Forrajes de verano y cambio climático: alternativas para las explotaciones de leche

La grave sequía de este verán está provocando importantes pérdidas en la cosecha de maíz forrajero, el principal cultivo para las explotaciones de leche. Cultivos alternativos como el sorgo y el girasol, la instalación de sistemas de regadío se revelan cómo alternativas

Forrajes de verano y cambio climático: alternativas para las explotaciones de leche

Finca de ensayo en Arzúa con un cultivo de sorgo y girasol y otro de maíz. Foto: ICOS

Los efectos del cambio climático parece que ya se empiezan a evidenciar cada vez más en Galicia, con lluvias concentradas en unos meses y períodos prolongados de sequía en verano. Este año se está notando especialmente con casi tres meses seguidos sin precipitaciones, lo que provocará pérdidas importantes en los forrajes de verano, especialmente el maíz forrajero, con una cosecha que se prevé hasta un 40% inferior a la del pasado año y con una bajada en las calidades nutricionales.

La cooperativa ICOS está implicándose en la busca de cultivos alternativos de verano debido a los importantes problemas que presenta el maíz forrajero en la comarca de Chantada, una zona con un clima ya de carácter continental y escasas precipitaciones en verano y con un importante problema de ataques de los jabalís a los cultivos.

En este sentido, el cultivo alternativo de girasol con sorgo está revelándose como una alternativa rentable para las ganaderías de vacuno de leche. Adrián Varela, técnico de ICOS, explica que “se trata de un cultivo más barato que el maíz, ideal para tierras de menor calidad, con problemas de ataques de jabalí y que, además, se puede incluir cómo tercer cultivo de la PAC”.

Este año, los socios de ICOS cultivaron unas 20 hectáreas de esta mezcla de sorgo y girasol y, según explica Adrián, “están resistiendo bien la sequía”. Así, sus previsiones indican que los rendimientos finales puedan estar entre las 30 y las 20 toneladas por hectárea. En un ensayo realizado por la cooperativa en una finca de 4 hectáreas en Arzúa con buenas condiciones agronómicas, el rendimiento de la mezcla iguala en altura a la del maíz forrajero.

¿Como influye en las calidades de la leche?

En cuanto las calidades nutricionales, Adrián Varela asegura que “trabajando con 5 kilogramos de este silo de sorgo y girasol por vaca y día, y combinándolo con silo de maíz, no se nota diferencia en las calidades de grasa y de proteína de la leche y sí hay una importante reducción de costes de alimentación”.

Así, subraya que mientras el cultivo de una hectárea de maíz forrajero cuesta unos 1.000 euros, en el caso del sorgo y del girasol se sitúa en 800 euros y si se opta por un monocultivo de girasol bajaría hasta 750 euros por hectárea. Y con la ventaja añadida de que la mezcla de sorgo y de girasol no precisa de la utilización de herbicidas, lo que facilita su empleo en ganaderías de vacuno en ecológico.

Adrián Varela: “El maíz sigue siendo el cultivo prioritario para las tierras buenas”

“No quiero convencer a nadie de que deje de cultivar maíz, que por rendimiento y calidad sigue siendo el cultivo de referencia y que se debería plantar en las tierras de mayor calidad, mientras que esta alternativa de sorgo y girasol es interesante para las tierras de menor calidad, para zonas donde hay ataques importantes de jabalí y para utilizar cómo tercer cultivo de la PAC”, subraya el técnico de ICOS.

“Lo que tenemos que valorar es que compramos paja a 60 euros la tonelada o pienso a más de 200 euros para alimentar al ganado, cuando este forraje de sorgo y girasol podríamos producirlo en Galicia a 35 euros la tonelada”, concluye.

El regadío: una alternativa para aumentar los rendimientos

Otra alternativa es la instalación de sistemas de regadío para el maíz forrajero. El jefe del Departamento de Pastos y Cultivos de Mabegondo, Gonzalo Flores, advertía esta primavera en unas jornadas en Lalín de la importancia del agua estival para el maíz. “El 77% de la variabilidad de la producción anual del maíz se explica por las precipitaciones del mes de julio”, concluía Flores en base a las investigaciones desenvueltas por el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM)

“Esa merma de la producción puede reducirse en parte con riegos estratégicos. Una buena opción consistiría en almacenar parte de los excedentes de la lluvia invernal en pequeñas obras hidráulicas que podrían ser subvencionadas por la Xunta a través de las ayudas del PDR”, valoraba.

Adrían Varela, técnico de ICOS, valora esta opción como muy interesante pero subraya que “por lo menos en nuestra comarca, antes habría que realizar una reestructuración de la base territorial para aumentar el tamaño medio de las parcelas”. “Tenemos fincas de 1 hectárea y de menos y no sería muy viable construir una balsa con un tamaño así”, asegura.

El regadío permite que en A Limia la cosecha de maíz forrajero ronde las 60 toneladas

En la comarca de A Limia cuentan con un sistema de regadío desde hace décadas y los riegos puntuales permiten que los rendimientos del maíz forrajero no bajen de las 60 toneladas de materia húmeda por hectárea, casi el doble que en una finca en secano.

Augusto Cid Cabido, de SAT Jasma, es un ganadero de Xunqueira de Ambía que lleva utilizando el regadío desde hace años con muy buenos resultados. “Sembramos 26 hectáreas de maíz y este año, a pesar del tiempo seco, calculo que tendremos un rendimiento de 60 toneladas de materia húmeda por hectárea, algo menos que el año pasado, en el que obtuvimos 65 toneladas”, asegura.

Sembraron maíz de dos ciclos, uno de 260 y otros de 180/200 y aplicaron 6 riegos mediante cañón, dos más que en un año normal. “Empecé a regar sobre el 15 de julio, dejando tiempo a que el maíz creciera algo y a que sus raíces buscaran la humedad, y a partir de ahí fui realizando riegos cada diez días”, explica Augusto.

En cantos a los costes del riego, este ganadero los sitúa entre 200 y 250 euros por hectárea. “El regadío es muy rentable porque este coste se ve compensado con mucho por el incremento de rendimiento que le sacamos a las fincas de maíz forrajero”, concluye.

Campo de ensaio en Arzúa con xirasol e sorgo dun lago e millo do outro

Ensayo del CIAM con un sistema de regadío del maíz por goteo

El Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, en colaboración con la cooperativa ICOS, está realizando un ensayo de riego del maíz en el sur de Lugo. En concreto, en una finca de A Pobra do Brollón propiedad de la Fundación José Luis Taboada, y en la que este año se está ensayando un sistema de riego por goteo de la empresa John Deere. Este viernes está prevista una visita al campo de ensayo y a lo largo de los próximos meses el CIAM publicará los resultados.

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