Ganaderos de Acruga piden por escrito una asamblea para votar la “inhabilitación de la directiva»

Un grupo de productores considera que el presidente, César Dorado, y su equipo incurrieron en los últimos años en una serie de faltas estipuladas en el régimen interno de la Asociación, por lo que demandan una asamblea para votar las sanciones que procedan

Ganaderos de Acruga piden por escrito una asamblea para votar la “inhabilitación de la directiva»

Ganado de Rubia Gallega. / Archivo.

Esta mañana está previsto que un grupo de socios de la Asociación de Criadores de Rubia Gallega (Acruga) registre un escrito en la sede del colectivo para solicitar una asamblea de urgencia. Los ganaderos promotores de la iniciativa interpretan que el presidente de Acruga, César Dorado, incurrió en los últimos años en una serie de faltas estipuladas en el régimen interno de la Asociación, por lo que, «de acuerdo con el reglamento de Acruga», piden celebrar una asamblea en la que los socios puedan votar la «inhabilitación de la directiva».

El descontento viene motivado por lo que definen como un «hartazgo general» con la línea de trabajo de Acruga, a lo que se une la actual crisis de precios de Ternera Gallega Suprema, de la que también culpan a la Indicación Geográfica Protegida. Los ganaderos firmantes del escrito, que prefieren no hacer públicos sus nombres, sostienen que actúan en representación de un amplio número de socios, «que no dan su nombre por temor a represalias».

Una de las faltas «muy graves» que los ganaderos firmantes le achacan a la actual directiva es el «incumplimiento de las decisiones aprobadas en asamblea general», según explica uno de sus portavoces, que pone el ejemplo de un acuerdo adoptado en asamblea hace dos años «por el que se le prohibía a los socios de Acruga tener toros de otras razas, pero no fue hasta hace un mes cuando la directiva le envió una carta a los socios para transmitirles ese acuerdo, aprobado ya hace dos años», relatan.

Recria
Entre los socios de las provincias de A Coruña, Pontevedra y Ourense existe también malestar por la falta de ayudas para la recria de novillas, que sí que tienen los ganaderos socios de la provincia de Lugo, gracias a una subvención de la Deputación provincial a Acruga. Esa diferencia de apoyos genera agravios comparativos, pues por ejemplo un ganadero de la provincia de A Coruña que cría este año 22 novillas podría haber recibido 3.000 euros en apoyos de estar en la provincia de Lugo, según relatan los promotores de la iniciativa contra la directiva de Acruga, que «consideran que hay una mala gestión» en el equipo que lidera la Asociación.

La cuestión de fondo, argumentan, es que está en juego el futuro de las ganaderías de Rubia gallega, pues «trabajar con raza pura no aporta ningún beneficio económico, salvo que vendas becerras para vida», cuestionan. «Para un ganadero joven que comience le saldría más barato crear un rebaño de cruces y vendería los terneros por el mismo precio que nosotros», valoran.

Precios
La crisis de precios provocada por el coronavirus es una cuestión de la que los ganaderos también culpan a la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega, pues sostienen que se acortó el diferencial que se paga entre los animales de Ternera Gallega Suprema y los de los cebaderos. «Las ganaderías de Rubia Gallega de Ternera Gallega Suprema somos las que aparecemos en todas las fotos promocionales de la IGP, nunca se usan imágenes de cebaderos, pero a la hora del precio, no hay una diferencia suficiente ni el consumidor es consciente de la carne que está comprando. Servimos para blanquear la imagen de Ternera Gallega», consideran.

Gestión
Los promotores de la iniciativa contra la directiva de Acruga acusan también a César Dorado de actuar «por amiguismos, generando discriminaciones en el trato que reciben los socios por parte de Acruga». Cuestionan igualmente la política laboral del colectivo, pues en el último año dicen que cesaron en su cargo dos secretarias técnicas de la Asociación, «que es el puesto de gestión más importante en Acruga».

Proceso
Todo ese descontento se plasma en un escrito en el que piden una asamblea general para votar la inhabilitación de la directiva. «Lo mejor que podría pasar es que la directiva diese un paso a un lado y convocara un proceso electoral, sin voto delegado y con mesas electorales en las cuatro provincias», mantienen.

El presidente de Acruga, César Dorado, ganó las últimas elecciones en el 2018 con un 54% de los votos, por lo que en teoría su mandato está en vigor hasta el 2022. Dorado es presidente de Acruga desde el año 2005, repitiendo victoria en todos los procesos electorales a los que se sometió, si bien en alguno de ellos, como en el del 2014, por estrechos márgenes, en aquel año de solo 20 votos. En las últimas elecciones, Dorado ganó con mayor holgura, ya que enfrente tuvo dos candidaturas en las que se dividieron los votos de oposición.

Los ganaderos que presentan hoy el escrito contra la actual directiva sostienen que están al margen de las candidaturas que concurrieron a las últimas elecciones de Acruga, con las que dicen compartir algunas ideas, pero no otras relativas a la genética de la raza, «pues en Rubia Gallega hay que mantener una diversidad genética, con ganado de diverso tamaño y adaptado a distinta orografía, montaña y llana», valoran.

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