa de la leche

Es por eso que el estrés por calor es una de las principales causas de descenso de la producción en ganado vacuno lechero durante el verano. Cuando las vacas acusan una situación de este tipo reducen su ingesta de materia seca, lo que se deriva en una menor producción de leche y esta contiene también menos grasa.

Aunque los animales en producción son los que más acusan los efectos del calor, también las vacas secas o las terneras sufren de este estrés que afecta a su desarrollo, ya que hay un menor crecimiento y se produce una pérdida de peso y una reducción de la condición corporal.

Alimentación y agua fresca

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Hay que evitar que le de el sol a la ración para que no fermente y el agua debe ser limpia, fresca y abundante

Las vacas en verano comen menos. El descenso del consumo de materia seca por cabeza en los días de calor puede incluso llegar al 20 o 30%, con la consiguiente pérdida de producción. Guardar los mejores forrajes para los meses del verano (los forrajes de menor calidad, con alto contenido en Fibra Neutro Detergente, producen más calor en el animal al fermentar en el rumen) y descartar aquellas partes del silo donde pueda haber hongos, así como incrementar el contenido en fibra digestible y de calidad para evitar el riesgo de acidosis rumial es siempre la primera recomendación en materia de alimentación en los meses cálidos.

Los forrajes de menor calidad, con alto contenido en Fibra Neutro Detergente, producen más calor en el animal al fermentar en el rumen

Hay que poner especial énfasis en verano en la mezcla de la ración, para evitar que la vaca escoja. De lo contrario, como la ingesta es menor, puede producirse un desequilibrio metabólico por exceso de energía, algo que se da sobre todo en ganaderías con robot de ordeño, ya que la ingesta en pesebre se reduce pero la cantidad de concentrado que suplementa el robot no disminuye.

Para hacer la ración más apetecible se pueden añadir ingredientes como pulpa de remolacha, bagazo de cerveza o melaza, aunque vigilando el nivel de azúcares para mantener el equilibrio de la dieta. Las vacas saliban más cuando tienen calor, por lo que se produce una mayor pérdida de bicarbonato. Por eso debe reforzarse también el contenido en minerales de la ración, tanto de bicarbonato como también de potasio y sodio, debido también a la pérdida por la saliba.

Debe procurarse preparar la ración con más frecuencia y poner especial énfasis en la mezcla, para evitar que la vaca escoja y se produzca un desajuste metabólico

Debe procurarse preparar la ración con más frecuencia, por ejemplo dos veces al día, para ofrecerle a la vaca comida fresca, y servir la alimentación por la mañana temprano o al atardecer, evitando depositarla en el comedero en las horas centrales del día y también que le dé el sol o se recaliente y fermente.

Junto con el alimento, es clave proporcionar a los animales agua limpia, fresca y abundante, con caudal suficiente y un mínimo de 10 centímetros de bededero por vaca y siempre con más de un bebedero por lote para mitigar el efecto de las vacas dominantes. La necesidad de agua se acrecienta tras el ordeño y la limpieza de los bebederos se torna esencial en verano.

Adaptación de la ración

Ganadería Mosquera Vaamonde SC, de Ordes, es líder en producción por vaca en Galicia, con 15.620 kilos de promedio al año, según el ránking de Fefriga del 2019. Es un galardón en el que repite ya por quinta vez desde que lo hubiese logrado por primera vez en el 2013.

El cuidado individualizado a cada una de sus 31 vacas en ordeño es una de las claves de estas cifras. Entre otros aspectos del manejo diario, Pablo Mosquera, responsable junto a su madre de esta explotación, cuida al máximo la calidad de los forrajes y adapta la ración en los meses de verano concentrando su valor nutricional.

Ganadería Mosquera Vaamonde SC concentra la ración en verano para que aunque las vacas coman menos en volumen, la cantidad de materia seca ingerida no varíe y minimizar de este modo las pérdidas de producción

«En verano las vacas comen menos, así que reduzco el volumen de la ración y concentro la cantidad desde el punto de vista nutricional, subiendo la soja y bajando la hierba, así la vaca ingesta la misma materia seca con respeto al resto del año pero con menos volumen y de este modo la vaca no te baja tanto a la leche en verano», razona Pablo.

