Factores de vulnerabilidad de las ganaderías ante el lobo

Una investigación realizada sobre 33 explotaciones extensivas de vacuno de carne concluye que las menores probabilidades de ataques se dan en granjas con toros limusín, vacas rubias y que estén en parcelas de menos de 8 hectáreas

Factores de vulnerabilidad de las ganaderías ante el lobo

El tamaño de las parcelas es un factor a tener en cuenta para reducir el riesgo de los ataques.

En Galicia, el lobo tiene presencia en casi todo el territorio. Se calcula que operan en la comunidad 90 manadas, que aglutinan entre 700 y 800 lobos. Sus ataques sobre el ganado se dan a diario en algún punto de la comunidad, con un promedio de alrededor de cuatro bajas al día. Ese escenario genera preocupación entre los ganaderos y los obliga a plantearse cómo hacer su ganadería menos apetecible para el lobo.

Una investigación desarrollada sobre 33 granjas de vacuno de carne analizó cuáles son los principales factores de vulnerabilidad en rebaños manejados de forma semiextensiva, en parcelas cercadas que se van rotando.

Un 68% de las bajas se producen en terneros de menos de un mes de vida

El trabajo, realizado por Laura Lagos (Universidad de Santiago) en un área ubicada en los montes del centro de la dorsal gallega (Sobrado dos Monxes, Friol, etc.) analizó factores como las características del rebaño (raza, cohesión, presencia de cuernos), la dimensión de las parcelas, la presencia humana o el hábitat (porcentaje de bosque y praderas).

De las 33 explotaciones estudiadas, que aglutinaban 1.182 vacas y 33 toros, hubo 16 con daños por el lobo. El 68% de los ataques se concentró en terneros con menos de un mes, la mayoría en la primera semana de vida de los animales.

Claves

Del análisis de las granjas con daños y de las que no tuvieron daños, el trabajo concluyó una serie de factores que reducen las probabilidades de eventos de depredación de los lobos:

– Es recomendable tener el ganado en parcelas de menos de 8 hectáreas. Cuanto mayor sea el tamaño de las parcelas, más riesgo de depredación, pues el rebaño está menos cohesionado y las vacas en parto tienden a alejarse del rebaño.

Las explotaciones con vacas rubias tienen menos ataques. El 46% de las pérdidas fue en granjas de rubia gallega por un 86% de las ganaderías de otras razas. La raza que peor comportamiento mostró fue la fleckvieh. En el lado contrario, no tuvieron ataques las 3 explotaciones de rebaños de cachena, una vaca caracterizada por sus largos cuernos.

Las ganaderías sin toros limusín tienen 18 veces más posibilidades de sufrir un ataque de lobo

– El toro parece un factor clave. Las ganaderías sin toros limusín tienen 18 veces más probabilidades de sufrir un ataque del lobo. Esta circunstancia se liga principalmente al menor porcentaje de partos difíciles (distócicos) que se registran en las ganaderías con toros limusín. También hay diferencias de agresividad en la reacción de los toros ante un ataque. En granjas sin toros limusín, hubo un 75% de ataques, por el 30% que registraron las granjas con ellos.

– En primavera-verano, se reducen los ataques del lobo sobre el ganado. En el área de investigación, en los montes del centro de la dorsal gallega, había en el momento de la investigación (año 2008) alrededor de 200 caballos en extensivo en los montes. El trabajo demostró que los lobos aumentan los ataques en primavera sobre las manadas de ‘bestas’ por la mayor disponibilidad de potros, en tanto reducen de manera paralela las acciones sobre las ganaderías de vacuno.

También hay una relación entre la disponibilidad de corzo y jabalí y los ataques sobre el ganado, por lo que es probable que en áreas sin caballos en el monte pero con alta densidad de fauna salvaje, como buena parte de la provincia de Ourense, también haya una influencia de la mayor disponibilidad estacional de presas sobre los ataques a las ganaderías.

Impacto del lobo sobre los caballos

La depredación del lobo sobre las manadas de caballos del monte está llegando a niveles en que son escasos los potros que se salvan de los ataques de los cánidos. La reducción del número de ‘bestas’ en los últimos años es uno de los factores que explican la gravedad del problema.

“Cuantos menos caballos haya en el monte, más probabilidades hay de que los que permanecen sufran la depredación del lobo”, reconoce la investigadora Laura Lagos.

Otros factores que determinan la incidencia de ataques sobre los caballos son los siguientes:

– Estabilidad y tamaño de las manadas. Las manadas con un mínimo de 8-11 caballos presentan una mayor capacidad de defensa colectiva. Si los grupos son estables, estarán más cohesionados. Se recomienda, por tanto, evitar el traslado de animales adultos o la introducción de animales domésticos en las manadas.

– Los potros que nacen al comienzo de la primavera tienen más posibilidades de supervivencia, pues los lobos tardan unas semanas en ajustar su comportamiento a la disponibilidad estacional de presas.

– Los caballos de color castaño tienen menos probabilidades de supervivencia que los blancos, negros o grises.

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