Explotaciones Ganaderas Soli, un ejemplo de diversificación

En As Oiras, en Alfoz, Antonio y Mari atienden un vivero forestal, una granja de conejos, vacas de carne y ovejas. Además crían perros 'de palleiro' y hacen humus de lombriz con los excrementos de los conejos. Unas actividades complementan a las otras. Nos cuentan cómo trabajan

Antonio, cos seus cans e as súas ovellas

Antonio, con sus perros y sus ovejas en As Oiras, en el ayuntamiento de Alfoz

Antonio Expósito se incorporó a la explotación familiar en el año 1993, cuando se jubilaron sus padres. «Entonces aún teníamos vacas de leche», recuerda. «Después las vendí y empecé con las de carne», cuenta. Ahí comenzó su camino en la ganadería, en el que no paró de probar y experimentar. También de diversificar, ya que a las vacas añadió un vivero forestal y una granja de conejos, además de otras muchas actividades complementarias.

«Tenemos un poco de todo, invernaderos, vacas de distintas razas, ovejas, perros, conejos, hasta tenemos un burro, un poni y una yegua. Aquí podríamos montar una granja escuela», bromea. Con ese «aquí» Antonio se refiere a Aguillón, un pequeño lugar de la parroquia de As Oiras, situado en cuesta y al lado del monte.

Antonio atiende el vivero forestal y Mari, su mujer, la granja de conejos

Con esas características, el lugar no se prestaba mucho para seguir produciendo leche. Así que Antonio decidió pasarse a la carne y diversificar. «Comencé con el vivero forestal en el 96 y en el 2003 montamos la granja de conejos. Hoy el vivero es mi actividad principal y Mari, mi mujer, atiende los conejos. De las vacas me ocupo en los momentos libres», cuenta.

«Diversificar tiene sus cosas buenas y otras malas. La ventaja es que si en una época va mal el conejo tienes los ingresos de las otras actividades, o si tienes una mala racha con las vacas aguantas con el resto de las cosas. En invierno, por ejemplo, se venden menos eucaliptos del vivero forestal y trabajas en el resto de actividades. Además, se complementan, porque con el purín de conejo abono las fincas de las vacas y con los restos del pienso de los conejos que queda en los comederos alimento a los corderos. Lo malo es que tienes mucho trabajo, porque en el vivero forestal no tendría por que trabajar los fines de semana pero con el ganado sí», razona Antonio.

Un millón de plantas de eucalipto, pino y castaño al año

As plantas medran ao aire libre para que noten menos o cambio ao trasplantalas

Las plantas crecen al aire libre para que noten menos el cambio al trasplantarlas

Viveros Forestales Antonio, que es el nombre de la empresa dedicada a la venta de planta, produce y comercializa cerca de un millón de árboles al año entre eucaliptos, pinos y castaños de distintas variedades, como pino radiata, pinaster y de Oregón o eucaliptus glóbulus y nitens.

Dispone de 5 invernaderos para hacer la germinación de la semilla pero después las plantas pasan al exterior. «La tengo siempre fuera para que la planta se aclimate a estar al aire libre. Tarda más en crecer pero luego nota mucho menos el cambio al transplantarla», explica.

Empezó haciendo semillero en botes del yogur y poco a poco fue ampliando y tecnificando el vivero y mejorando la selección de productos que utiliza. La turba viene desde Finlandia, el abono de Holanda, la semilla de eucalipto de Australia y la de pino de Nueva Zelanda.

Vende castaños híbridos resistentes a la enfermedad de la tinta ingertados con variedades autóctonas de producción de castaña

La inquietud de Antonio por lo autóctono y por experimentar y probar cosas nuevas también se nota en esta faceta forestal suya experimentado a ingertar castaño híbrido resistente a la enfermedad de la tinta (mezcla de castaño gallego y japonés) con variedades autóctonas tradicionales de producción de fruto, como paredes, de sangre o martesa.

Antonio cuenta con la ayuda de un empleado contratado para trabajar en el vivero forestal y él hace directamente con un furgón el reparto de los pedidos de planta a clientes tanto de A Mariña como de otras zonas de Galicia. «Por la semana a lo que más ateniendo es al vivero y los fines de semana es cuando ateniendo más a las vacas y hago por ejemplo los cambios de unas fincas para las otras», cuenta.

Vacas en los prados y ovejas y cabras en el monte

Hai un ano que se fixo cos primeiros exemplares de cabra galega

Hace un ano que se hizo con los primeros ejemplares de cabra gallega

Antonio sigue manteniendo las vacas de carne con las que comenzó cuando dejó de vender leche. En total tiene 25 madres reproductoras y ceba también los terneros que traen. El gusto por diversificar lo aplica también a su ganado vacuno. «Tengo algo de todo: flevick, blonda de Aquitania y cachenas. Las dos primeras cachenas las compré en el 2008 y al año siguiente compré otras dos. En este momento tengo 6», explica.

Las vacas las tiene en extensivo. «El problema es que son fincas pequeñas y tengo que andar cambiándolas. Las tengo distribuidas hasta en 5 sitios distintos», indica. «Las vacas las tengo para los prados y las ovejas para limpiar el monte», añade. Y asegura que «no hay mejor cosa para tener el monte limpio, si hubiese ovejas en el monte no harían falta las cuadrillas de extinción».

