Ganadería Cid: una puesta por el sistema de mezcla húmeda para seguir creciendo

Ganadería Cid es una explotación de vacuno de leche de Barreiros, en A Mariña lucense, una comarca en la que la falta de base territorial llevó a un buen número de ganaderías a recurrir al sistema de mezcla húmeda para seguir creciendo. Bonet Cid nos explica las ventajas y los inconvenientes de este modelo

Ganadería Cid: una puesta por el sistema de mezcla húmeda para seguir creciendo

Interior de Ganadería Cid

La búsqueda de la eficiencia y de la rentabilidad llevó a un número creciente de ganaderías de vacuno de leche en intensivo a apostar por el sistema de mezcla húmeda. En la última década, este modelo se extendió en A Mariña lucense y en el Occidente de Asturias de la mano de Comercial Agropres y de la Cooperativa Os Irmandiños. El cultivo de la tierra por parte de una empresa o cooperativa, que se encarga de hacer los silos y de servir la ración, permitió a un buen número de ganaderías de estas comarcas aumentar sus rebaños, a pesar de contar con una reducida base territorial y sin posibilidades de ampliarla.

Ganadería Cid, situada en el ayuntamiento lucense de Barreiros, es una de estas explotaciones. Bonet Cid, tercera generación de ganaderos, valora como “positiva” su decisión de pasarse al sistema de mezcla húmeda en el año 2007, en este caso a través de Comercial Agropres, de Castropol, pionera en la comarca en la implantación de este modelo.

Gracias a esta decisión, esta explotación pudo crecer hasta contar a día de hoy con 185 vacas, de las que alrededor de 100 están en ordeño, a pesar de contar con 40 hectáreas de base territorial.

“La empresa se encarga de cultivar 19 hectáreas que dedicamos a maíz, de sacar el purín y de elaborar y servir la ración”, explica. Los ingredientes de la ración son, principalmente, silo de maíz, alfalfa deshidratada, paja, concentrado, vitaminas y minerales, a un precio que se sitúa en alrededor de 140 euros la tonelada. Cada vaca adulta en lactación de Ganadería Cid come alrededor de 50 kilos al día de mezcla húmeda, una ración con un 54% de materia seca, y que contiene entre 30 y 32 kilos de maíz forrajero y entre 10 y 12 kilos de concentrado.

“El coste de alimentación es más elevado pero los costes de producción son similares a los de una ganadería intensiva convencional”

“El coste de la ración por vaca y día -informa Bonet Cid- se sitúa en alrededor de 7 euros, pero si le descontamos el alquiler por las fincas que nos paga Comercial Agropres queda en 6,7 euros”, para una producción media de 38 litros por vaca y día. Reconoce que los gastos de alimentación son más elevados que en una ganadería intensiva que cultive sus propios forrajes, pero subraya que “si descontamos que no tengo que hacer inversiones en silos y en maquinaria y que no tengo casi mermas en los forrajes, mis costes de producción son muy parecidos a los de una ganadería intensiva convencional”.

Como principales ventajas de este sistema de mezcla húmeda, este ganadero destaca que “tienes garantizada la comida para el rebaño, con una ración homogénea, sin mermas en los forrajes por deficiente conservación de los silos y con menos problemas de descompensación nutricional”. Además, junto a la menor inversión en maquinaria, Bonet Cid destaca como un punto “muy positivo” que “prácticamente dedicamos el 90% de nuestro tiempo a centrarnos en el trabajo como ganaderos, lo que nos permitió también incrementar la media de producción y mejorar el manejo”.

De hecho, el único trabajo agrícola que realizan en Ganadería Cid es cuando tienen que hacer rollos de hierba verde de las 17 hectáreas de praderas permanentes y temporales que sí gestionan ellos mismos. Y es que para Bonet Cid, “en una ganadería profesional deberían separarse la parte agrícola, la ganadera y la recría, funcionando como tres empresas diferentes y buscando la rentabilidad por separado en cada una de ellas”.

Producción y calidades de la leche

Con este sistema de mezcla húmeda Ganadería Cid alimenta las vacas en lactación, separando el lote de primerizas y vacas de segundo parto del lote de vacas adultas, para evitar la competencia por la comida. A las vacas secas y en preparto las alimentan con paja, concentrado y algo de la ración unifeed, mientras que las novillas reñadas basan buena parte de su alimentación en el pastoreo.

El promedio de producción en esta ganadería está en 38 litros, con 180 días en leche y una producción anual que asciende a un total de 1,2 millones de litros. Las calidades están en un promedio de 3,8% de grasa y 3,38% de proteína. Le venden a producción a Leche Celta, con un contrato a 6 meses que vence en febrero. La cooperativa portuguesa paga toda la entrega en A a un precio base de 267 euros la tonelada, más calidades, prima por cantidad y certificación, rondando el precio final los 300 euros la tonelada.

Genética y reproducción

En cuanto a la reproducción, en Ganadería Cid las vacas consiguen un promedio de 2,8 partos, situándose la tasa de reposición en el 30%. Para las inseminaciones utilizan principalmente de toros genómicos, fijándose en los caracteres de tipo (patas y ubre), así como en los rasgos de salud (células somáticas) y de producción.

“No utilizamos toros números uno: miramos más el tipo que el ICO, y utilizamos como criterio que sean positivos en leche (entre 1000 y 1200), que tengan más de un 3 de puntuación en tipo y que no tengan problemas de consanguinidad con las vacas”, explica Bonet Cid. De momento realizan la recría en la propia ganadería, pero no descartan externalizarla en un futuro.

Desde hace una década esta ganadería estuvo utilizando embriones para mejorar la genética de su rebaño de manera más rápida y eficaz, pero la bajada de los precios de la leche llevó a que durante el último año hayan dejado de utilizar esta técnica reproductiva.

La crisis de precios de la leche también llevó a esta explotación, al igual que otras ganaderías de vacuno de leche, a aumentar las inseminaciones con carne para mejorar sus ingresos. “Estamos en este momento en un 25% de inseminaciones con carne, principalmente con Azul Belga, y lo hacemos en las vacas que consideramos que tienen peor genética o que tienen dificultades para preñar”.

Ganadería Cid es socia de Os Irmandiños, una cooperativa que les presta los servicios veterinarios y de certificación. “No estamos en el sistema de mezcla húmeda de la cooperativa porque cuando empezó el Cavi ya llevábamos unos 4 años con Comercial Agropres y, como estábamos satisfechos, no cambiamos”, explica.

Futuro del sector

En cuanto al futuro del sector, Bonet Cid confiesa que su sentimiento es de incertidumbre. “Estamos en una época de transición en la que no sabemos lo que va a pasar y en nuestro caso reconozco que estamos un poco estancados a la espera de ver la evolución de los precios de la leche”, asegura.

En cualquier caso, esta ganadero subraya que “estoy en un sector que adoro y no me quedaré parado, sino que haré los cambios que haya que hacer para seguir siendo competitivo”. “Eso sí, todo lo que haga será con cabeza, con una planificación y echando cuentas, porque también tengo claro que la ganadería de vacuno de leche es un negocio y como tal me tiene que dar dinero”, concluye.

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