Gran preocupación en el campo por las elevadas pérdidas que provocará la sequía en la cosecha de maíz

La ausencia de precipitaciones de consideración desde hace 60 días y el hecho de que no se prevean en las próximas semanas hace temer importantes pérdidas en la cosecha de maíz forrajero en Galicia. Analizamos la situación en las comarcas más afectadas

El maíz forrajero se convirtió en las últimas décadas en la principal fuente de alimentación de la cabaña de vacuno de leche en Galicia, constituyendo el primer aporte de materia seca de la ración y contribuyendo a rebajar los costes de producción de las cerca de 7.000 granjas de vacuno de leche que quedan en Galicia.

Sin embargo, las condiciones climáticas especialmente adversas de este 2020 ponen en peligro las 69.000 hectáreas que se estima que se sembraron este año en el país. Y es que a un mes de mayo especialmente lluvioso, que retrasó la siembra en muchas parcelas, le sucedió un mes de junio con temperaturas frías que retrasaron el desarrollo de la planta para finalizar con un mes de julio inusualmente caluroso, sin lluvias y con vientos del noreste que contribuyeron a resecar el cultivo. Excepto en fincas de tierras hondas y cerca de la costa, como en A Mariña o en la comarca de Muxía, en la mayoría de parcelas el maíz está sufriendo un estrés hídrico elevado y lo que es peor de todo, sin que las distintas agencias meteorológicas prevean precipitaciones para los próximos 15 días.

Esta sequía coge además al cultivo en un momento clave, tal y como destaca Jesús Moreno-González, investigador jubilado del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) especializado en el cultivo del maíz: “El estado crítico en el que la planta tiene más necesidad de agua -entre 60.000 y 70.000 litros diarios por hectárea y día- abarca desde dos semanas antes de la floración hasta dos semanas después”.

Si no tiene agua, la planta adelanta la germinación echando una espiga pequeña y con pocos granos. Es decir, una importante pérdida del cultivo tanto en calidad como en cantidad. Analizamos con ganaderos y técnicos como está la situación en distintas comarcas ganaderas de Galicia.

Jorge Meiriño (Técnico de la cooperativa AIRA en la comarca de Chantada): “Alrededor de un 30% de la cosecha ya se perdió y el resto veremos si aguanta”

Millo na comarca de Chantada

Millo na comarca de Chantada

Jorge Meiriño, técnico de la cooperativa AIRA en la comarca de Chantada no duda en calificar la situación del cultivo como “muy mala”. “Alrededor de un 30% de la cosecha ya se estropeó y aunque lloviera no se recuperaría, y el resto veremos como evoluciona el tiempo en las próximas semanas”, reconoce.

“Desde hace unos 15 días estamos sufriendo temperaturas diurnas de hasta 35 grados, sin lluvias desde hace 45 días, y con vientos del noreste de noche que resecan la tierra. En esta situación, y toda vez que estamos en una zona con suelos de textura arenosa, el cultivo sólo resiste en las vegas, con suelos más húmedos y profundos, pero el porcentaje de esas tierras aquí es pequeño”, explica.

Pablo Amado Carollo, (asesor agronómico de DEKALB para Galicia): “Si no llueve en los próximos 10 días va a haber pérdidas muy importantes”

Pablo Amado Carollo, asesor agronómico de DEKALB para Galicia, no recuerda en su vida profesional un mes de julio tan atípico como el de este año. “Recuerdo años complicados de ver fincas de maíz secas pero un mes de julio tan atípico cómo este en cuanto a temperaturas y precipitaciones no. Y lo que hizo mucho daño también fue el aire seco del norte que provocó que la evapotranspiración del cultivo fuera muy superior a un año normal”, asegura.

Además de al interior de Galicia, la sequía del maíz incluso está afectando a ayuntamientos de la provincia de A Coruña que no suelen padecer esta problemática. “Estoy visitando fincas en Boqueixón y Touro y hay parcelas con el maíz en floración bastante castigadas, con una situación de estrés hídrico muy grande. E incluso en la comarca de Frades también se empiezan a ver fincas con el maíz seco, por lo que si no llueve en los próximos 10 o 15 días las pérdidas tanto en cantidad como en calidad del cultivo van a ser elevadas, pues ademáis de menos toneladas por hectáreas, habrá menos almidón y menos digestibilidad de la fibra de la planta”, afirma el asesor de Dekalb.

