Fin a la siembra del maíz, con ciclos más cortos y mayor riesgo de plagas e hierbas

El calor previsto para esta semana favorecerá la aparición de rosquilla y el desarrollo de la hierba, lo que podría perjudicar la nascencia, obligando a extremar la vigilancia de las parcelas para aplicar los tratamientos fitosanitarios adecuados

Equipo de siembra del parque de maquinaria de la cooperativa Os Irmandiños (Clun) en A Mariña

Equipo de siembra del parque de maquinaria de la cooperativa Clun en A Mariña

Cooperativas, empresas de servicios y granjas particulares encaran esta semana los últimos días de la campaña de siembra del maíz en las distintas zonas lecheras de Galicia. Los parques de maquinaria trabajaron sin descanso en el último mes para ensilar la hierba y realizar la rotación de cultivo en las parcelas.

La estabilidad climatológica de las últimas semanas permitió recuperar en parte el tiempo perdido al inicio de la campaña. Aun así, la siembra finaliza en muchas zonas más tarde de lo habitual, aunque incluso antes en comparación con el año pasado, en el que también se había retrasado mucho por el mal tiempo.

El retraso acumulado al inicio hacía prever una campaña aún más complicada

Las fincas labradas este año en el mes de abril fueron mínimas, lo que obligó a prescindir de los ciclos más largos, habituales en las zonas costeras de las provincias de A Coruña y Lugo, apostando más por ciclos medios y cortos para no dilatar el momento del ensilado, especialmente tras la experiencia de la última campaña de recogida el otoño pasado, condicionada por el mal tiempo y con muchas dificultades para entrar en las fincas más húmedas.

La reducción de ciclos podría notarse también en el rendimiento final de la cosecha

El retraso en el momento de la siembra favorece también la aparición de plagas y un mayor desarrollo de las malas hierbas, teniendo en cuenta sobre todo la subida de temperaturas prevista para esta semana. El calor es un aliado de la rosquilla, un enemigo a temer aún más cuando el maíz está en una fase tan inicial de su crecimiento vegetativo.

La nascencia también podría verse perjudicada por una presencia excesiva de hierba, obligando en algunos casos a realizar un doble tratamiento para controlarla, sobre todo mientras la planta no logra cubrir los surcos con sus hojas.

Conocemos cuál es la situación a día de hoy en las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra:

José Ramón Loza (Clun, A Mariña)

“Esta semana viene calor y va a haber que estar atentos a la rosquilla”

FORXABAR sementeira millo 2025 praga rosquilla

Al parque de maquinaria de Os Irmandiños (Clun) aún le quedan unas 100 hectáreas por sembrar para esta semana. En total, han labrado unas 1.300 hectáreas, ligeramente por encima de las sembradas el año pasado, de las que unas 750 hectáreas son para el CAVI, el Centro de Alimentación que la cooperativa tiene en Barreiros.

Clun comenzó la campaña de siembra este año el día 7 de mayo, unas dos semanas más tarde de lo habitual. “Normalmente la última semana de abril ya se labraba. Con respecto a un año medio vamos un poco más tarde, pero en comparación con el año pasado vamos mejor”, detalla José Ramón Loza, responsable de cultivos y maquinaria de la cooperativa en A Mariña.

Este año empezamos a sembrar el 7 de mayo, cuando normalmente la última semana de abril ya se labraba

El retraso en la siembra no hizo sin embargo variar significativamente las variedades labradas habitualmente. “No nos condicionó los ciclos, estuvimos empezando con un 600 y en los últimos bajando a ciclos 200 pero en zonas muy concretas, por ejemplo zonas altas”, detalla.

A la espera de alguna resiembra que pueda surgir más adelante, José Ramón indica que “por ahora fue todo bien y no hubo ningún ataque destacable de ninguna plaga, ni rosquilla ni gusano de alambre, únicamente en ciertas zonas puntuales algún problema con fincas levantadas por el jabalí, pero como viene siendo habitual, no más que otros años”, aclara.

Con todo, respecto a las plagas, advierte que “las temperaturas hasta ahora tampoco fueron elevadas, pero esta semana viene calor y habrá que estar más atentos”, recomienda. “En las fincas en las que haga falta tratar procuraremos combinar el insecticida con el herbicida para hacer todo en una sola pasada”, avanza.

