Gestionar el monte para capturar más CO2: el desafío (rentable) que viene

Un proyecto gallego desarrolla una herramienta que permite calcular la captura de carbono adicional que se logra con una gestión forestal sostenible. La expectativa es que ese carbono adicional se pueda certificar en un futuro y comercializar en el mercado

Gestionar el monte para capturar más CO2: el desafío (rentable) que viene

La captura de CO2 se perfila como un recurso más del monte, complementario a otros aprovechamientos (madera, castaña, setas, etc.). Hasta ahora, en España la comercialización del carbono capturado en el monte está limitado a dos casos concretos: superficies restauradas tras incendio forestal o superficies forestadas que habían estado desarboladas desde 1989. Pero en el futuro, se espera que cualquier superficie bajo una gestión forestal sostenible pueda comercializar parte del carbono que captura.

El CO2 se presenta, por tanto, como una oportunidad para los propietarios forestales. La clave radicará en acreditar que una determinada gestión forestal generará una captura adicional de carbono, en comparación con un monte sin esa gestión. Ese será el carbono adicional que, en un futuro, se podrá certificar y que podrá comercializar el propietario en el mercado voluntario de carbono.

A la espera de que la Xunta establezca las metodologías que regulararán el mercado gallego de carbono, el proyecto ‘Biomáis CO2’, liderado por la empresa Asefor, la asociación Bioeco2 y el Cluster de la Madera ya hizo realidad una herramienta, Bikenta Mplus, que permite hacer simulaciones del carbono que captura una masa forestal en función de las distintas variables de manejo (claras, podas, turnos de tala final, etc.).

“Diseñamos una herramienta que permite optimizar una selvicultura orientada al producto”, resume Esther Merlo, de Madera +, que participó este lunes en la jornada de presentación de las conclusiones del proyecto ‘Biomáis CO2’.

A partir de la planificación forestal que se defina, la herramienta Bikenta Mplus, diseñada en el proyecto, calcula los beneficios que generará la madera y el CO2 que se capturará, de manera que propietarios y técnicos puedan tomar las mejores decisiones.

La herramienta permite, por un lado, hacer una clasificación estimada de la madera del monte por lotes de diámetros y calidades, con indicación de los destinos posibles y de los ingresos que generará. Y en segundo lugar, calcula el carbono adicional que la gestión aplicada sobre esa masa va a proporcionar.

“A partir de un inventario inicial de la masa, que tendrá que ser sometido a auditoría, en nuestro simulador se puede modificar el modelo silvícola de un plan de ordenación para valorar cuál es el óptimo, tanto a nivel de la madera obtenida como del secuestro de carbono”, explica Manuel Beiro, de Asefor, coordinador del proyecto.

“Puede ser que el plan de trabajo que se defina para una masa genere una captura de carbono adicional, en comparación con una línea base de un monte sin gestión, o puede ser que no. No todas las masas van a generar una captura de carbono adicional. Por ejemplo, una masa que se corte en un turno corto con destino a trituración no generará carbono adicional”, ejemplifica Beiro.

El simulador Bikenta MPlus se diseñó en principio para hacer cálculos con 6 especies forestales: 3 coníferas (pino del país, pino radiata y pino silvestre), 2 frondosas caducifolias (roble y abedul) y 1 eucalipto, el globulus, si bien de cara a 2025 se incorporará también en el simulador el eucalipto nitens.

Sistema
La herramienta se basa en los algoritmos previamente diseñados por la Escuela Politécnica Superior de Lugo (Universidad de Santiago). Para hacer las simulaciones, Bikenta MPlus se conecta con el servidor de la Universidad, que, en base a los datos de inventario de inicio del rodal, devuelve los modelos de crecimiento del rodal (volúmenes, biomasa total, CO2 capturado, etc.) y también el resultado de los distintos programas selvícolas que se podrían aplicar.

Ulises Diéguez, de la USC, explicó en la jornada de conclusiones de ‘Biomais CO2’ cómo la herramienta puede simular una clasificación de la madera resultante por volúmenes, destinos y beneficios económicos.

A nivel de captura de CO2, Bikenta Mplus hace un cálculo integral de las capturas y emisiones de carbono de todo el proceso, a través de estándares europeos.

La herramienta calcula no solo el CO2 capturado en la madera, sino también el CO2 absorbido en suelo (raíces, hojas y ramas muertas) e incluye en el cómputo el carbono que queda almacenado a largo plazo en productos de calidad -de ser el caso-, como la madera estructural para construcción. También las fracciones que se destinan a quemar (bioenergía), en sustitución del gasóleo.

Por último, los cálculos incorporan las emisiones provocadas durantes las actividades silvícolas (desbroces, podas, claras, tala final), medidas en litros de gasóleo por tonelada o por hectárea, así como la reducción de emisiones que genera la masa por la merma del riesgo de fuego, pues existen modelos predictivos, avalados por la comunidad científica, que establecen que las masas con gestión forestal son menos proclives a ser punto de inicio de un incendio forestal.

Ejemplo con una masa de coníferas
Como ejemplo, en la jornada de conclusiones de ‘Biomais CO2’, Esther Merlo hizo una simulación sobre una masa de ‘Pinus pinaster’ que llega a los 55 años.

Como rodal base definió una masa extramadura, sin gestión y pasada de turno de tala, con una madera que se destina a usos de escaso valor.

Para lograr una captura de carbono adicional, estableció un programa silvícola que durante esos 55 años somete la masa a podas y claras, a una tala intermedia y a una tala final para productos estructurales de larga duración, en los que, según la normativa europea, se puede computar el carbono almacenado, al tener una previsión de duración superior a 35 años.

El resultado es que esa masa, de casi 5 hectáreas, sometida a ese modelo de gestión forestal, genera 443 toneladas de carbono adicionales capturadas. Una de las claves, advierten desde el proyecto, es la duración de turno de tala, pues en turnos cortos, puede no ser posible obtener captura de carbono adicional ni destinar la madera a productos de larga duración.

Si esas toneladas adicionales de carbono se trasladan al precio actual del crédito de carbono, en el entorno de los 20 – 25 euros, el resultado es que el modelo de gestión forestal aplicado puede generar unos beneficios adicionales de 9.000 – 11.000 euros.

Perspectivas
La herramienta Bikenta Mplus ya está a disposición de 30 consultoras forestales que trabajan con la plataforma Bikenta sobre 43.000 hectáreas de monte. Este instrumento tiene por ahora solo un uso orientativo, pues anticipa una normativa aún por venir.

Se espera que la Xunta defina próximamente las metodologías por las que se regulará el mercado voluntario de carbono que quiere implantar. Será entonces cuando Bikenta Mplus pueda encontrar encaje y una certificación externa que avale la comercialización del carbono en el mercado voluntario, en el que las empresas que quieren compensar voluntariamente sus emisiones compran créditos de carbono de este tipo de proyectos.

Sobre Biomais CO2
El proyecto BiomáisCO2 lo impulsó desde el año 2022 un Grupo Operativo formado por Asefor, Bioeco2, el Cluster de la Madera y el Diseño de Galicia, Ramón Lourido y la Universidad de Santiago de Compostela. Cuenta con financiación del Ministerio de Agricultura y de la Xunta de Galicia a través de Fondos Feader.

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