«Si hubiese ovejas no harían falta las cuadrillas de extinción de incendios. No hay mejor cosa para limpiar el monte»

«Aquí había ovejas de siempre, toda la vida, ya las tenía mi abuelo. Ya eran oveja gallega pero les habían echado un carnero más grande y habían ido perdiendo la raza. Yo fui recuperándola y ahora tengo 80 cabezas, todas oveja gallega», cuenta. Las ovejas las tiene siempre paciendo en el monte, pero en esta zona no hay monte comunal, sino que es todo de propiedad particular. Son en total unas 30 hectáreas, pero solo una parte de ellas están cerradas. Las zonas más altas están sin plantar y las más bajas tienen eucalipto.

«Las ovejas pacen también en zonas plantadas de eucalipto, que crecen más porque no tienen competencia de la maleza y porque las ovejas los abonan»

«Hay zonas que pacen plantadas de eucalipto pero incluso para el eucalipto es bueno tener a las ovejas, porque al comer la maleza y estar el monte limpio el eucalipto no tiene competencia y además abonan, así que crece más el eucalipto», argumenta. La explotación de ovino de Antonio tiene el sello 100% Autóctona y hace un año empezó también con cabras. «Tenía cabras ya de antes, pero no eran cabra gallega, pero el año pasado compré tres cabritas y un castrón», explica.

Mastines y perros ‘de palleiro’

Antonio, coa súa filla lidia e as dúas cadelas de raza Can de Palleiro, Laika e Simba

Antonio y Lidia, su hija, con las dos hembras de Can de Palleiro, Laika y Simba

Las ovejas están con dos mastines y vienen todos los días a dormir a casa. Bajan solas del monte y pasan la noche en las fincas más próximas a la casa. «No hay lobo permanentemente pero de vez en cuando pasa por aquí. Hace tres años me mató una cabra a 200 metros de casa», explica Antonio. «De invierno cuando paren las tengo en los pastos cerca de la casa y las crías nunca las echo fuera porque si andan por fuera no se venden bien», dice.

Pero la razón de hacerse con los mastines no fue el lobo, sino otra. «Cuando empecé con los mastines hace 18 años no había problemas con el lobo, no fue por eso, sino porque me las robaban. Recuerdo que había ido a buscar el primer mastín a Palas de Rei, por aquí no había ninguno aún, y me decían que estaba loco traer un perro tan grande», recuerda.

Pero en Aguillón también hay perros más pequeños. Antonio es criador de perros de raza Can de Palleiro, una raza autóctona en peligro de extinción de la que no quedan más que unos 200 ejemplares en toda Galicia. Antonio se hizo con ellos por casualidad. «Las primeras vacas cachenas se las fui a compar a Miguel Pernas a Loiba, en Oritigueira, y se los vi a el. Me gustaron y empecé a criar con dos perras. Paren dos veces al año y llegué a tener camadas de 12. Vendí perros para todos los lados, desde Pontevedra y Ourense hasta Madrid o Irlanda. Pero paré un poco por tema de consanguinidad, porque más del 50% de las perras que hay en Galicia de la raza Can de Palleiro llevan sangre mía», indica.

Cunilugo, la unión de 5 granjas de conejo

Teñen 500 nais reprodutoras

Tienen 500 madres reproductoras

Explotaciones Ganaderas Soli tiene como actividad principal a cría de conejos. La sociedad se constituyó en el 2009, que fue cuando se incorporó Mari, la mujer de Antonio, y lleva el nombre de sus dos hijas, Sonia, de 21 años y que estudia para ingeniera agrícola, y Lidia, de 12 años.

La granja de los conejos se montó en el 2003 y cuenta hoy con 500 madres. «El conejo ahora tiene un precio muy bueno pero hace 3 años estaba por los suelos. El negocio está en muy pocas manos, controlado por una o dos empresas y al no haber competencia fijan los precios como quieren», se queja.

Para tratar de hacer frente a ese oligopolio que domina el sector Antonio y Mari optaron por unirse a otros productores de conejo de la provincia de Lugo y crearon Cunilugo, una sociedad para vender en conjunto. «Legalmente se consituyó en el 2011 pero desde el 2006 ya veníamos funcionando en conjunto a la hora de negociar el precio y los contratos», indica.

Las 5 explotaciones negocian y comercializan en conjunto su producción

Otro vecino de As Oiras, Jorge Carreiras, también tiene conejos y hacen los trabajos en conjunto. Su explotación, Ganadería Riba do Río, también forma parte de Cunilugo, igual que otros tres productores de la provincia: Mari Carmen, de O Corgo; Félix, de Ribeira de Piquín y César, de Palas de Rei.

«Cunilugo la constituimos en un momento de precios bajos y durante tres años estuvimos mandando la producción para Portugal y gracias a eso salvamos en ese momento, sino hubiésemos tenido que cerrar», asegura.

Simbiosis natural

En este momento está muy de moda eso de la economía circular, es decir, el hecho de aprovechar los desechos que genera una actividad como materia prima en otro proceso productivo. Pero cuando aún no se empleaba la definición, Antonio ya aplicaba la filosofía.

Venden seis tráileres al año de humus de lombriz, que hacen con la parte sólida de los excrementos de los conejos

Desde hace más de una década elabora humus con los excrementos de los conejos, que comercializa. «Tengo lombrices para hacer humus. Las compré a Ecocelta en el 2005 para aprovechar el abono de los conejos. Con la parte sólida hago humus de lombriz que vendo principalmente a la empresa Siro, mandamos sobre 6 tráileres al año, y con la parte líquida abono los prados, a los que lo único que les echo es el purín de los conejos y de los terneros que cebo y a mayores algo de cal, no echo nada más en las praderas», explica.

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