En casa de José González, Pepe, en el lugar de Castrolanzán, en la parroquia de Penarrubia (Baralla), ya había ganado en 1709. “Conservo un recibo de la contribución que explica que ya existía la casa y que ya tenían agricultura y ganadería. Eran cuatro hermanos y dos se marcharon, mientras que otro tenía una sastrería”, cuenta.
Desde entonces, han cambiado muchas cosas, pero el esmero en el cuidado de los animales de la finca familiar sigue siendo el mismo. Producen carne de vacuno ecológica dentro de la IGP Ternera Gallega Suprema y van a empezar a comercializarla directamente para tratar de valorizar un producto premium que no encuentra cabida en los canales de venta habituales.
“Decidí salir de un mercado que me está asfixiando, que no valora mi producto y no lo paga como debe”, dice José. Vendía hasta ahora a través de la cooperativa Aira y, desde esta semana, pretende hacerlo a través de una aplicación propia que ya se puede descargar en la página web de la ganadería.
La casa familiar data del siglo XVIII y desde entonces siempre ha habido ganado en ella de forma ininterrumpida
“Voy a ser el primero que comercializa bajo el sello Ternera Gallega Ecológica, una doble certificación que supone un doble control por parte de la IGP y del Craega, pero el proceso administrativo es muy complicado. Me bombardean con requerimientos y requisitos. Si te sales del sistema que hay establecido, todo son problemas”, se queja.
“Mi objetivo es vender un ternero a la semana. Por eso esperé hasta ahora para comercializar directamente, para llegar a tener un volumen de terneros suficiente para hacer eso”, explica José, que hasta ahora compatibilizaba el trabajo como ganadero con una segunda actividad en el ámbito deportivo.
Tras dedicarse al mundo del deporte en la ciudad de Lugo en equipos como el Azkar o la Milagrosa, José ha decidido centrar su futuro en la ganadería
Ahora piensa que eso puede ser una ventaja. “Lo único que me puede diferenciar es la agenda de clientes que puedo tener con 2.000 contactos del mundo del deporte, cuando un ganadero normalmente tiene 200 contactos y todos del medio rural”, dice.
Inversión en instalaciones punteras
“Son instalaciones de leche, pero para vacas de carne”, compara José, que tomó el relevo de la explotación de su padre hace ya 16 años, cuando tenía 29. En ese momento construyó una primera nave de 18×22 metros que dejó ya preparada para ampliar.
El coste de la ampliación del establo se disparó por la guerra de Ucrania
La ampliación la llevó a cabo en el año 2020, antes de cumplir los 41 años, para aprovechar el Plan de Mejora. Era la decisión definitiva para profesionalizarse como ganadero, pero vino la pandemia y la guerra de Ucrania, y el coste de la obra se disparó.
“El Plan de Mejora me quedó en un 10 o un 15% del coste real”, explica. Luego vino la subida del Euríbor debido a la inflación, que disparó los intereses al 4% de un préstamo de 200.000 euros que José sigue pagando aún y que limita la rentabilidad de su ganadería. “Yo estoy aquí gracias a la paciencia que los proveedores tienen conmigo”, reconoce.
La nave tiene 1.000 metros cuadrados y dispone de limpieza automática, camas de serrín con carbonato para las vacas y una paridera de paja de 15×5 metros
“Fue un camino de obstáculos, porque encadené todos los problemas uno tras otro: la pandemia, la guerra de Ucrania, la falta de fondos para ecológico en 2022, la inflación … han sido como las 7 plagas bíblicas pero estoy aquí aún, con muchas deudas, pero dándole la cabeza y siguiendo con la ruta marcada”, dice.
Siete terneros muertos por los efectos de la EHE
Mientras espera que los intereses del préstamo vayan bajando y la amortización reduzca las cuotas bancarias que ahogan la granja, José no se arrepiente de la inversión realizada en las instalaciones. “Es una inversión de futuro”, dice, porque garantiza la comodidad y la salud de las vacas.
“Las camas de serrín con cal me van muy bien para las enfermedades, lo he notado mucho en el ubre de las vacas, casi no tengo mastitis. Además, al mezclarse con el purín, estoy encalando y desinfectando también las praderas de paso. Estoy muy contento con eso”, relata.