Estamos haciendo siembras estrechas, con surcos a 60 cm, con lo que el maíz cierra antes; eso nos da unos días de ventaja que ganamos para hacer frente a las malas hierbas

“No hacemos preemergencia, salvo que se den condiciones ideales de humedad para la hierba y haya previsión de lluvias, lo que impediría tratar después. Pero fueron solo unas 150 hectáreas en total las que se trataron en preemergencia; en el resto tratamos de ir en postemergencia para con un único tratamiento cubrir todo. Nosotros esperamos siempre a que el maíz tenga 3-4 hojas verdaderas para hacer una postemergencia temprana efectiva y esperamos que con eso sea suficiente este año también. En las primeras fincas que tratamos el maíz ya está cerrando el surco, por tanto, ya escapó de las malas hierbas y no habrá que volver a entrar”, explica.

Aunque en las siembras tardías, a medida que se aproximan más al verano, el calor favorece el desarrollo de las malas hierbas, “al haber más temperatura el maíz crece también antes y con las siembras estrechas que estamos haciendo logramos cubrir antes el suelo; eso nos da ventaja porque son unos días que les ganamos a las malas hierbas”, argumenta.

Clun labró a 60 cm de separación entre surcos aproximadamente el 50% del maíz que sembró en A Mariña. “Para las hierbas va bien, y lo que hacemos para compensar es aumentar la distancia entre plantas a 18 cm entre planta y planta”, aclara José Ramón.

Luis Castro (Forxabar, Mazaricos)

“La climatología ahora está perfecta para las plagas y para la hierba”

Unha finca de millo de Ganxabar, xa nacida

Una finca de maíz ya nacido de la cooperativa de ganaderos de Xallas y A Barcala

En Forxabar, la planta de forrajes para alimentación conjunta que la cooperativa Ganaderos de Xallas y A Barcala tiene en Mazaricos, terminaron de labrar el maíz a principios de junio. “Nosotros empezamos a sembrar fincas a finales de abril en una semana buena que hubo y también aramos. Después vino mal tiempo y tuvimos que parar, pero pasados esos inconvenientes iniciales, tan pronto como pudimos, seguimos adelante”, cuenta el gerente de las instalaciones, Luis Castro.

Por eso, están contentos con cómo se ha desarrollado finalmente la campaña, en la que labraron unas 1.000 hectáreas de maíz, de las que entre 150 y 200 quedarán para grano húmedo, aunque “eso lo va a marcar el tiempo”, aclara. Forxabar trabaja con empresas de servicios contratadas, que apoya con maquinaria propia y también de los socios.

Están centrados en este momento en ensilar el segundo corte de raigrás inglés, unas 150 hectáreas, en las que hicieron un primer corte los días 6 y 7 de mayo. “Las mezclas y los híbridos que iban en rotación con maíz fueron los primeros que recogimos, en la hierba fue eso lo que priorizamos para poder labrar; lo metimos en el silo los días 25 y 28 de abril”, dice.

El maíz es un cultivo que requiere estar pendiente de él, sobre todo en estas fases iniciales

Una vez levantados esos prados, empezaron a preparar la tierra y a labrar, comenzando por un ciclo 600 al inicio y finalizando con un ciclo 300 en las últimas parcelas sembradas, las más húmedas, en las que tuvieron que esperar a los últimos días de mayo y primeros de junio.

Aunque tienen puesto un ojo en el raigrás italiano, no quitan el otro de las fincas de maíz porque, razona Luis, “el maíz es un cultivo que requiere atención, hay que estar encima de él, sobre todo en estas fases iniciales, porque de un día para otro la rosquilla te puede hacer un desastre”, asegura.

Para el control de las malas hierbas, a diferencia de Os Irmandiños, en Forxabar prefieren hacer los tratamientos en las fincas de gestión directa de la propia CUMA en preemergencia, con una pasada de herbicida más insecticida. “Normalmente lo que hacemos es ir delante con la sulfatadora y detrás con la grada rotativa, que ya va incorporando el producto a la tierra y así funciona mucho mejor”, explica Luis.

Tratar en preemergencia te da más margen en caso de tener que volver a entrar después de que el maíz haya nacido

“Tratando en preemergencia lo que te da es más margen, porque si no haces eso y vas solo en postemergencia, estás obligado a ir en el momento justo, porque si dejas avanzar la hierba después ya no la controlas; cuando está muy grande es más difícil matarla, la atontas un poco, pero vuelve a revivir”, razona.

En la comarca del Xallas ha habido hasta el momento solo algún caso puntual de rosquilla y el cultivo avanza con buen aspecto. “Hasta ahora no ha habido mucho ataque ni tampoco problemas de otras plagas ni malas hierbas. Solo tuvimos que volver a entrar en algunas fincas en postemergencia por rosquilla. El tiempo ahora está ideal para ella”, reconoce.

Como finalmente lograron sembrar antes el maíz que en otras zonas de Galicia, el crecimiento de la planta es bueno y eso ayuda a controlar las malas hierbas y evita la competencia. “En muchas fincas el maíz ya cerró”, dice Luis.

