Ganaderos de Pontevedra se unen para recuperar la rubia gallega original y mejorar la comercialización de la carne

rubia do pais pontevedra rodeiro 1Vacas de más longitud, más altas, con la trasera recta y con buena producción lechera. Así definen los miembros de la Asociación Ganadera de Rubia Gallega del País (AGRGP) la vaca rubia gallega original. La asociación considera que el trabajo de mejora genética y de certificación de animales que se hizo en las últimas décadas llevó a que esas características se fueran perdiendo en favor de ejemplares más voluminosos pero con mayores dificultades de parto o menos capacidad para criar los terneros recién nacidos. En una reunión celebrada este sábado en el Centro Cultural Manuel Lamazares de Rodeiro, los miembros de la asociación presentaron sus estrategias para la recuperación de la raza original.

“No se trata de deshacer lo que ya está hecho sino de abrir nuevas posibilidades de manejo, selección genética y producción para la raza rubia. Cada explotación decide lo que quiere hacer y en esta zona estamos convencidos de que la original debe ser nuestra apuesta”, explicó Alberto Hermida, presidente de la AGRPG. Desde la asociación afirman que durante años muchos ejemplares quedaron sin certificar cómo rubia gallega porque no se ajustaban al 100% a los parámetros que fija la Asociación de Criadores de Rubia Gallega (ACRUGA), que es la principal organización del sector.

El primer paso para la recuperación de esas características originales sería la observación en las granjas para identificar los ejemplares que aún las mantienen. Así, buscan fórmulas de colaboración con la propia ACRUGA o con las administraciones públicas que permitan la contratación de uno o más técnicos que lleven a cabo esa labor de localización e identificación de los animales. “Sabemos que hay vacas de muy alta calidad que quedaron sin certificar por criterios que creemos poco idóneos. Esas vacas están fuera del libro genealógico y, de esa manera, no se puede trabajar con una cobertura administrativa para abordar el trabajo genético que queremos llevar adelante. Y, por otro lado, son animales que quedan excluidos de las subvenciones por mantenimiento de la raza.”, afirmó Hermida.

La creación de una reserva de embriones o llevar a cabo un análisis de los toros más apropiados para hacer los acoplamentos que permitan la recuperación de la línea original fueron otras de las propuestas de los ganaderos presentes en la reunión.

Momentos antes da reunión deste saábado.

Momentos antes da reunión deste saábado.

Por otra parte, la AGRPG reclama más apoyo para los productores de rubia gallega de la provincia de Pontevedra por parte de la Diputación Provincial. “La Diputación de Lugo lleva décadas colaborando con los criadores de la provincia e incluso concede ayudas directas a las explotaciones y patrocina subastas y concursos. Nosotros reclamamos un grado de implicación similar, toda vez que tenemos recursos como la granja de Mouriscade, en la que se puede llevar adelante parte de ese trabajo en genética que queremos promover. Ya mantuvimos alguna reunión para desarrollar proyectos y creemos que hay buena sintonía”, reconoció el presidente de la asociación.

En la reunión se analizó la situación del mercado y el momento actual de la comercialización de la carne. Los responsables de la AGRPG mantuvieron conversaciones con diferentes industrias para explorar fórmulas que permitan vender la carne de forma conjunta, reduciendo los costes de recogida y con un precio que reconozca los métodos tradicionales de crianza. Por  ahora no hubo compromisos concretos pero siguen las negociaciones. Los ganaderos participantes señalaron que es muy difícil competir con los cebaderos a la hora de proveer a la industria y la distribución. La falta de superficie para cultivos forrajeros y el pequeño tamaño de las explotaciones impide garantizar un flujo constante de animales a lo largo del año y que esos animales presenten unas características uniformes en cuanto a peso y conformación de la carne.

También se propuso la posibilidad de vender los animales cuando ya superan los doce meses de edad, llegando incluso hasta los quince, lo que en Castilla se conoce como “añojo”. Algunas industrias están recuperando la fórmula de pagar por el peso del ejemplar vivo y a partir de los doce meses es cuando los terneros crecen más y aportan más carne.

Los asistentes acordaron también establecer contactos con ganaderos de las provincias de Ourense y A Coruña para buscar fórmulas de colaboración que permitan sacar adelante esas propuestas en trabajo genético y comercialización. “Lugo concentra el 75% de la carne de rubia gallega y eso le da un poder de decisión que nosotros no tenemos. Algo lógico.Lo que queremos no es quitarle nada a nadie sino establecer alianzas que permitan la mejora de todos, ya que todos somos sector.”, concluyó Hermida. En ese sentido, hace falta destacar que en la reunión participó un representante de la asociación agraria Elas Eles, recientemente constituida.

Finalmente, la AGRGP trabaja ya en la próxima edición en Rodeiro de la Feria de la Rubia Gallega del País. Un evento que se recuperó el pasado mes de octubre después de 17 años sin celebrarse.

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