Las vacas que parían teniendo la enfermedad pasaban las úlceras a las crías y acababan muriendo
Sin embargo, este verano no pudo librarse de la EHE, que golpeó con fuerza en la zona de los Ancares y la montaña de Lugo. “Las vacas lo pasaron relativamente bien, estuvieron sin comer 2 o 3 días pero luego, con cuidados, salieron adelante. Pero el problema fueron los terneros recién nacidos, me murieron 7 animales pequeños. Las vacas que parían con la enfermedad, les pasaban las úlceras a las crías y acababan muriendo”, cuenta.
José teme también los efectos de la enfermedad a más largo plazo, como los problemas reproductivos y de fertilidad del ganado que llevarán a una caída en la producción. “El año que viene voy a tener faltas imposibles de cubrir”, reconoce.
La mejora de la genética, una cuenta pendiente
Las consecuencias de la EHE también condicionarán el crecimiento de la granja, que cuenta en este momento con alrededor de 100 cabezas entre vacas y terneros. “Mi idea es crecer un poco más en rubia gallega y mejorar la genética; es una cuenta pendiente que tengo en la explotación”, dice.
Ganadería Lanzán tiene en total 56 reproductoras, un tercio rubia gallega y el resto cruzadas con blonde y limusín principalmente. “En el caso de la raza limusín, por la facilidad de parto y por lo avispados que salen los terneros, y la blonde porque los terneros cogen algún kilo más”, explica José.
En cuestiones como manejo del ganado o alimentación trata de aprender de otras granjas, por lo que recibe de buen grado los consejos que vecinos ganaderos como José Antonio o Amable le dan. “Son dos modelos de producción totalmente diferentes, uno en ecológico y el otro en cebadero, pero aprendo todos los días de ellos”, afirma.
Manejo tradicional del ganado
Ganadería Lanzán realiza un manejo tradicional del ganado. “Los animales salen por la mañana y vuelven por la noche al establo todos los días. Hasta los 7 meses los terneros van con las vacas al prado y de los 7 a los 10 meses permanecen en las fincas cerca de la nave después de tomar una ración de leche de la madre antes de que las vacas salgan a pastar”, explica.
La terminación que hago yo es la más costosa de todas: los terneros maman hasta que son sacrificados y comen pienso desde el principio
La suplementación de los terneros durante los tres meses de cebo final también es la que se hacía habitualmente en las casas de la zona. “Les doy hierba seca o paja, silo y pienso. Antes, en convencional, también les daban patatas, pero en ecológico es más complicado. Ese suplemento de patata le da más engorde al animal”, indica José.
Gracias al trabajo rotacional de pastoreo en las fincas y a la suplementación en la casa, logra machos entre 190 y 220 kilos canal a los 10 meses y terneras entre 150 y 180, con un grado de engorde de 2. “En convencional estaba en 2+, pero al pasar a ecológico bajé medio punto, pero mi objetivo es llegar a 2+ en ecológico también”, dice.
Estoy en un 2 de engorde, pero mi objetivo es llegar a 2+, como cuando estaba en convencional
Desde los 7 hasta los 10 meses, los terneros siguen mamando de las madres y también salen a pastar en la finca al lado de la casa. Además, José trae cada año un tráiler de paja de Castilla, mitad de avena y mitad de cebada. “Es un alimento rico en fibra y muy agradecido, que comen muy bien”, destaca.
Ganadería Lanzán utiliza el concentrado ecológico de CampoAstur. Se lo dan a los terneros desde que empiezan a comerlo, comenzando con una dosis diaria de 1,5 kg los primeros meses y terminando en 2,5 kg en el momento del sacrificio.
El pienso no te da más dinero, porque el ganancia la come el ternero, pero aumenta la calidad de la carne
“Estuve probando sin pienso con el mismo manejo durante 6 meses y me bajó 1 punto el engorde y 70 kg menos de media en el peso. Fue cuando subió tanto el pienso, porque no tenía dinero para pagarlo, pero no compensa porque pierdes grasa y calidad en la canal. El pienso no te da más dinero, hay poca diferencia en la ganancia final, pero sí que aumenta la calidad de la carne, no hay comparación en eso”, asegura.
