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Gestión de criptosporidiosis en terneras de recría

Carlos Carbonell, veterinario de MSD Animal Health, hace un repaso por diferentes cuestiones que hay que tener en cuenta para convivir con la criptosporidiosis en las granjas. La clave es evitar que afecte a las terneras en los primeros días de vida

Gestión de criptosporidiosis en terneras de recría

La criptosporidiosis es uno de los problemas de las terneras que más preocupación causa a las ganaderías. Se trata de una infección por el protozoo Cryptosporidium parvum, que se adquiere por transmisión fecal-oral, y tiene un impacto especial en las primeras semanas de vida de las terneras.

El parásito juega un papel importante en el desarrollo de la diarrea en terneros, la causa más común de muerte en terneros lactantes, y con efectos a largo plazo en la ganancia de peso e, incluso, en la producción en su primera lactación. Por eso, desde MSD Animal Health han trabajado para lanzar una herramienta que ayude a minimizar el desarrollo de la infección en esta primera etapa de los animales.

El veterinario de MSD A.H Carlos Carbonell ha abordado la criptosporidiosis y su control en una reciente jornada desarrollada en Frades (A Coruña), con la organización de las ADSG de Frades y Mesía.

carbonell estrategias

Impacto de la enfermedad en animales aparentemente sanos
En la jornada, Carbonell presentó un estudio en el que se analizaron en torno a 600 heces de animales de Lugo y la parte occidental de Asturias. En el trabajo, desarrollado por el profesor del Campus Terra (USC) Pablo Díaz, la valoración de los animales se dividió en los siguientes tramos de edad: menores de un mes, de 1 a 2 meses, de 2 a 12 meses, de 12 a 24 meses y mayores de 24 meses.

Los resultados son reveladores. En animales aparentemente sanos, casi un tercio de las terneras de menos de un mes fueron positivas a Cryptosporidium, así como casi un 25 % de las que se ubicaban en el tramo de 1 a 2 meses.

“Si un tercio de los terneros que parecen sanos son positivos a Cryptosporidium, ¿qué pasará con los enfermos?” (Carlos Carbonell)

Entre 2 y 12 meses, el porcentaje bajaba en torno al 20 %. En novillas de 12 a 24 meses, la cifra de afectadas era del 15 %, mientras que, en vacuno adulto, alrededor del 10 %. “Ninguno de los animales del estudio tenía diarrea ni estaban enfermos o tratados”, destaca Carbonell.

La conclusión extraída del estudio es que hay que convivir con estos parásitos. “Si un tercio de los terneros que parecen sanos son positivos a Cryptosporidium, ¿qué pasará con los enfermos?”.

carbonell diarrea

Evaluación de animales enfermos

En otro estudio analizaron también 420 muestras de heces, en esta ocasión de terneros con diarrea y los dos patógenos más aislados, cerca del 60 % , fueron Cryptosporidium y rotavirus. .

Los análisis indican que el 82 % de los animales presentaban infecciones mixtas, con dos o más patógenos. Asimismo, el estudio revela que, entre la primera y la segunda semana de vida, el patógeno más frecuente es el Cryptosporidium, por ello se considera que es el principal causante de las diarreas entre los 7 y los 14 días.

Ciclo del parásito

El parásito de la criptosporidiosis tiene diferentes fases a considerar. En el ambiente de las explotaciones se encuentran los ooquistes (‘bolsas de huevos’), que son las formas de resistencias del parásito, a las que favorece las condiciones de humedad. Estos ooquistes son ingeridos por el animal y se reproducen de manera asexual como sexual en las células del intestino encargadas de absorber los nutrientes, experimentando varios ciclos de multiplicación que destruyen estas células intestinales, provocan diarrea y la eliminación por las heces de una carga altísima de ooquistes del parásito, lo que genera una alta contaminación del ambiente, que dará lugar a la infección de nuevos animales.

El ciclo de reproducción y eliminación del parásitos dura una-dos semanas y cesa al llegar a un punto de equilibrio, cuando los terneros ganan resistencia.

“Los tratamientos hay que empezarlos desde el nacimiento, para evitar que los parásitos colonicen el intestino”, destaca el técnico. De esta manera, se controla la infección en los primeros días y “aunque se vuelva a infectar más adelante, el animal será mayor y tendrá más capacidad de controlar la infección”.

La carga de ooquistes y lo temprano que se produzca la infección en la ternera son dos de los factores más relevantes.

La carga de ooquistes y lo temprano que se infecten las terneras son dos de los factores relevantes, por eso hay que centrarse en que los animales se infecten tarde y en poca cantidad:

“Este es nuestro objetivo, porque infectar se van a infectar”. En un estudio demostraron que con seis ooquistes, los terneros son capaces de eliminarlos sin causar la enfermedad, pero con 17 ooquistes, ya la mitad de los terneros desarrollaban el cuadro clínico de la enfermedad.

El mayor factor de riesgo para que un ternero padezca criptosporidiosis es la convivencia con otro ternero. “Un ternero con diarrea por Cryptosporidium es una incubadora para la enfermedad”.

Vigilancia de síntomas
Una clave a tener en cuenta es la vigilancia de los síntomas que permiten identificar la presencia de parásitos. El más evidente es la diarrea, si bien hay que diferenciar heces blandas y diarrea. Carbonell puso el ejemplo de los bebés, “que hacen las heces blandas y no por ello están enfermos”.

Como consejo práctico, el veterinario puntualizó que hay que empezar a preocuparse cuando las heces son tan líquidas que atraviesan la cama de paja y, además de observar las heces, es necesario vigilar el comportamiento de los animales: “Si tienen las heces blandas o algo líquidas, hay que observar si están activos y comen con normalidad”.

Bovilis Cryptium, la vacuna de MSD para la protección neonatal

Jornada impartida por Carlos Carbonell en las ADS de Frades y Mesía.

Jornada impartida por Carlos Carbonell en las ADS de Frades y Mesía.

La firma MSD A.H ha desarrollado Bovilis Cryptium, una vacuna frente a la criptosporidiosis que es de utilidad en el control de la enfermedad, si bien Carbonell subraya que la vacunación es una excepcional herramienta, pero “los ganaderos deben tener en cuenta que la enfermedad no se pude solucionar sólo con inyecciones, pues hay que valorar un conjunto de factores de manejo”.

Esta vacuna fue desarrollada para la inmunización activa de novillas y vacas gestantes y permite incrementar los niveles de anticuerpos calostrales específicos frente a Gp40 de Cryptosporidium parvum.

La transferencia pasiva de esta inmunidad a los terneros, a través de la adecuada ingesta de calostro, permite reducir significativamente los síntomas clínicos, como la diarrea, causados por C. parvum.

Los anticuerpos generados por la vacuna actúan en el ciclo del parásito, bloqueando la adhesión del parásito a las células del intestino. De esta manera, se retrasa la infección al menos en los 5 primeros días del animal, durante la alimentación con leche de transición, dando tiempo a que el ternero desarrolle una mayor resistencia y capacidad de lucha contra la enfermedad.

Los estudios desarrollados con la vacuna han concluido que los terneros que reciben el calostro y leche de transición de vacas vacunadas, presentan menos enfermedad y las diarreas que se presentan duran menos días y muestran menor intensidad.

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