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Galicia, a través del sindicato Unións Agrarias-UPA, lidera el proyecto europeo de I+D+i para impulsar las energías renovables en el ámbito de las explotaciones agrarias. El proyecto, presentado ayer en Santiago de Compostela, está financiado por el programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, con una dotación de 1,5 millones de euros, y durará 27 meses, desde marzo de 2015 hasta mayo de 2017.
Los socios que trabajarán en RESFARM proceden de diversos ámbitos y países. De Italia, Agricoltura è Vita; de Grecia, la cooperativa PASEGES; de Holanda, la empresa tecnológica Biomass Research; y de España participa la Universidade da Coruña, el INEGA, ELA ingeniería y medio ambiente, Banco Sabadell Gallego, AGACA, SLG y UUAA. Destaca también la colaboración del Laboratorio Nacional de Energía Renovable, NREL, de EEUU, pionero en la titulización de activos de energía solar fotovoltaica.
Detectar las barreras existentes y cuales son las energías renovables más adecuadas
Precisamente es la integración de todos los sectores (agricultores, empresas, sector financiero, administración e investigación) una de las novedades de esta iniciativa.
En este sentido, la investigadora de la Universidade da Coruña, Rosa Regueiro subrayó que “el objetivo de RESFARM es ver cuales son as energías renovables más adecuadas y a partir de aí ver las líneas de financiación”.
“El otro objetivo -añadió- es hacer un estudio integral para ver cuales son las barreras que existen, tanto de tipo legal como administrativo y financiero, para a partir de aí establecer un marco común de crecimiento de las energías renovables en las explotaciones agrarias y ganaderas”.
En definitiva, se persigue que los agricultores europeos instalen sistemas de producción de energía renovable en sus explotaciones. De esta forma se diversifica y aumenta su renta al mismo tiempo que se contribuye a la sostenibilidad medioambiental y a la autosuficiencia energética europea.
La financiación y el marco legal, los principales escollos
Además, RESFARM está diseñado para iniciar un diálogo estructurado entre los agricultores, los agentes financieros y otras partes interesadas de Europa con el fin de desarrollar y promover el acceso a la financiación de las energías renovables. En concreto, el objetivo es desarrollar un instrumento financiero mediante el que los inversores tendrían la posibilidad de alcanzar una rentabilidad invirtiendo en un producto financiero estandarizado y transparente: la instalación de energía renovable en las granjas.
Por último, el acceso a los mercados de capitales para financiar energías renovables en las explotaciones dependerá en gran medida de un marco claro, asequible y predecible legal y administrativamente, en aspectos tales como permisos, acuerdos de interconexión, usos del suelo, etc.