Producción en ecológico frente a convencional
Hasta hace 4 años José producía en convencional, pero en el año 2020 decidió empezar el proceso de conversión a ecológico. Hoy echa la vista atrás y asegura que “estar en convencional es más rentable que estar en ecológico, yo tengo una pérdida de entre 5.000 y 7.000 euros cada año con respecto a estar en convencional”, dice.
“Al pasar de convencional a ecológico pierdes 50 kg de media de peso en cada becerro. Ni siquiera las ayudas compensan eso, porque la ayuda del lobo de 75€ no la tenemos los de ecológico, cuando no tiene sentido ninguno. Lo que debía hacer la Administración en Galicia es incentivar la producción ecológica, sobre todo en las primeras hectáreas, pero no se hace”, se queja.
Ganadería Lanzán se quedó sin las ayudas de ecológico en el año 2022
Ganadería Lanzán fue de las explotaciones que se vieron perjudicadas por la falta de fondos para producción ecológica en el 2022. “La pérdida de las ayudas del 2022 me cogió en el segundo año de conversión, fue un palo grande”, recuerda. “Llevo 4 años a pérdidas, pero lo veo como una inversión para llegar a comercializar”, argumenta.
Al pasar de convencional a ecológico pierdes 50 kg de media de peso en cada becerro; ni siquiera las ayudas compensan eso
Aunque los pagos de la PAC por hectárea son mayores en ecológico, la diferencia de rentabilidad económica no es relevante porque los costos de producción en ecológico también son más altos. “Cada camión de pienso que llega a mi granja cuesta 1.300 euros; el pienso ecológico cuesta 200 euros más en tonelada que el convencional”, ejemplifica.
Otro tanto pasa con los abonos permitidos. “Los fertilizantes ecológicos son el doble de caros que los convencionales y recoges la mitad de hierba. Yo estoy recogiendo mucha menos forraje, unos 380 rollos de silo y 125 de hierba seca en las 25 hectáreas que dediqué a la recogida de forraje el año pasado desde mitad de marzo a mitad de junio”, concreta.
Encierro todos los días a todos los animales, da más trabajo, pero a cambio tengo abono para fertilizar las praderas
José lleva dos años echando a las praderas solo el abono que produce él en casa. “Haber hecho el establo y traer las vacas todos los días tiene pros y contras. Tienes que pagar las instalaciones y es más trabajo, pero tienes la parte positiva de disponer de abono propio con el que fertilizar las fincas”, argumenta.
Pastoreo rotacional diario
José gasta en invierno una bola al día de silo o hierba seca entre los 100 animales, pero reconoce que “ni la producción de las fincas ni la necesidad de suplementación son las mismas en la montaña que en el valle”. “Mi experiencia en la montaña es que necesitas una hectárea por vaca reproductora para que estén bien los animales”, dice.
Abro pasto nuevo todos los días y más o menos superficie en función de la calidad de la hierba y de la época del año
Su base de alimentación es la hierba que las propias vacas pacen. “Les abro pasto nuevo todos los días y más o menos superficie en función de la calidad y la época del año”, explica. Dispone de unas 100 hectáreas en total, de las cuales 55 son de pastizales y el resto monte.
Las fincas en esta zona tienen una pendiente elevada y son difíciles de trabajar, por lo que la clave está en que el propio ganado aproveche lo más posible el pasto. “Yo cada día muevo el pastor dentro de la propia finca para que tengan hierba nueva todos los días. En primavera puede ser media hectárea por día y luego voy aumentando a una hectárea o hectárea y media en la época de la sequía en verano”, detalla.
Mi experiencia en la montaña es que necesitas una hectárea por vaca reproductora para que estén bien los animales
José está transformando superficie de monte en praderas para aumentar su base territorial. El año pasado roturó 15 hectáreas, pero el resultado final no fue todo lo bueno que podía esperar. “Conseguí una ayuda para transformar monte de pinos en pastizal, pero Tragsa subcontrató los trabajos y en vez de terminar en junio terminaron en octubre, cuando cayeron unas trombas de agua que llevaron la tierra y la semilla y dejaron surcos”, explica. “Además, al no terminar en mayo no pude incluir esa finca en la solicitud de la PAC, así que perdí esas 15 ha de agroambientales para todo el período de la PAC hasta 2027”, lamenta.
