Ganadería O Cantón SC es una granja familiar de vacuno de leche del ayuntamiento de Viana do Bolo, en la montaña oriental de Ourense, que aprovecha las ventajas de la zona, principalmente la disponibilidad de mucha base territorial a bajo precio, para reducir los costes de producción y simplificar el manejo.
“Nuestra principal ventaja es que disponemos de mucha extensión de terreno y a bajo precio, y en esta zona en concreto el terreno es muy fértil y apto para la ganadería, con lo que puedes hacer leche en base a pasto y hierba sin problema. El lado negativo es que no disponemos de mano de obra cualificada y sobre todo de empresas de servicios agrarios, por lo que extensificar también fue la alternativa más viable que nos quedó”, reconoce Antonio Pérez Castro, propietario de esta ganadería, una de las 3 de vacuno de leche que aún quedan en Viana do Bolo.
En total en Ganadería O Cantón SC disponen de una base territorial de unas 100 hectáreas para 96 animales. En la granja trabajan Antonio, su mujer, Marimar, y un empleado, Eliseo.
Alimentación y cuidado de los forrajes
La base de alimentación es el pasto y el silo de hierba. Disponen de 25 hectáreas en un radio de unos 500 metros alrededor del establo, con parcelas de alrededor de 1 hectárea por las que el rebaño va rotando a lo largo del año.
“Están en el pasto mañana y noche desde marzo a julio y desde finales de septiembre vuelven a salir por el día a pastar, incluso hasta Navidad, pues estos años los inviernos están viniendo muy buenos para la pradera. Y cuando no hay pasto salen igualmente a una parcela 4 o 5 horas al día, a no ser que llueva o nieve. Eso sí, mis vacas no salen al prado a pasear ni para que rillen, sino para que se alimenten bien y den leche”, precisa Antonio. Presume de que “en este pueblo caen cuatro gotas y ya sale la hierba, es un terreno muy fértil y agradecido para el trabajo”.
Están muy contentos con los microsilos de remolacha como alimento para el ganado
Además del pasto, las vacas en producción reciben en el establo una ración compuesta por silo de hierba, 6 kilos de pienso y otros 6 de pulpa de remolacha. Cuando no hay pasto estos dos ingredientes suben hasta los 10 kilos por vaca y día cada uno.
El año pasado, debido a la sequía empezaron a emplear en la ración microsilos de pulpa de remolacha, con unos resultados que considera muy positivos: “Aporta mucha energía y también proteína, nos permitió bajar 2 kilos diarios de pienso y el precio también es competitivo, a 6 céntimos el kilo puestos aquí desde La Bañeza”.
En cuanto a las vacas secas, su alimentación es únicamente en base a pastoreo y silo de hierba, al igual que las novillas.
Con esta ración la producción media por vaca en Ganadería O Cantón es de 30 litros por vaca y día, con unas calidades medias de 3,2% de proteína y entre 3,5 y 4,1% de grasa, “un porcentaje que varía sobre todo por el calor del verano, cuando suele bajar”. La leche se la venden a Lactalis, que mantiene una ruta de recogida por las ganaderías que quedan en A Limia y en los ayuntamientos de Riós, A Mezquita y Viana do Bolo.
Todo el silo de hierba lo hacen en bolos, debido sobre todo a la falta de empresas de servicios agrícolas en la zona. “Antes lo hacía en trinchera pero decidí dejar el autocargador y meter bolos porque hay un problema grave de mano de obra, y aquí no se encuentran empresas de servicios agrícolas, mientras que los bolos sí que los podemos hacer nosotros. Además, hay muchas menos pérdidas de forrajes y es mucho más cómodo para el manejo”, explica Antonio.
Calidades de la hierba y manejo de las praderas
Por lo que respecta a las calidades, la proteína bruta del silo de hierba suele situarse en un promedio del 12%. “Es difícil subirla porque tenemos que hacer nosotros todos los trabajos y siempre hay hierba que se te acaba pasando”, reconoce.
Antonio llegó a hacer ensayos con el ensilado de cereal, pero lo descartó porque lo obligaba a roturar el terreno cada año, “y para nosotros 10 hectáreas prepararlas para la siembra nos puede llevar 15 días”.