Instalaciones

A nova nave de SAT Lodos e Pérez, na Pastoriza, acada os 10 metros de altura

La nueva nave de SAT Lodos e Pérez alcanza los 10 metros de altura y está abierta por los laterales

Junto a la comida y al agua, proporcionar a la vaca sombra y ventilación son otros dos elementos esenciales en verano. La orientación de la nave (en Galicia, una orientación Nordeste-Suroeste protege de la exposición lateral y cenital a los vientos predominantes y reduce la incidencia solar en verano), lo mismo que su altura y la presencia de aperturas laterales y en la cumbrera, ayudan a la ventilación natural.

La nueva nave de SAT Lodos e Pérez, en A Pastoriza, no necesita sistemas de ventilación forzada

Fue lo que persiguieron en la SAT Lodos e Pérez, en el ayuntamiento de A Pastoriza, con la construcción de su nuevo establo. La nave parte de 7 metros de altura en la parte más baja y supera los 10 metros en su parte central. Se trata de una estructura metálica con aperturas en el techo y totalmente abierta por los cuatro laterales lo que hace que el aire caliente no se acumule en su interior. «Aquí no hay ventiladores porque no hacen falta, no hay necesidad de mover el aire, al ser la nave tan alta no se acumula el aire caliente y no notas corrientes porque el aire igual que entra sale», explica Alfonso Lodos, uno de los socios de esta ganadería ubicada en la parroquia de Pousada.

Pero cuando la circulación natural de aire no es suficiente, se puede suplir o suplementar con sistemas de ventilación forzada. Se trata de mantener el aire en movimiento dentro de las granjas, creando artificialmente corrientes de aire en el interior cuando la refrigeración natural no llega.

En los ventiladores habituales, colocados en línea a una altura de entre 2,5 y 3 metros sobre el comedero o la zona de camas, y con una inclinación de 30 grados, la distancia de separación entre ellos será de 10 veces su diámetro

Para eso, los ventiladores deben ser los idóneos, en potencia y en número, de manera que sean capaces de proporcionar una corriente de aire de al menos 8 kilómetros hora en la dirección del viento predominante. Deben estar colocados siempre fuera del alcance de los animales, el personal o la maquinaria usada en el establo pero lo más bajos posible. Además de la zona de comedero o de los cubículos, debe haberlos también en el área de espera para el ordeño.

Aspersores de agua

Nave de produción de SAT A Campiña, que conta cun sistema combinado de aspersores e ventiladores

Nave de producción de SAT A Campiña, que cuenta con un sistema combinado de aspersores y ventiladores

A mayores de la colocación de ventiladores, puede optarse también por la instalación de pulverizadores de agua, una combinación frecuente en otras zonas pero menos habitual en lugares como Galicia, donde la humedad ambiental es ya de por sí elevada y el uso de la aspersores puede ser incluso contraproducente.

Los aspersores suelen colocarse en línea con los trabantes a unos dos metros de altura pero dirigidos hacia el cuerpo de la vaca y no hacia el comedero. Los difusores cuentan con un programador y funcionan habitualmente entre 1 y 3 minutos cada 15 minutos, durante las horas centrales del día. Cuando los aspersores están combinados con los ventiladores, los emisores de aire deben estar justo por arriba de los difusores de agua.

Aunque este sistema es menos frecuente verlo en Galicia, existen algunos ejemplos de ganaderías que lo tienen en funcionamiento. SAT A Campiña, ubicada en la parroquia de Vilaxuste, en Portomarín, reconvirtió una antigua granja de pollos de uno de los socios para el establo de las vacas en producción. Como el establo tiene menos altura de la recomendada, incorporaron un sistema de ventiladores y aspersores de agua para controlar la temperatura en su interior.

SAT A Campiña dispone de una combinación de aspersores de agua y ventiladores que se encienden automáticamente cuanto la temperatura pasa de los 25 grados

Los días de calor abundan en esta zona del interior de la provincia de Lugo, con temperaturas que pasan frecuentemente de los 30 grados, pero el sistema de ventiladores y aspersores de agua enciende automáticamente cuando la temperatura pasa de los 25 grados centígrados, según explica Ricardo Pérez, uno de los tres socios de esta SAT.

