El tamaño de la explotación es uno de los aspectos que condiciona la elección de un sistema de ordeño u otro. En el caso de las granjas grandes, las posibilidades son distintas, así como los pros y contras de cada sistema.
En las últimas Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche, tres ganaderías XL gallegas explicaron con qué ordeñan, por qué lo eligieron y qué mano de obra necesitan. Todas coinciden en que la falta de trabajadores es un problema grave y que la ausencia de personal cualificado aboca muchas veces a buscar la automatización de las tareas.
La falta de trabajadores aboca muchas veces a las explotaciones a buscar la automatización de las tareas de ordeño
A continuación, contamos la experiencia de Gandería Sar SL, de Touro, que cuenta con una sala de ordeño paralela de 32 puntos; Granxa A Esperanza, de San Sadurniño, que dispone de una sala rotativa de 40 puntos; y Gandería Pastora SC, de Muxía, la primera en instalar en Galicia un sistema de batch milking robotizado.
Manuel Sandá (Ganadería Sar SL)
“Nuestra sala trabaja 15 horas al día y ordeñamos de media 160 vacas por hora”
Ganadería Sar SL, ubicada en la parroquia de Bama (Touro), nace de la fusión de 4 granjas familiares que deciden asociarse para poner en marcha un proyecto ganadero con un enfoque más empresarial y con relevo generacional asegurado.
Hoy la explotación está compuesta por 5 socios y ordeñan 655 vacas, con una media de producción de 44,3 litros diarios con un 3,35% de grasa y un 3,43% de proteína. La previsión es terminar este año 2024 superando por primera vez los 10 millones de litros de leche entregados. “En cuatro años pasamos de ordeñar 350 vacas a 650”, explicó Manuel Sandá, uno de los socios, en las jornadas de Seragro.
Hace dos años incorporaron cepillos para la preparación de las vacas en la sala de ordeño
Ganadería Sar cuenta con un sistema de ordeño trasero en sala paralela de 2×16 puntos tras la última ampliación en 8 puntos acometida en el año 2019. Hace dos años también incorporaron cepillos que ayudan a los trabajadores en la preparación de las vacas antes de la colocación de las pezoneras, para incrementar con ello el rendimiento de la sala y la comodidad de los ordeñadores, y mejoraron el sistema de ventilación y climatización de la sala de espera mediante aspersores y ventiladores para mejorar el confort térmico de las vacas.
En este momento, la granja se encuentra al 100% de su capacidad, con una nave para 640 animales construida en el año 2017, en la que están las vacas en producción, divididas en 4 lotes. “Debido a la falta de espacio, solo recriamos lo necesario para mantener la cabaña en los niveles actuales, utilizando semen sexado en las novillas a partir de los 13 meses y empleando un alto porcentaje de cruce industrial en las vacas, dejando de inseminar animales tras el quinto parto”, detalla.
La granja se encuentra al 100% de su capacidad, ordeñando 655 vacas
La explotación ordeña tres veces al día desde la primavera de 2017. El paso de 2 a 3 ordeños les permitió incrementar su producción en 4 litros por vaca al día. Siempre ordeñan 3 personas en cada turno: 2 en la sala y otra trayendo vacas y realizando otros trabajos entre lote y lote.
“El mayor coste en nuestro caso es la mano de obra necesaria”, admite Manuel. La ganadería cuenta en total con 13 empleados, y la sala, entre ordeños y lavados, supera las 15 horas de trabajo al día. El gasto en mano de obra supone 1,84 céntimos por litro de leche, mientras que el de mantenimientos y reparaciones es de 0,22 céntimos por litro, y el de los consumibles empleados en la sala de ordeño, de 0,17 céntimos por litro.
El coste de mantenimiento de la sala es muy bajo, apenas supera los 2€ por tonelada de leche
Disponen de un empujador en la sala de espera para acercar las vacas, y alcanzan medias de 160 animales ordeñados por hora (140 en el ordeño de la mañana, 160 en el del mediodía y 180 en el de la noche). “El tiempo medio de ordeño por vaca es de 5 minutos y 21 segundos, pero más de la mitad de ese tiempo la vaca está esperando a que la pezonera le sea colocada”, admite Manuel.
Por eso, hace dos años incorporaron un cepillo predipping que agiliza el trabajo y lo hace más uniforme en todos los animales. La rutina de ordeño se realiza de 8 en 8 vacas, y en cada cambio de lote los ordeñadores cambian su posición. Cuando están las primeras 4 vacas colocadas, se comienza con la rutina: quitar chorros, cepillo predipping, colocación de pezoneras, retirada y sellador.