Por supuesto que también llegó a cultivar maíz forrajero, pero entre el jabalí y la falta de maquinaria para la cosecha en la zona acabó descartándolo para apostar por la hierba. “El último año que lo eché sembré 7 hectáreas y el jabalí solo me dejó una, a pesar de que tenía el pastor eléctrico y lo vigilaba. Además, el ensilado teníamos que hacerlo nosotros y nos suponía mucho lío”, explica.
De esta forma, la hierba se acabó convirtiendo en la mejor alternativa para este ganadero: barata y con pocas preocupaciones. “Solo renuevo algunas praderas al año, con raigrás italiano e inglés, pero la mayoría son praderas naturales. Además, con el pastoreo las vacas duran mucho más, con un promedio de algo más de 4 partos por vaca y algunas que incluso llegaron a 12”, destaca.
Pero Antonio es un ganadero inquieto y reconoce que le gustaría hacer un ensayo de cultivo de alfalfa, porque cree que se puede dar bien en la zona.
Venta de recría a Portugal: una vía de ingresos complementaria
De las 96 vacas del rebaño de Ganadería O Cantón SC solo 41 están en ordeño debido a que en los últimos dos años renovó casi el 80% de la cabaña y sus efectos aún se están notando.
“La muestra es que tenemos un porcentaje de primerizas del 96%. Pero en una situación normal, y a eso vamos, debería tener entre 60 y 70 vacas en ordeño sobre un rebaño de 100 cabezas. De hecho, las camas de arena que tengo en el establo son para ese número”, matiza.
“No insemino con carne en Frisona porque la vaca se resiente”
A la hora de inseminar, Antonio emplea solo semen convencional y nunca insemina con carne, porque considera que “la vaca se resiente”. “Llevo desde el año 1988 haciendo inseminaciones y en vacas frisonas si se insemina con carne, me da igual la raza, los partos son más complicados”, advierte.
Además, la venta de novillas es una importante fuente de ingresos para esta ganadería, especialmente por la demanda de ganaderos de Portugal, que vienen a comprar animales a esta zona.
Genética y acoplamientos
En cuanto al tipo de vaca que busca con los acoplamientos Antonio busca principalmente buenas patas y buenas ubres. “Hoy en día casi todas las vacas son buenas en cuanto a producción de leche, por lo que busco más bien que sean resistentes y que no tengan mamitis”, afirma.
Llegó a tener un toro para las becerras y para las vacas repetidoras pero acabó descartándolo “porque no veía cuando las cogía y luego había novillas que llegaban al parto sin cuerpo suficiente, por no hablar de los problemas que daba el toro, tanto con las vacas de los vecinos como para manejarlo, a pesar y que lo cambiaba cada tres años”.
Futuro: Paso a ecológico
En cuanto al futuro de su ganadería, Antonio tiene previsto solicitar la conversión a ecológico. “Únicamente tendríamos que cambiar el pienso, porque abono químico y herbicidas prácticamente no los empleamos”, asegura.
No obstante, matiza que su intención es seguir apostando por la raza Holstein y seguir cuidando la genética, “porque creo que no es contradictorio estar en ecológico y tener una alta genética, produciendo el máximo posible en este sistema”.
En cuanto al futuro de la ganadería en la provincia de Ourense considera que “tenemos una de las mejores zonas de Galicia para producir leche como A Limia, o zonas como las de A Peroxa o de Celanova, donde podría haber grandes explotaciones ganaderas”.
Sin embargo, advierte de que “hay una dejadez hacia el campo por parte de toda la sociedad, la gente no lo quiere y no quiere trabajar aquí”. “En Ourense no hay ese arraigo que hay hacia la ganadería que sí existe en Lugo, A Coruña o en el Deza. Y de los pocos que trabajamos en el sector, la mayoría se dedica a la carne porque es mucho más cómodo, pero dependen mucho de las subvenciones, por lo que el día que tengan que producir a bajo coste sin ayudas temo que cierren muchas explotaciones”, advierte.