En el caso de emplear aspersores de agua, existen una serie de recomendaciones a tener en cuenta. La fundamental es que hay que asegurarse de que mojan a la vaca, por ejemplo mientras está comiendo en la cornadiza, pero que el agua no caiga en la comida, pues esto provocaría la aparición de hongos y que con el calor la ración fermentara a lo largo del día. También pueden pulverizar los pasillos, pero nunca la zona de las camas, ya que incrementaría la humedad del material empleado en los cubículos suponiendo un riesgo elevado de mamitis.

Espera para el ordeño

También riegan a las vacas en la ganadería Casa Devesa, ubicada en la parroquia de Baamorto, en Monforte, donde el calor también aprieta en verano. Pero en este caso no lo hacen en la zona de alimentación ni en la nave de producción, sino cuando los animales están en la sala de espera para ordeñarse, otro de los momentos críticos y de los puntos débiles de muchos establos en cuanto a la refrigeración, pues al juntarse las vacas aumenta el calor.

En casa Devesa riegan a las vacas mientras se encuentran esperando para entrar en la sala de ordeño

«Mientras esperan les echamos agua por arriba para refrescarlas y luego les tenemos unos ventiladores que las secan», cuenta Francisco Javier Losada, propietario de esta ganadería monfortina que también emplea silo de pulpa de manzana para la alimentación del ganado, que aporta humedad y hace más apetecible la ración.

Ventiladores de techo

Ventilador de teito en Casa Devesa de Monforte de Lemos

Ventilador de techo en Casa Devesa de Monforte de Lemos

Otra de las mejoras en los últimos años en esta explotación en el aspecto del confort de los animales fue la adquisición de unos potentes ventiladores de techo, con aspas de grandes dimensiones, más efectivos que los habituales ventiladores colocados en línea en la mayoría de las explotaciones.

SAT Herbón Núñez colocó potentes ventiladores sobre la zona de cubículos

También disponen de este tipo de ventiladores suspendidos del techo en SAT Herbón Núñez, en la parroquia de Pacios, en Baralla. Es un sistema que en esta ganadería introdujeron tras un viaje hace años a Israel, donde José Manuel, uno de los dos hermanos que llevan la granja, los vio funcionando en las explotaciones de aquel país, donde a pesar de las altas temperaturas logran importantes producciones de leche.

En esta SAT de Baralla están colgados sobre la zona de cubículos y refrescan directamente a los animales cuando están acostados en las camas, aunque logran también llegar a cubrir con la renovación del aire la zona de alimentación. Los que ellos instalaron son de origen italiano y además de tener más potencia y lograr mover más aire, hacen también menos ruido, destaca José Manuel, un factor también importante para contribuir a la reducción del estrés en el ganado.

Secas y recría

Aunque suele ser habitual centrar los esfuerzos en mitigar el calor de los animales en producción, no debe olvidarse el resto de la cabaña, pues los efectos son menos visibles e inmediatos que los percibidos en el tanque de la leche pero no por eso menos importantes.

Los problemas derivados del estrés por calor no solo afectan a las vacas sino a los terneros, ya que es habitual que las gestaciones se acorten varios días y los animales nazcan más endebles y aumente la mortandad de las crías. Por eso, hay que extremar los cuidados neonatales. Cuando los boxes están fuera, en el exterior de las instalaciones, es fundamental proporcionarles sombra.

El peso de los terneros y su inmunidad es menor cuando la vaca está estresada por el calor en la gestación y cuando el animal se destina a recría estos efectos se notan después a lo largo de toda su fase de crecimiento

El peso de los terneros y su inmunidad es menor cuando la vaca está estresada por el calor en la gestación y cuando el animal se destina a recría estos efectos se notan después a lo largo de toda su fase de crecimiento, pues afecta a su desarrollo. Las terneras que nacen en los meses de verano tienen un menor crecimiento y se produce una pérdida de peso y una reducción de la condición corporal, que retrasa la edad de inseminación y, consecuentemente, su primer parto.

Efectos reproductivos y en la salud

A estas consecuencias se añaden otros efectos directos del calor centrados en la reproducción del animal. El calor provoca una merma de la lívido, la fertilidad y se incrementa el riesgo de perder el embrión.