“Todas las vacas recién paridas o las tratadas están en un lote aparte que se ordeña al final. Esa leche va a un tanque diferenciado y nunca se realizan tratamientos en la sala para evitar errores”, explica.
Ganadería Sar valora el servicio prestado por su sala de ordeño tras 12 años de funcionamiento. “Nos permitió pasar de ordeñar 259 vacas en el año 2012 a 655 ahora mismo sin inversión ni obras, y el coste de mantenimiento es muy bajo, de poco más de 2 euros por tonelada de leche ordeñada”, explica Manuel.
Estamos contentos con nuestro sistema de ordeño actual, pero el mundo avanza y hay que evolucionar
También destaca el hecho de que “una sala no condiciona la alimentación, y para nosotros eso es importante”, dice. La base de la ración de las vacas en producción es el maíz (de los 26,9 kg de materia seca que consumen, más de la mitad, 14,5 kg, provienen del maíz). El aumento en el número de animales de la granja fue acompañado por el crecimiento en tierras, y hoy, de las 358 hectáreas totales que maneja esta explotación, 204 están dedicadas a silo de maíz y 123 a grano húmedo.
En cuanto al futuro, Manuel admite que “la sala actual no es eterna y tenemos que tomar decisiones, porque nuestro objetivo es ordeñar también más vacas y debemos buscar una solución a la problemática existente para encontrar mano de obra”, dice. “Estamos contentos con nuestro sistema de ordeño actual, pero el mundo avanza y hay que evolucionar”, concluye.
Rubén Gómez (Granja A Esperanza)
“Queríamos que el tiempo dedicado a ordeñar fuese el menor posible”
La Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña (CAP) puso en marcha en el año 2016 en San Sadurniño el proyecto de Granja A Esperanza tras adquirir unas instalaciones de más de 40 años que contaban con 200 animales y 15 hectáreas de terreno propio.
El 11 de noviembre de 2019, tras la construcción de unas nuevas instalaciones, se estrenó la nueva sala rotativa de 40 puntos, donde actualmente se ordeñan 390 vacas de raza jersey, dado el enfoque del proyecto hacia la producción de sólidos, con medias de 27 litros por vaca al día, con un 5,78% de grasa y un 4,26% de proteína. Del precio final obtenido por litro de leche, el 30% corresponde a las primas cobradas por grasa y proteína.
El proyecto está enfocado hacia la producción de sólidos, con vacas de raza jersey
La ración de las vacas de leche está compuesta por 29 kilos de silo de maíz, 8 de bagazo de cerveza, 4,5 de colza, 1 de veza deshidratada y 5,5 de un núcleo de concentrado; mientras que la de las vacas secas y las novillas incluye paja, colza, silo de maíz y concentrado.
La sala rotativa tiene una ventaja para la ergonomía del trabajo, ya que la vaca va hacia donde está el empleado
La elección del sistema de ordeño en sala rotativa buscaba mayor comodidad para el personal (la vaca se mueve hacia la persona que ordeña) y también para los animales, ya que cuentan con plazas individuales para cada uno y las interacciones entre ellos son menores que en una sala paralela, explica Rubén Gómez, integrante del equipo técnico de CAP Coruña.
Granja A Esperanza cuenta con 9 personas en su plantilla, organizadas en dos turnos en jornada continua de 4 trabajadores. Los empleados de la explotación son “multitarea”, es decir, realizan otras funciones además de ordeñar (alimentación, acondicionamiento de camas, cuidado de la recría, etc.), por lo que, explica Rubén, “queríamos que el peso del ordeño fuera el menor posible”. En este momento, las horas de ordeño representan el 32% del tiempo de la jornada laboral de los trabajadores.
Las horas de ordeño representan el 32% del tiempo de la jornada laboral de los trabajadores
En cada ordeño, tres personas operan en la sala, donde tienen las funciones distribuidas de la siguiente manera: una persona prepara las vacas, otra coloca las pezoneras y la tercera sella y revisa. Logran medias de 175 vacas/hora ordeñadas al eliminar los tiempos de espera en la carga y descarga de animales.
De cara al futuro, Granja A Esperanza tiene la intención de aumentar la capacidad de las instalaciones en 200 plazas más ampliando las naves actuales, con el objetivo de mejorar los puntos débiles en el manejo diario, lograr mayor bienestar del ganado y optimizar la eficiencia en los tiempos de trabajo de los empleados.