“He decidido salirme de un mercado que me está asfixiando, que no valora mi producto y no lo paga como se merece”
José es consciente de las dificultades que conlleva dar el paso de ser ganadero productor de terneros a decidirse a sacrificar y comercializar directamente la carne que produce. El proceso burocrático no es fácil, la logística necesaria tampoco, y después hay que buscar los clientes a quienes vender, pero considera que es la única manera de valorizar un producto de máxima calidad como es la Ternera Gallega Suprema ecológica.
El nuevo sello fue presentado el pasado mes de marzo en Barcelona por el Consejo Regulador de la IGP y Ganadería Lanzán va a ser la primera que haga uso de esa doble certificación para comercializar. «Vi una oportunidad en el mercado. Podemos competir con las mejores carnes del mundo y quiero incentivar a otros productores a que sigan este mismo camino que yo inicio», dice.
244 explotaciones de carne de vacuno gallegas, que suman unas 2.800 vacas, comparten el doble sello de Ternera Gallega Suprema y del Craega
Después de analizar explotaciones de carne de vacuno ecológico en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha o Cataluña que hacen venta directa, José se preguntó si otras ganaderías en otras zonas de España lo hacen, ¿por qué no él también?
Gandería Lanzán espera poder competir en precio y diferenciarse en calidad. “La carne ecológica en España está de media entre 23 y 25 euros el kilo y yo pretendo tener un precio entre 20 y 22 euros IVA incluido, más el porte, que variará dependiendo de la cantidad. La gente pregunta mucho por la raza y que sea rubia gallega es muy bien valorado”, asegura.
Objetivo: sacrificar un becerro a la semana
El objetivo de José es poder tener una producción escalonada durante todo el año para poder sacrificar un becerro cada semana. “El primer becerro lo maté el martes y ya está en la sala de despiece. A partir de este domingo 1 de diciembre ya se podrán hacer los pedidos”, avanza.
Es un proceso largo y laborioso y espero que el cliente aprecie ese trabajo meticuloso, igual que el proceso de cría en Suprema ecológico
La comercialización se llevará a cabo a través de una aplicación propia que se puede descargar en su página web y que lo mantendrá en contacto permanente con sus clientes. “No voy a tener una tienda online o e-commerce, sino que diseñé una app que me permite tener un feedback más directo con mis clientes para no estar supeditado a que la gente entre en la página”, dice.
José tiene previsto sacrificar en Frilea, el matadero de Castro de Rei, y luego despiece y elaborar en Traloagro en Friol para finalmente preparar él directamente los envíos para mandar por transporte en frío. De la distribución por toda España se encargará Correos, con nevera individualizada y termómetro digital incorporado en cada envío, lo que permite llevar a cabo una absoluta trazabilidad de la temperatura durante todo el transporte.
Estoy trabajando para llevar mi carne a Canarias; allí hay poca oferta y la valoran mucho
“Es un poco más caro, pero te da mayor garantía frente a otras empresas de mensajería y además reparten también por las tardes”, valora. Para cumplir con los pedidos es fundamental la planificación: “los domingos saco el producto a la venta en la aplicación, el martes sacrifico y el miércoles el becerro va a la sala de despiece y pasa allí 7 días en maduración. El jueves de cada semana será el último día para recibir pedidos (estará abierto 5 días, de domingo a jueves) y el miércoles de la siguiente semana se despezará la canal, se envasará al vacío, se etiquetará y se mandará a las casas”, detalla.
“Al principio voy a empezar vendiendo piezas sueltas para, en función de la demanda, después poder hacer lotes. Se va a poder comprar desde medio kilo de carne, aunque para abaratar los portes lo normal es coger para todo el mes y congelar o, si no, comprar en conjunto con más gente para que el porte te salga a 2€ el kilo”, calcula.