Los desequilibrios hormonales que genera el calor tienen efectos negativos en la ovulación y en la implantación y supervivencia embrionaria

Las consecuencias sobre la salud también son importantes. Con el calor se produce una inmunodepresión del ganado, por lo que es más sensible al efecto de los patógenos, con repercusiones sobre la salud de la ubre y la calidad de la leche. También suelen darse más trastornos de salud como la retención de placenta, se incrementan las cogeras, las metritis y las mastitis.

De ahí la importancia de la puesta en marcha de medidas y elementos correctivos que ayuden a mitigar las consecuencias del estrés por calor en las explotaciones de vacuno de leche.

Dos explotaciones de Palas de Rei instalan un sistema que mejora la eficacia de los ventiladores tradicionales

O novo sistema de ventilación colle o aire do exterior e condúceo ao interior da nave a través dun tubo perforado

El sistema coge el aire del exterior y lo conduce al interior de la nave a través de un tubo perforado

En las naves de nueva construcción, uno de los aspectos que ya se tiene en cuenta es el de la ventilación, con techos altos y aperturas tanto laterales como cenitales que favorezcan la salida del aire caliente del interior. Pero los establos construidos décadas atrás muchas veces no han sido levantados con estas premisas y es necesario adaptarlos para mejorar su comportamiento térmico.

La estrategia habitual hasta ahora en estos casos era la colocación de ventiladores en línea sobre la zona del comedero o de las camas a una distancia entre ellos que permita la creación de una corriente de aire en horizontal atravesando la nave de una parte a otra (su distancia de separación será de 10 veces su diámetro y con una inclinación de 30 grados aproximadamente). Pero el volumen de aire que son capaces de mover los ventiladores es limitado y su número multiplica la factura eléctrica.

Los ventiladores habituales multiplican la factura eléctrica, pues se requiere un número importante de ellos para resultar efectivos

Pero existen otros métodos más modernos y eficientes en cuanto a la movilidad y distribución uniforme del aire a lo largo del establo. Uno de ellos es el que acaban de instalar dos explotaciones de Palas de Rei, SAT San Antonio y Ganadería Chancela. Viene de Dinamarca y es una innovación de la empresa Cow Welfare consistente en un ventilador que toma el aire del exterior del establo conectado a un tubo plástico con agujeros que lo distribuye por el interior de la nave, con un funcionamiento semejante al de los sistemas de climatización de aeropuertos o grandes naves industriales o comerciales pero sin enfriar el aire, captándolo del exterior a temperatura ambiente.

Cun único ventilador exterior, ao que se lle pode regular a potencia, é posible suplir toda unha liña de ventiladores interiores e a distribución do aire é máis uniforme

Con un único ventilador fuera es posible suplir toda una línea de ventiladores interiores

«Este sistema mete aire limpio de fuera, por eso me gustó»

Ganadería Chancela está ubicada en San Xurxo de Augasantas, en Palas de Rei. Esta explotación familiar, que cuenta con 135 vacas en ordeño, dispone de un establo construido hace 20 años donde todos los veranos se notaban los efectos del calor en el ganado. «La nave tiene seis metros a la cumbre pero no tenía mucha salida de aire y cuando venía el verano lo notábamos mucho. Las vacas empreñaban más mal, hace dos años fue una catástrofe. Ahora me atrevo a decir que hay más posibilidades de que empreñen», argumenta José Antonio Serén, que tiene también una empresa de servicios agrarios.

José Antonio estaba barajando distintas alternativas para mejorar el comportamiento térmico del establo y en un viaje organizado por la Oficina Agraria Comarcal de Monterroso a Luxemburgo vio un sistema nuevo que pensó que podía adaptarse a sus necesidades. «El funcionamiento es sencillo pero es efectivo, consiste en un tubo de lona con un ventilador en la punta al que puedes darle más o menos intensidad. El tubo tiene agujeros y va soltando el aire en el interior y repartiéndolo de manera uniforme. La ventaja es que mete aire limpio de fuera, por eso me gustó, porque los ventiladores tradicionales lo que hacen es remover simplemente el aire caliente que hay dentro de la nave, pero este sistema renueva el aire y la distribución es más uniforme», explica.