Cristóbal Touriñán (Ganadería Pastora SC)
“La reducción de mano de obra ha sido enorme, hemos pasado de tres personas por turno a sólo una”
Ganadería Pastora SC, de Muxía, fue este verano la primera explotación lechera gallega en apostar por el sistema de batch milking u ordeño robotizado en lote. Actualmente cuentan con 425 vacas en lactación (el 60% primerizas) y enfrentaban, como la mayoría de las granjas lecheras, dificultades para encontrar mano de obra.
Por ello decidieron instalar 8 robots en línea en sustitución de la sala de ordeño de 24 puntos (2×12) que habían ampliado hace tan solo dos años. Logran ordeñar un promedio de 8 vacas por hora en cada uno de los 8 robots, “un rendimiento similar a una sala 2×10 trasera”, reconoce Cristóbal Touriñán, pero con mucho menos personal.
Instalaron 8 robots en línea y dejaron todo preparado para colocar 4 más en el futuro
“La reducción de personal fue bestial; pasamos de 3 personas por turno a solo una, y nuestros empleados pasaron de un trabajo físico y bajo tensión en la sala a un trabajo más de supervisión”, destaca.
La granja es atendida por 11 personas, incluyendo los 4 socios (Cristóbal, su esposa Romina y sus padres José Manuel y Pastora) y 7 empleados (1 exclusivamente para atender la recría, 4 para el ordeño y 2 para otras tareas).
Ganadería Pastora experimentó un crecimiento muy rápido en la última década, lo que la obligó a incrementar personal, especialmente para las tareas de ordeño, a medida que el número de cabezas aumentaba y el tamaño de la sala quedaba pequeño.
Ganadería Pastora SC nació con las dos vacas que compraron los padres de Cristóbal cuando regresaron de la emigración en Suiza
Ahora, una sola persona es capaz de ordeñar las 425 vacas y, mientras tanto, realizar otras tareas en la granja, como acondicionar las camas. «Necesitas un operario, no un ordeñador. Su función es traer los distintos lotes de vacas a la sala de espera y asegurarse de que todas pasen por los robots, pero mientras se ordeñan, esa persona puede hacer otros trabajos en la granja», explica Cristóbal.
Cuando a principios de julio pusieron en marcha el nuevo sistema de ordeño lo hicieron de golpe para las 400 vacas que estaban ordeñando en ese momento. «La primera semana fue muy dura, aunque la adaptación fue rápida. Nos costó más adaptar a los operarios que a las vacas, que entendieran que no tenían que estar allí esperando a ser ordeñadas», añade.
La producción se sitúa de media entre los 37 y 39 litros por vaca y día
Entre las ventajas que Cristóbal destaca del sistema de batch milking está la capacidad que ofrece para la detección precoz de enfermedades. «Estamos detectando los problemas mucho antes. Un animal que 2 o 3 días después tendría una mastitis, el sistema ya lo separa por conductividad y, tratando simplemente con un antiinflamatorio, la mayoría de las veces solucionamos el problema», dice.
«La zona de separación es el corazón del sistema», asegura. En esta zona de revisión de vacas a la salida de los robots se envían los animales que no alcanzan el 80% de la producción media diaria o el 50% en uno de los cuarterones. «No llevamos ni 4 meses y el recuento celular ha bajado mucho porque la calidad del ordeño ha mejorado. Nosotros, por muy buenos que seamos, no trabajamos igual todos los días; las máquinas sí», argumenta.
El inversión necesaria para la puesta en marcha del sistema de batch milking ha sido elevada y «como en cualquier otro robot, es inevitable descartar ciertos animales que no se adaptan, bien por problemas de colocación de pezones y configuración de la ubre o por otros problemas», admite Cristóbal.
La calidad del ordeño ha mejorado mucho. Nosotros, por muy buenos que seamos, no trabajamos igual todos los días; las máquinas sí
Además, señala, «se encarece un poco la alimentación porque tenemos que dar algo de pienso en los robots, aunque no es tan necesario como en los robots de tráfico libre», matiza. «El 60% de nuestro coste de producción es la alimentación del ganado, por lo que no nos compensa ir a un punto más elevado», explica.
Cuentan con 180 hectáreas de base territorial, de las cuales cultivan 150 a maíz para silo (80 de ellas en rotación con distintas mezclas de raigrás, cereales y leguminosas) y preparan tres raciones diferenciadas para vacas en producción en función del lote: una para postparto, otra para vacas en pico de lactación y otra para animales en cola de lactación y preparación al secado, un grupo donde realizan solo dos ordeños.