Finca Marco da Curra, manejo de ganadería extensiva en montaña

Conocemos esta estación experimental de media montaña, ubicada en Monfero (A Coruña) y que cuenta con una superficie de 180 hectáreas Nos explican los proyectos de investigación en los que trabajan, como el control del matorral con distintos tipos de ganado o la prevención de daños por ataques de lobo

La Finca Marco da Curra es una estación experimental dependiente del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM). Ubicada en Monfero (A Coruña), cuenta con una extensión de 180 hectáreas en media montaña, en las que investiga sobre líneas de manejo con la ganadería extensiva. Entre los últimos proyectos llevados a cabo, está uno sobre control de la matorralización del monte con diferentes tipos de ganado, así como otro sobre la defensa del ganado contra el lobo.

“Estamos ante un suelo característico de montaña, con muchas pendientes, pedregoso y difícil de trabajar. Por esto, introducimos especies como el caballo, de los cuales hay 60 ejemplares de Pura raza galega, cruzados e hispano bretones, mientras que en las zonas más pastables, hay unas 70 cabezas de vaca rubia galega, 250 ovejas, y en un número más reducido, cabras de raza autóctona Cabra galega”, detalla Abelardo Nimo, director del CIAM.

El mantenimiento de toda la superficie lo llevan 7 personas que están contratadas para atender «el manejo de los animales, el control de las cercas, y las necesidades de los proyectos de investigación, entre otras”.

Líneas de investigación
A finales del año 2021 se finalizó un proyecto de investigación que consistió en el desarrollo de experimentos enfocados a evitar la matorralización del territorio “que es un problema que se extiende por todo el norte peninsular”, afirma Santiago Crecente, técnico del CIAM.

“Aquí uno de los experimentos que hicimos se centró en observar la eficiencia de los caballos y de las cabras para el control de diversas especies de mato. Lo que observamos fue que, después de 3 años de pastorear una superficie inicialmente dominada por matorral y que fue desbrozada, la superficie cubierta se mantuvo en un 20%, mientras que en las parcelas de control que no fueron pastoreadas el porcentaje aumentaba hasta el 80%”, amplía.

“En las superficies con caballos y cabras a porcentaje de mato se mantuvo en un 20%, mientras que en las parcelas no pastoreadas alcanzaba el 80%” (Santiago Crecente)

“Estos experimentos nos permitieron determinar que el pastoreo con estas especies puede ser una medida eficaz en la reducción del riesgo de incendios y en su intensidad”, avanza Crecente. Asimismo, el técnico del CIAM añade que “esta investigación fue llevada a cabo entre el CIAM de Mabegondo en colaboración con el Centro de Investigación y Formación Agrarias de Cantabria, el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario de Asturias, y el Centro Tecnolóxico da Carne”.

El proyecto demostró que tanto caballos como cabras fueron eficaces en la reducción de matorrales, pero desde el CIAM observaron diferencias en la vegetación en los terrenos controlados con caballos frente a los de las cabras. “Por ejemplo, el ganado caprino fue muy eficiente en el control de la silva y en el rebrote de árboles y arbustos, mientras que el equino demostró mayor eficiencia en el tojo”, explica Santiago Crecente.

Cercas frente al lobo
Por otra parte, la Estación Experimental Marco da Curra está participando en otro proyecto sobre “la eficacia de distintos tipos de cercas en la protección contra el lobo”, afirma Crecente. “Para esto diseñamos tres cercas experimentales, y de cada uno, hicimos 10 repeticiones en diferentes ganaderías de Galicia”, avanza.

Cierre de malla contra el lobo renovado en la Finca Marco da Curra

Cierre de malla contra el lobo renovado en la Finca Marco da Curra

Hace falta añadir que años atrás Marco da Curra tuvo ataques de lobo recurrentes, una cuestión que los llevó a la utilización de perros de defensa. “Aquí hubo ocasiones de fuertes ataques pero con la introducción de mastines criados correctamente, con una adecuada fase de socialización, vimos reducidos ampliamente los daños; aun así, lo ideal sería hacer una mezcla de las dos medidas de prevención, esto es, una correcta construcción de los cierres y disponer de perros de guardia con el ganado”, aconseja Santiago Crecente.

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