Antes de que hubiésemos mejorado el comportamiento térmico del establo las vacas en verano empreñaban mal, hace dos años fue una catástrofe

Este sistema innovador, pionero en Galicia, viene de Dinamarca y no es difícil de instalar, dice José Antonio. En julio del año pasado Ganadería Chancela puso un primer tubo conductor encima de la línea de cubículos y su efecto se notó de manera inmediata. «Dentro de la granja notas que refresca. El verano pasado las vacas ya lo pasaron mejor», cuenta.

Pero la nave no tenía cumbrera y el aire caliente que el sistema empujaba hacia arriba no tenía por donde salir, así que en el mes de septiembre reformaron el techo para colocar una cumbrera de policarbonato que al mismo tiempo que permite salir al aire caliente da claridad al pasillo de alimentación.

Contentos con el resultado, en esta explotación familiar de Palas colocaron este verano otra línea de conductos de aire, mejorando la efectividad del sistema. «Con los dos tubos funciona mejor porque reparte mejor el aire en el interior de la nave», dice José Antonio.

A cumbreira de policarbonato está dotada dunhas planchas metálicas que melloran o efecto chimenea ao lograr que a circulación de aire sobre o teito da nave impida a saída do aire do interior

La cumbrera de policarbonato está dotada de unas planchas metálicas que mejoran el efecto chimenea

«Había días con dos litros de diferencia por vaca»

Comprobado el rendimiento del sistema de climatización instalado en Ganadería Chancela, otras explotaciones de la zona de Palas también se decidieron a ponerlo. Es el caso de SAT San Antonio, ubicada en Vilar de Donas. Surgida hace 20 años de la unión de 5 ganaderías de la zona, cuentan en este momento con 565 cabezas totales y unas 270 vacas en producción.

«La SAT se constituyó en el 2000 y metimos el ganado en el 2002. Nosotros ya construimos con el máximo de altura que nos dejaban en aquella época y teníamos un ventilador grande en la zona de ordeño, en la sala de espera, y habíamos pensado montar también ventiladores en las naves del ganado. No queríamos poner aspersores porque el clima en Galicia ya es bastante húmedo y nosotros en las camas usamos carbonato con serrín, así que humedecer es contraproducente. Pero optamos por este sistema porque solo es necesario un ventilador por tubo y de la otra manera eran más de 20 ventiladores los que teníamos que poner, con el consumo diario que suponen. Pienso que no nos equivocamos, porque el ahorro en luz es considerable. De esta manera resolvimos con cuatro tubos y cuatro ventiladores, tres en las naves donde están los lotes de leche y uno en la zona de ordeño. Viene de Dinamarca. Trae un libro de instrucciones y lo instalamos nosotros, es de fácil instalación, no tiene mucho problema», explica José Antonio Paredes, uno de los socios de esta explotación.

El sistema instalado en la cumbrera, que resuelve el problema de falta de apertura cenital que padecen muchos establos antiguos, es creación de la empresa local Talleres Santaballa

Para mejorar la eficacia del sistema SAT San Antonio también optó por substituir la cumbrera de chapa de uralita que tenían por una de policarbonato, que da claridad y está dotada también de unas chapas metálicas laterales que sirven para que la circulación de aire existente sobre la cubierta no impida la salida del aire caliente del interior de la nave. «Se trata de mover el aire caliente con los tubos que tenemos repartidos por la nave para que salga por arriba y el sistema de la cumbrera mejora el tiro y el efecto chimenea», cuenta José Antonio. El sistema instalado en la cumbrera es una creación de una empresa local, Talleres Santaballa, y resuelve el problema de falta de apertura cenital del que padecen muchos establos antiguos.

Gastamos 60.000 euros en el cambio de la cumbrera y en la instalación de los cuatro tubos de ventilación pero es una inversión que enseguida se recupera

SAT San Antonio hizo los cambios este verano y gastó 60.000 euros en la substitución de la cumbrera y en la instalación de los cuatro tubos de ventilación, pero José Antonio considera que es una inversión rentable. «Llevamos poco tiempo pero ya se notó cambio. Antes llegabas a mediodía y veías a las vacas todas amontonadas en las puertas para coger aire. Ahora están repartidas por el establo y te mueves por la nave y no notas el aire caliente como antes. En los días de calor había un litro de diferencia por vaca en cada ordeño, así que son casi 1.000 litros cada dos días más en el tanque, por lo que enseguida se paga la inversión hecha», argumenta José Antonio.

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