Ahora haría falta que lloviera algo, porque nosotros ya le metimos la urea protegida a todas las fincas

Que la planta tenga ya un buen desarrollo ayuda también a que los ataques de rosquilla tengan menores consecuencias. “Cuando el maíz ya va grande a la rosquilla ya le resulta más difícil atacarlo porque se le hace más duro y en los casos en los que tenemos que tratar a veces le metemos también un abono foliar para que la planta note menos el estrés del producto fitosanitario”, indica.

Hace dos años la cosecha fue espectacular en la zona, pero el gerente de Forxabar no se atreve a aventurar cómo será esta campaña. “Este año de momento tiene buena pinta en muchas fincas, pero puede depender todavía de muchos factores. Hay que esperar a ver cómo avanza la campaña, pero ahora haría falta que lloviera algo, porque nosotros ya le metimos a todas las parcelas la urea protegida con un inhibidor para que aguante más de cara al final del ciclo”, cuenta.

Suso Montes (O Rodo, Rodeiro)

“Los más usados este año han sido los ciclos medios y eso va a influir después en la producción de las fincas a la hora de recogerlo”

A nova sementadora da cooperativa O Rodo, con corte de liñas para evitar os solapes

La nueva sembradora de la cooperativa O Rodo, con corte de líneas para evitar los solapes

Esta semana quedará también finalizada la campaña de siembra en la comarca del Deza, según explica el presidente de la cooperativa O Rodo, de Rodeiro. Este año labraron unas 700 hectáreas de maíz, porque en la zona hay muchos socios que no siembran maíz, debido a que no siempre está asegurada una buena producción.

“Rodeiro es muy dispar, pero estamos a 700 metros de altitud sobre el nivel del mar y no es una zona ideal para la producción de maíz. Somos una zona con clima de interior en la que los días de calor aprietan y donde no entra ninguna borrasca con precipitaciones en verano durante, a lo mejor, dos meses, por lo que hay que escoger muy bien las fincas”, reconoce Suso Montes, el presidente de la cooperativa.

O Rodo empezó pronto este año a labrar el maíz, pero después tuvo que priorizar el ensilado de la hierba de los socios sobre la propia siembra. “Tenemos la maquinaria justa y hubo que atender a la hierba”, admite Suso.

No es lo mismo sembrar un ciclo 400 que un ciclo 200, pero influyen muchos otros factores

“Estamos acabando, esta semana quedará finiquitado, pero va con retraso, unas 2 semanas de retraso o más en algún caso, sobre todo en las fincas paradas que siempre se sembraban temprano”, indica.

Un año normal en la zona de Rodeiro empezaban con ciclos 400, reduciendo luego para acabar con ciclos cortos 200. Este año, sin embargo, “lo que salió fue más ciclo medio, entre 300 y 260. El ciclo 400 casi no se sembró”, explica.

Es algo que influirá después en la producción de las fincas en el momento de la recolección, afirma. “En toneladas por hectárea no es lo mismo sembrar un ciclo 400 que un ciclo 200. La zona de Val de Camba da mucha producción pero en los sitios más altos no es lo mismo. La media aquí puede estar entre 30.000 y 40.000 kg por hectárea, pero influyen muchos factores; la climatología es el principal y eso no lo controlamos; puedes hacer las cosas muy bien, pero si no te ayuda el tiempo no hay nada que hacer”, admite.

Compramos una máquina de precisión el año pasado y fue la que nos salvó en esta campaña porque te permite labrar a mucha más velocidad

La cooperativa hizo la campaña con dos unidades de siembra trabajando al mismo tiempo, pero el rendimiento de una y de otra es muy diferente. “Compramos una máquina de precisión el año pasado y fue la que nos salvó. Hace corte por líneas y siembra variable, aunque este año no la hicimos porque fue todo muy apurado, pero al evitar los solapes te permite labrar más rápido. Si las fincas se prestan puedes hacer 20 y pico o 30 hectáreas al día. Si tienes que ir con la tolva echando el abono delante, menos, pero si no echas mineral puedes sembrar a 20 km/hora. Al no haber solapamientos en las esquinas o en fincas que son irregulares, adelantas mucho”, explica Suso.

La nueva sembradora de O Rodo es también muy útil para tratar preventivamente y evitar las plagas. “Esta máquina echa el insecticida localizado ya con la semilla. Eso es importante en años como este, porque lo que pasa en las siembras tardías es que al haber calor y humedad los ataques se multiplican, sobre todo de rosquilla y gusano de alambre. Tienes muchas más posibilidades de tener plagas de este tipo. Al ir más tarde siempre hay más problemas de plagas”, reconoce.

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