Ganadería Sar SL: cuando la unión hace la fuerza

Visitamos esta ganadería de Touro (A Coruña), de 346 vacas en ordeño, fruto de la unión de tres jóvenes ganaderos, a los que en breve se incorporará un cuarto. La mejora de la calidad de vida de los socios, la reducción de los costes de producción y más bienestar animal son las principales ventajas de esta apuesta por el trabajo en común.

Ganadería Sar SL: cuando la unión hace la fuerza

De izquierda a derecha: Fernando, Carlos y Pedro, socios administradores de Ganadería Sar SL

Juntar las tierras y las vacas para trabajar en común, ser más competitivos y ganar en calidad de vida. Lo que hace décadas era la excepción comienza a ser hoy en día una realidad cada vez más frecuente entre las ganaderías de vacuno de leche de Galicia.

Este es el caso de Ganadería Sar SL, una explotación de Touro (A Coruña), con un rebaño de 800 cabezas, de la que 346 son vacas en ordeño, y que es fruto de la apuesta por la colaboración de tres jóvenes ganaderos: Carlos Fernández Ares, Pedro Souto Santos y Fernando Tarrío Martínez.

El proyecto comenzaron a gestarlo en el año 2007. Los tres partían de ganaderías familiares con entre 50 y 60 vacas en ordeño, trabajando toda la familia en la explotación y con una base territorial de alrededor de 30 hectáreas por ganadería. “Sin embargo, los establos eran viejos, con poca ventilación y oscuros, por lo que era preciso construir unas nuevas si nos queríamos incorporar, sobre todo Pedro y yo, que acabábamos de finalizar el ciclo medio de Ganadería Extensiva”, explica Fernando.

“En breve incorporarán a una cuarta ganadería a la sociedad”

Y la solución de futuro que acordaron fue la de apostar por la unión. “Los tres, e incluidas nuestras familias, lo teníamos bastante claro y decidimos apostar por juntarnos y trabajar en común”, asegura. El proceso se vio retrasado casi dos años por la demora en la aprobación de sus planes de incorporación por parte de la Consellería de Medio Rural. Finalmente las obras del nuevo establo comenzaron en el año 2010 y agosto de 2011 se mudaron a las nuevas instalaciones 173 vacas en ordeño.

Hoy Ganadería Sar SL cuenta con un rebaño de cerca de 800 vacas, de las que 346 están en ordeño, y manejan alrededor de 210 hectáreas de base territorial, de las que 100 son terrenos en propiedad de los socios.

“La sociedad es como un matrimonio: hay que ceder todos y buscar las mejores decisiones”

Casi cinco años después de iniciar este camino en común, los socios de esta ganadería valoran la experiencia como muy positiva. “La sociedad es como un matrimonio: hay que ceder todos y buscar consensos y tomar siempre las mejores decisiones”, afirma Fernando. El proceso de unión se vio favorecido por el hecho de que “los tres ya nos conocíamos desde niños y teníamos experiencia de hacer trabajos en común”, reconoce Carlos, otro de los socios de Ganadería Sar.

En cuanto a los obstáculos, desde su punto de vista el mayor fue la burocracia de la Administración y la espera para que les aprobaran los planes de mejora. Sobre los aspectos positivos de la apuesta por la colaboración, la lista que hacen los socios es larga: “Bajamos los costes de producción, mejoró notablemente nuestra calidad de vida y la de nuestras familias”, asegura Fernando. “Ahora podemos coger días libres durante la semana, vacaciones y nos podemos permitir jubilar realmente a nuestros padres y madres, para que disfruten de su jubilación y no tengan que seguir trabajando en la explotación”, añade Pedro. Una visión que es compartida por Carlos: “Tienes toda la tranquilidad de marchar un días y saber que la explotación va a estar bien atendida”.

Prueba del buen resultado de esta experiencia de trabajo en común, es que Ganadería Sar SL tiene previsto incorporar en breve a un cuarto socio: Ganadería Sandá, también de Touro, y que aportará a la sociedad su trabajo, sus 40 vacas en ordeño y 40 hectáreas de base territorial. La incorporación está pendiente de que la Consellería de Medio Rural apruebe su plan de mejora.

Organización del trabajo y reparto de los días de libranza

¿Y como organizan el trabajo en Ganadería Sar? En cuanto al tiempo libre, los 8 trabajadores de la explotación (5 socios más 3 empleados) libran ocho días al mes, repartidos en dos fines de semana alternos y un día de cada semana. También disfrutan de 15 días de vacaciones en verano y su intención es poder coger también 15 días en invierno.