Fincas afectadas por la sequía en los municipios de Touro y de Boqueixón: 

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Unas necesidades hídricas en esta fase de floración que se estiman en unos 70.000 litros por hectárea y día para que la planta complete la formación de las mazorcas y el llenado de los granos de maíz.

Román Santalla, presidente de la cooperativa COBIDEZA: “La Xunta debería empezar a ver las importantes pérdidas que se avecinan y mirar de establecer ayudas”

En las comarcas pontevedresas del Deza y Tabeirós, “la situación para el cultivo pinta muy mal y corremos el riesgo en muchas parcelas de que el maíz quede en el carozo”, advierte Román Santalla, presidente de la cooperativa Cobideza.

“Pasamos de un extremo en el mes de mayo, en el que hubo que retrasar la siembra por la invernada que había e incluso enterrándonos con los tractores cuando fuimos a aplicar el herbicida, a una situación de sequía, después de no llover nada en los últimos 60 días”, lamenta.

Ante esta situación, y toda vez que el cultivo de una hectárea de maíz forrajero viene suponiendo un promedio de 1500 euros para el ganadero, Román Santalla recuerda que “cuando un agricultor pierde más del 30% de la cosecha por fenómenos meteorológicos adversos tendría derecho a ayudas, según la legislación comunitaria”. “La Consellería de Medio Rural debería preocuparse por esta situación que va a llevar a pérdidas seguras para las ganaderías gallegas y mirar de establecer ayudas”, defiende Santalla.

Manuel Iglesias Agra, ganadero de Santa Comba: “De momento las pérdidas de producción ya pueden estar en alrededor del 25%”

La fuerte sequía también está afectando a comarcas no acostumbradas a esta inclemencia como la del Xallas. Manuel Iglesias Agra, ganadero del ayuntamiento Santa Comba, estima que “de momento las pérdidas de producción del cultivo en las fincas que sembré ya pueden estar alrededor del 25%”

Millo en Santa Comba

Millo en Santa Comba

“En las fincas de tierra más pesada y honda el maíz mantiene un estado vegetativo bueno y está logrando la floración sin problema, pero en las parcelas con menor calidad del suelo, que suponen alrededor del 50% de la superficie que sembré, sí que el maíz está padeciendo la falta de agua, y las pérdidas de producción ya pueden estar en un 50%”, asegura este ganadero.

“Las plantas están muriendo por la sequía sin echar ni siquiera la flor, algo que nunca vi a estas alturas del año”, lamenta. ¿Una posible solución? “Claramente empezar a tener estructuras de regadío de bajo coste, guardando en balsas el agua de la lluvia en invierno, para regar de forma puntual en verano. Pero con la estructura minifundista que tenemos en Galicia de momento eso es inviable”, concluye Manuel Iglesias.

Alberto Santín, técnico de la cooperativa AIRA en la comarca de Sarria: “Va a haber un 30% menos de producción que el pasado año y como siga así el tiempo tendremos que ensilar antes”

En la comarca de Sarria la sequía también está golpeando al cultivo de maíz. “Así como el año pasado tuvimos una buena cosecha de maíz, este año la situación del cultivo en las parcelas es muy irregular y vamos a tener por lo menos un 30% menos de producción”, avanza Alberto Santín, técnico de la cooperativa AIRA en la comarca sarriana.

Maiz afectado por la sequía en la comarca de Sarria: 

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Sin embargo, matiza que la afectación varía según la fecha de siembra: “Las que se pudieron sembrar a comienzos de mayo mantienen bastante el vigor, pero las que se sembraron más tarde son a las que más les afecta la sequía”.

Al hecho de que desde el mes de mayo no hayan registrado precipitaciones de importancia en la comarca, Alberto Santín suma que “hubo muchos problemas de mala germinación y de ataques de rosquilla”.

“Como no llueva en los próximos días en muchas parcelas la planta va a cerrar el ciclo, floreciendo y echando una espiga pequeña, y eso también nos obligará a empezar a ensilar por el 20 de agosto, porque de lo contrario vamos a recoger paja”, concluye.

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