En el desayuno aprovechan para organizar el trabajo del día y las principales tareas las tienen asignadas a una persona. De este modo, Fernando se ocupa de las vacas y del ordeño; de las labores agrícolas y de la maquinaria el encargado es Pedro y de llevar las altas y bajas y realizar trámites burocráticos el responsable es Carlos.

Se reparten el trabajo diario en dos turnos de mañana y de tarde con 4 personas en cada una de ellos, y con una especialización en las tareas. Así, Fernando y Pedro más una empleada se ocupan del ordeño; otro trabajador es el responsable de atender los terneros; de hacer las camas y atender a las novillas está encargado otro empleado, y otra persona se encarga de hacer el carro.

“El nuevo establo fue clave para mejorar el bienestar animal”

Una pieza clave para mejorar el rendimiento y el bienestar animal fue el nuevo establo, una moderna estructura de acero, diseñada para 350 vacas en ordeño. “Queríamos un establo ventilado y con mucha luminosidad, que fuese todo lo contrario de los que teníamos”, reconoce Fernando. Para ello, y después de visitar distintas instalaciones en España, decidieron decantarse por una estructura metálica. “Nos gustó su sencillez, su luminosidad y ventilación y el precio era parecido a construirlo en hormigón”, asegura.

Como cubierta utilizaron chapa sandwich (chapa metálica, aislante de 3 cm y fibra de vidrio por debajo) para evitar que las vacas pasen calor en verano. En total, la inversión rondó el millón de euros.

Las primeras en notar el cambio fueron las vacas. “Las vacas funcionan mucho mejor, aunque son las mismas y bajó tanto el incidente de mamitis cómo de las Células Somáticas”, destaca Fernando. Cubículos suficientes y bien dimensionados, camas de arena, pasillos anchos, cama caliente de paja para las vacas en preparto y en postparto, ventiladores o colchoneta en el suelo de la sala de espera, son algunas de las medidas de “cow confort” que incorporaron.

Cultivos y alimentación del ganado

En cuanto a la alimentación, en Ganadería Sar cultivan unas 210 hectáreas, de las que en 160 siembran maíz y en el resto hacen silo de hierba de raigrás. Probaron a sembrar leguminosas, en concreto trébol, pero aseguran que “al echar purín a las fincas no se implanta bien, por lo que dejamos de utilizarlo”.

La ración diaria se componen de 6 kilos de silo de hierba, 36 kilos de silo de maíz, 1 kg de alfalfa, 5,3 kg de harina de maíz, 4 kg de colza y 1,8 kilogramos de núcleo.

Hacen el carro por la tarde y arriman la comida una vez antes de marchar por la noche y por la mañana una vez cada hora. “Decidimos hacer el carro por la tarde ya que la vaca tiene comida a disposición toda la noche y de este modo notamos un pequeño incremento de la producción, sobre todo en verano”, explica Fernando.

Rendimiento: un promedio de 10.951 litros por lactancia

En 2015 Ganadería Sar tuvo un promedio de 10.951 litros por lactancia, a 305 días y con 336 lactancias finalizadas. En cuanto a las calidades, lograron un promedio de 3,7% de grasa y 3,39 % proteína, con una producción anual de 4,5 millones de litros.

Venden la leche a Corporación Alimentaria Peñasanta, con contratos a 3 meses, y un promedio de 0,28 euros por litro más calidades, aunque con tendencia a la baja para este mes de junio. Reconocen que aumentaron la producción alrededor de un 4% desde el final de las cuotas, “pero no más porque no nos compensa entregarlo a la industria a 20 céntimos”, aseguran.

 “Queremos bajar los costes produciendo más forrajes y de mejor calidad”

Están adaptándose a un escenario sin cuotas que, reconocen que no cumplió sus expectativas. Como tantas otras ganaderías, su previsión era aumentar la producción, motivo por lo a día de hoy que disponen de un elevado número de novillas. “La situación cambió, pero vemos que la cuota ahora quien la impone es la industria, que en su mayoría está en manos foráneas”, asegura Fernando. Esto los obligó a no aumentar las vacas en ordeño, por lo que se ven obligados a vender novillas y las vacas menos productivas.

Futuro e inversiones

En cuanto a los aspectos a mejorar de cara al futuro, en Ganadería Sar reconocen que, en cuanto a la genética, cada vez le dan más peso los caracteres funcionales (longevidad, células bajas, proteína y grasa) y quitándole algo de peso a la morfología, aunque sin descuidar patas y ubres.

Quieren también seguir abaratando los costes de producción, fundamentalmente la alimentación. “Y para eso tenemos que aumentar la base territorial, para tener más forrajes propios y de mejor calidad”, subrayan.

Como inversiones más inmediatas van a cubrir la fosa de purín, con una capacidad de 4 millones de litros, para evitar que recoja el agua de lluvia y mejora la calidad fertilizante del purín.

 

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